Re: Inaudito: ¡Indigenismo anti-católico y anti-español en Uruguay!

Iniciado por
Alejandro Farnesio
Además, una "cultura" en la que existía el canibalismo. Sin embargo, eso no lo dicen. No dicen que gracias a la moral católica, ese tipo de cosas se acabaron allí. Aunque claro, dicen que les llevamos la Santa Inquisición y la propiedad privada (no sé qué tiene de malo esto, pero conociendo a los personajes creo que les va más otro tipo de propiedad...).
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
Alejandro, me temo que incluso algunos indigenistas de Uruguay, no negando el canibalismo, ¡lo justifican!, alegando que eso era considerado un "honor" para los enemigos y bla-bla-bla...Es decir, incoherencia total.
También sobre el asunto de la propiedad, dicen que los charrúas no conocían la propiedad privada y por eso hacían abigeato, y ¡justifican el robo! De ahí que el movimiento indigenista va de la mano con el socialismo, el comunismo, con el movimiento de los cañeros, el Pit-Cnt, en fin, rojos asquerosos....El comunismo no pasa de envidia hacia aquellos que tienen propiedad. Los "sintierra" brasileños, por ejemplo, pretenden que el Estado les dé tierra gratuitamente, sino ellos van e invaden y creen que está bien robar...Tienen una mentalidad "Robin Hood" digamos, como si robar fuera algo que se pueda justificar...
Última edición por Nicus; 14/10/2012 a las 20:55
Razón: Faltó un tilde
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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