Tema: El mito de la Revolución Francesa.

No he tenido tiempo de leerlo, pero es mejor que cambies Luis XIV, que se usa en todo el texto, por Luis XVI. Parece que no, pero un par de luises se notan

Si ya me sonaba raro, me pongo a ello. Gracias por la correción.

Judere, estoy encontrando una cantidad de información que va a conseguir que me hechen del colegio tras la presentación ante la clase de esta información...menos mal que son demasiados liberales como para hacerlo. Están atados por sus propia mentalidad.

La realidad difícilmente podría ser más antinómica con el mito que los liberales han forjado en torno a esto. Bueno, la realidad difícilmente puede ser más opuesta a las concepciones liberales en casi cualquier ámbito, de modo que viene a confirmar una regla genérica, y que no es más que la privación humana y de facultades superiores que causa la ideología.

La Bastilla es en realidad el ícono de la subversión, no de la libertad. Subversión que no es otra cosa que la esclavitud del error. Y no podía ser diferente, el oscurantismo liberal eliminó a Lavoissier, padre de la química, sabiendo plenamente quien era, señalando que "La República no necesita sabios".
No, la revolución, la mil veces maldita revolución, fue azuzada desde clubes políticos, con panfletos en que se le señalaba al pueblo que la nobleza quería causarle una sangría de hambre, que contrataría criminales para dañar cosechas, almacenes, etc... y que incluso quería que los Ingleses invadieran Francia.
Sobre ello construyeron su grito, que coronado con la toma, dejó ebrio de sangre al manipulado pueblo francés, vuelto contra sí mismo.

No, no es culpa del populacho ignorante, ellos fueron "libremente" arrastrados por su ignorancia. La culpa es de los titiriteros, verdaderos esclavistas del pueblo francés, cuya desgraciada impronta se gestara en el iluminismo de cuyos textos estaban imbuídos y poseídos.

El daño de occidente, el fin de Europa como cristiandad, la inversión de los órdenes material y espiritual, la supresión de lo superior: EL GOBIERNO DEL ESTÓMAGO.

Todas las desgracias actuales, incluyendo la pobreza humana y material, y las indignidades varias se prefiguran en los amantes de Madame l' Guillotine.

Dicen libertad, pero la vierten en fin, por lo que ésta oprime al individuo -los fines se buscan, no se ejercen. Se deben buscar, pero si es fin y se busca, no se tiene... ¡vaya, si ya nos decían sus intenciones!-, dicen participación, pero significa simplemente elegir al tirano de turno.

Dicen igualdad, y como lo menos no puede lo más, deprimen el espíritu humano hasta reducirnos a simple carne, transforman la economía en crematística, pero se cuidan de señalar que no es igualdad en lo material, que no sea que los confundan con sus primos pobres, pero coherentes, los comunistas.

Dicen fraternidad, pero marchan con las cabezas de los funcionarios en sus picas, matan a inocentes y a un período subsiguiente se le denomina EL TERROR. Pero ojo, los muertos siempre eran los malos o aliados de los fuertes, no sea que los confundan con sus primos antipáticos y prepotentes, los nazis.

Se espantan con lo de Honduras, procedimiento limpio, por lo demás, pero son incapaces de observar que su propio origen conlleva un (anti)bautismo de sangre (ajena, por supuesto) (y además, es una lucha entre dos de los suyos, pero claro, unos son más iguales que otros).

Jacobinos, girondinos, liberales, fronderos, capitalistas, comunistas, nazis, fascistas, progresistas, socialistas, democristianos, usureros, y demás calaña modernista, son todos hijos de la misma arpía, la Revolución, fornicando con distinto padre.
Subversivos del mundo, uníos; y váyanse a "mejor lugar", porque ya está escrito, "Los injustos no heredarán la Tierra", y ciertamente, no se refería a cumplir esos papelitos con voluntad humana al que llaman ley, sino a eso y mucho más.

