Estimado Sr. Irmao de Cá:
En primer lugar, hacerle saber que adoro Portugal y mantego lazos de amistad con personas de ascendencia portuguesa. He estado en el país en dos ocasiones, espero que sean más. Me impresiona el sonido del Océano Atlántico rompiendo con la costa.
Por otra parte, no tiene nada de particular recordar los sueños. Al contrario, según mi punto de vista, es mejor no hacerlo porque la mayor parte de las veces no son buenos. He aquí uno de los más recientes que recuerdo:

Es de noche. He salido con unos amigos. Deseo volver a casa pero nadie me acompaña: están ebrios. Salvo una serie de dificultades. Es de día. Camino por unas calles estrechas. Me doy cuenta de que me sigue un hombre muy alto y de tez oscura. Quiere atracarme. Corro todo lo que puedo. Menos mal que a la salida de esa especie de barrio antiguo o judería hay un puesto de la Guardia Civil. Lo reducen. Mientras espero a que termine el papeleo me doy cuenta de que se me hace tarde. Voy a llegar al trabajo con retraso.