La Tradición sigue viva y no morirá jamás, siempre estará ahí para recordarles que, por mucho que lo barnicen, siempre estarán de facto, y no hay prescripción que sane el vicio regicida en el que se amparan, porque, como ustedes mismos han logrado descubrir, la violación a los derechos humanos -sí, los reyes son humanos- es imprescriptible.

Hoy como ayer: Pour Dieu et pour le Roy. Viva Luis XVI, viva el Reino de Francia, viva Luis XX, su legítimo gobernante. Viva Cristo Rey nuestro Señor.
Larga vida a la primogénita de la Iglesia, y que Santa Juana de Arco interceda para que cese su rapto, que es el de todo el mundo moderno

También me fijé en eso de Luis XIV, pero el texto es muy bueno para desmontar la mitología revolucionaria. Causará poémica en tu colegio amigo Mazadelizana, porque ya nos has hablado otras veces, creo recordar, de ciertos profesores bastante sectarios o directamente ignorantes con un lavado de cerebro "Mister Proper"
Aplícate en este trabajo porque puedes "desfacer muchos entuertos".
Saludos cordiales, joven caballero de Cristo.

Estimado Maza.

Aunque existe mucha bibliografía sobre la Revolución Francesa y la época que la rodea, deberás encontrarte con textos y autores como los que citas en tu artículo más a menduo de lo que te imaginas (sobre todo si escarbas en biografías de los banqueros del momento). Pero deberás atar muy bien os cabos, pues a ningún profesor le gusta que un pupilo le de clases y le diga "torpe" delante del resto de la clase.

No sé de cuanto tiempo dispones para la realización del artículo, pero dos novelas, bien ambientadas en la época, y muy al caso que nos apuntas, son las del novelista de origen judío Stefan Zweig; en concreto sus obras tituladas "Fouché", que biografía la vida ministro del interior francés y reputado intrigante de esa época. Este individuo, dueño de la policía parisina, ejercía la manipulación y la exotrsión más vil y abyecta sobre sus iguales, pero al mismo tiempo es un superviviente nato (un Rubalcaba, si lo quieres ver en parámetros españolistas del momento, aunque en nuestro caso, Rubalcaba se queda muy por debajo de Fouché) un verdadero maestro de la manipulación más perversa y vil.
La obra más conocida de Zweig es, "Maria Antonieta". Se trata de otra biografía donde nos acerca al período revolucionario y nos muesstra como eran manipulados todos los resortes del poder y la monoarquía para mayor gloria de la Revolución y los suyos, incluídos los panfletistas y los incendiarios que instigaron la decapitación regia, los cuales, andando el tiempo no tardarían en perder ellos mismo la cabeza, pues no hay que dudar que a los conspiradores de aquél período no les gustaba dejar cabos sueltos y elin¡minaban del mapa a todo aquél que supiese mucho de ellos, y eso pese a que días antes, essass mismas personas les habían servido para sus suciosos intereses y alcanzar los objetivos marcados por los clubs.

Allí encontrarás algunos nombres propios que puedes usar para apuntalar tu trabajo, y en el caso de Zweig, al ser judío, está según los parámetros del políticamente correcto, fuera de toda duda. Éstas son las reseñas de las dos novelas. No he busacado en internet, así que desconozco si existe alguna edición digital de las mismas. Yo en mi biblioteca poseo estas dos obras suyas, junto con otra novela que no viene al caso.

ZWEIG, STEFAN. “Fouché”, Editorial Juventud, Barcelona 1956.
ZWEIG, STEFAN. “María Antonieta” Editorial Juventud, 2002

Estimado Mazadelizana: Te recomiendo también para el caso La Revolución Francesa de Pierre Gaxotte, aquí te dejo una reseña que hice hace tiempo. Indagando en el tema, de seguro apreciarás los enormes paralelismos para con la Revolución Rusa. En la obra Lenin en Zurich de Alexander Solzhenitsyn creo que hay bastantes pistas y claves al respecto.




" LA REVOLUCIÓN FRANCESA ", DE PIERRE GAXOTTE





- ¿ Libertad o masacre ? La verdad sin leyendas.

Editorial Áltera, www.altera.net

Nada más que vi esta obra anunciada en www.elmanifiesto.com me decidí a adquirirla. Aún está vivo el recuerdo de la gran obra de Rubén Calderón B. sobre la Revolución Francesa que adquirí en www.nuevahispanidad.com; y bueno, me entró la curiosidad también de leer a todo un historiador que fue miembro de la Action Française de Maurras. Una lectura fortísima y complementaria, y para tomar conciencia. Y el libro me llegó en un par de días gracias a la diligencia de la editorial, que también trabaja con nuestro admirado Pablo Victoria.

Otra vez vuelvo a ver enormes y sobrecogedoras similitudes entre la Revolución Francesa con la de Rusia. Y hasta diría yo que con la Revolución de Bolívar; pero ésta fue tan compleja que ocuparía otro tema. El libro quizá pueda parecer " académico " en su tono; pero expone una sucesión cronológica muy detallada. De la " abdicación progresiva " de Luis XVI, de la fabricación del " mito " de la " malvada reina extranjera ", del caos y los desastres sociales y económicos que originó la Revolución, para encima culpar a la monarquía....Todo aquel que se opuso cayó en la guillotina. O en el fusilamiento a oscuras. Como en la URSS, incluso los camaradas fueron cayendo. Y no, no empezó con Robespierre, empezó antes; el Terror fue la táctica de una Revolución profundamente impopular. En Rusia, tampoco empezó el tema Stalin; ya lo empezó Lenin, y Trotsky le siguió. Creo que Solzhenitsyn también fue " partidario " de estas analogías, y por ello acudió a homenajear a los vandeanos en su día.

Sangre, matanzas, pobreza, ruina, estupor, emigración....Eso fue lo que provocó la Revolución. Partidos ávidos, rencores, envidias....Y nada de libertad. En nombre de la libertad y el progreso murió entre el 20 y el 25% del pueblo francés. Y no ya sólo en Francia, sino en las naciones vecinas, a las que el " imperialismo " revolucionario no dejó en balde. En nombre de la libertad y el progreso, ya vemos lo que hemos avanzado en España, cuando la dinastía usurpadora entregó la patria a los burócratas, militares ineptos y politicuchos y burguesitos sin más mérito que el enchufe, después de que el pueblo se desangrara luchando contra la Revolución bonapartista: Golpes de estado/pronunciamientos, matanzas anticlericales, pobreza, de ruina del campo y del ejército....¡ Y resulta que los carlistas querían volver al pasado ! Menudo futuro nos han legado, ya lo vemos con Juanca y Zapapollas. El mismo futuro de una Francia que políticamente continúa con la asfixia estatalista y a la que hemos estado mal copiando durante tantos años. El mismo futuro que le han dejado a Rusia. Y a México. Allá por donde la Revolución ha pasado, ha sido iniciada por liberales y socialistas, y como predecía el genial Donoso Cortés, la izquierda más radical, que en verdad es más coherente, lleva las de ganar. Mientras en Francia se cortaban cabezas a diario, España patrocinaba la expedición médica más intrépida del momento, transportando vacunas para la viruela hacia América. Pero claro, eso qué importará....

El engrudo de los gabinetes, que diría Vázquez de Mella. Claro que hacían falta reformas. Pero no revoluciones, no espectáculos sangrientos, no quema de iglesias, no matanzas de campesinos; no hacía falta arrasar a los más débiles, aniquilando todo vestigio de justicia. Y en nombre de la " modernidad " encima. Dos guerras mundiales han armado entre ellos, y lo que está por venir. ¿ Y todavía tienen la cara de hablar, y todavía tienen la cara dura de acusarnos de enemigos de la ciencia y de hacer inventos y leyendas negras ? ¿ Y tienen la cara dura de hablar de libertad de expresión y de pensamiento y todas esas patrañas ? Nunca representaron a nadie, y ni mucho menos, los señoritos de las logias y los clubes. Gaxotte insiste: El Terror, el terror fue el instrumento revolucionario por excelencia. El terror que hacía sospechoso a todo aquel que tuviera algún mérito, el terror que pretendió aniquilar a la Iglesia, a las tradiciones, a la educación; premiando al delincuente y avasallando al hombre honrado. No existe Revolución sin estos brutales métodos, que aún continúan. De la Bastilla a los jemeres rojos y los narco-terroristas hay muy pocos pasos, para que luego nos vengan con milongas algunos iluminados neocon. No, la Revolución no tuvo justificación ninguna, por más que así lo entiendan también muchos fascistas.

Y el final todos lo sabemos: Napoleón. También en nombre de la igualdad, la fraternidad, la libertad....

Lo que echo en falta de la obra es más indagación sobre el nefasto papel que ciertas potencias jugaron en la Revolución. La Germania parece haber cometido el mismo error por maquiavelismo, tanto como cuando en la Bastilla se ven armas prusianas, tanto por el dinero y la infraestructura que se da a Lenin. Y las dos revoluciones se le acaban volviendo en contra....También echo en falta más información de la Vandea, y sobre el papel de España en la Guerra de la Convención; intervención calificada por el autor de " espíritu caballeresco ".

El caso es que si bien Luis XVI fue débil en no pocos momentos, murió como un héroe y tuvo valentía, perdonando a sus enemigos y verdugos. Como Nicolás II de Rusia. Como los mártires cristeros. Salvando las distancias, lógicamente. Y el libro recoge los aspectos fundamentales de la criminalidad revolucionaria. Libro que fue calificado como " bomba " en su época, y no me extraña. El sentimiento contrarrevolucionario se exalta con precisión y plenitud, y con muchos datos en la mano. Si bien reconozco que la obra puede parecer quizá demasiado " mecánica " en algunos aspectos, más hecha para licenciados en historia que para un público más heterogéneo; es una lectura imprescindible, para comprender a los que crearon la educación para la ciudadanía y su legado, que seguimos padeciendo.


Ya lo dijeron los primeros carlistas: La sensatez está en no transigir con la Revolución. Y sobre la Revolución Francesa, apúntense: Rubén Calderón Bouchet y Pierre Gaxotte. Y también resulta muy útil e instructivo el genial Alejo Carpentier ( El gran caribeño no puede ser " acusado " de " malvado reaccionario " ), con su obra El siglo de las luces. Complementando también, por supuesto, al ensayo sobre el socialismo y el liberalismo de Donoso Cortés.



P.D.: Lo que no agradezco a la editorial es que me mandaran, sin pedirlo, por más gratis que sea, un debate escrito entre José Javier Esparza y un tal Ruiz Portella, sobre la muerte del espíritu o muerte de Dios. Esparza es un católico cabal, pero no me sale de los mismísimos perder el tiempo ante farfollas neopaganas---de Portella, Dragó, o quién diablos sea--- trasnochadas a estas alturas de la película. Que les den fuerte y flojo.

Gracias por vuestros libros, los incluiré en la bibliografía je je ej.

Aquilífero se me olvidaba:

La biografía de Fouche la leí hace tres años. Ese tipo era una máquina. Al margen de ser lo que fue, lo respeto bastante. Fue capaz de sobrevivir a toda la Rev y además conseguir la nobleza y tener un retiro algo decente.

Iniciado por mazadelizana

Aquilífero se me olvidaba:

La biografía de Fouche la leí hace tres años. Ese tipo era una máquina. Al margen de ser lo que fue, lo respeto bastante. Fue capaz de sobrevivir a toda la Rev y además conseguir la nobleza y tener un retiro algo decente.

Maza: en el caso de Fouché, quisiera aclarar para no dejar lugar a dudas que más que conseguir la "nobleza", lo que logró fue un título nobiliario que no merecía por asesino y criminal. No se puede conseguir lo que NO se tiene, aunque se compre. Fue -y es- un modelo para la policía política de todos los tiempos y de todos los signos. Un intrigante y una serpiente.

En cuanto a la relación masonería-revolución. Las investigaciones de Agustín Cochin sobre la Revolución -sirviéndose de documentos de la época, que se conservan al parecer bastante bien en Francia- puso de manifiesto que las grandes figuras revolucionarias como Mirabeau o Danton se camuflaban bajo la partícula indeterminada "on" en francés: en la génesis de cada episodio revolucionario se constataba la presencia de fuerzas que no eran ni las personalidades de la misma revolución ni la masa manipulada por la misma, sino "sociedades secretas", como la francmasonería.

El abate Barruel nos lo mostró con clarividencia en sus "Memorias para servir a la Historia del Jacobinismo".

Iniciado por tautalo

Maza: en el caso de Fouché, quisiera aclarar para no dejar lugar a dudas que más que conseguir la "nobleza", lo que logró fue un título nobiliario que no merecía por asesino y criminal. No se puede conseguir lo que NO se tiene, aunque se compre. Fue -y es- un modelo para la policía política de todos los tiempos y de todos los signos. Un intrigante y una serpiente.

En cuanto a la relación masonería-revolución. Las investigaciones de Agustín Cochin sobre la Revolución -sirviéndose de documentos de la época, que se conservan al parecer bastante bien en Francia- puso de manifiesto que las grandes figuras revolucionarias como Mirabeau o Danton se camuflaban bajo la partícula indeterminada "on" en francés: en la génesis de cada episodio revolucionario se constataba la presencia de fuerzas que no eran ni las personalidades de la misma revolución ni la masa manipulada por la misma, sino "sociedades secretas", como la francmasonería.

El abate Barruel nos lo mostró con clarividencia en sus "Memorias para servir a la Historia del Jacobinismo".

Gracias por la correción. Cambiaré de opinión.

Ordóñez: Gracias por el enlace.

El genocidio francés ha sido "ocultado" deliberadamente durante estos 220 años transcurridos, bajo el manto masónico de los derechos humanos y demás zarandajas para engatusar a los ignorantes. Fue un crimen de lesa humanidad y, por tanto, es imprescriptible. Dado que no se puede sentar a sus actores en el banquillo, pues no nos vamos a comportar tan neciamente como cierto juececito-estrella, si es importante que cada vez que se narren, comenten, estudien, se realicen trabajos, o se participe de conferencias, debates, etc., se le llame por lo que fue: genocidio.

Esto supone que se entrará en polémicas, pero qué se le va a hacer, hay que desenmascarar los hechos y su realidad. Recuerdo que hasta hace muy poco tiempo no se le ha empezado a aplicar su mención verdadera, pero está ganando adeptos muy rápidamente y hay que seguir.

Desde luego, todas las fuentes recomendadas son excelentes, aunque tengo debilidad por Pierre Gaxotte, y es que su testimonio es más que historia.

También son muy importantes las Reflexiones sobre la Revolución francesa (1790) de Edmund BURKE, inglés y gran defensor de los colonos americanos y de los católicos irlandeses. Arremete sin piedad ni cuartel contra esa revolución... "La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano" provoca sus sarcasmos más vehementes. No es un historiador, es un filósofo de las ideas políticas que vivió en directo aquel horror. Te lo aconsejo para tu trabajo sin ninguna duda, porque apoyándote en él podrás rebatir cualquier oposición lobotomizada que puedas encontrar.

Excelente, Maza y Ordóñez (os pillo parte de vuestras aportaciones para hacerme un pupurri o resumen)

Hay una ilustración de un artista francés del año 1898 que seguro que te podría interesar utilizarla:

El resultado de la Revolución Francesa a través de los ojos del artista francés Caran d'Ache. El agricultor, en primer lugar oprimido solamente por la nobleza, ha de soportar ahora más cargas que antes, con el judío en la cima.

"The French Revolution : Before and After," Caran d'Ache, 1898.