Re: ¿Por qué Franco eligió a Juan Carlos?

Iniciado por
Martin Ant
El hecho de que el General fuera más partidario de uno u otro miembro particular de esa dinastía, no es algo contradictorio con el hecho de que fuera partidario de dicha dinastía (tomada en su conjunto) desde sus mozos tiempos de la época alfonsina en la que él se crió y creció.
A mí me parece algo lógico y normal que si una persona solamente esta familiarizada con un tipo de dinastía, nombre como su sucesor a un miembro (sea cual sea, eso es indiferente) de dicha dinastía. Si a Franco le sudaba por completo la Legitimidad sucesoria tradicional (que le hubiera instado a reponer inmediatamente en el poder al Rey o Regente legítimo), ¿cómo iba a tener escrúpulo alguno por si ponía antes a Don Juan o a Juan Carlos como su sucesor?
Al "yo soy yo, y mi circunstancia" orteguiano nunca me he opuesto. Es decir, el hecho de que Franco naciese y se criase durante la etapa alfonsina, siguiendo con su razonamiento, no le hace alfonsino necesariamente. Creo que tener que recordar que durante dicha etapa ya había izquierda republicana, o los carlistas, que entonces estaban bien activos y no como hoy en día que parecen haber desaparecido, tenían hasta representación parlamentaria. Por tanto, a Franco le pudo influenciar la época en que vivió, es una obviedad. Pero de ahí a deducir que la época era alfonsina y él tenía que serlo, media un abismo.
Por otro lado, es notorio que padre e hijo siempre fueron bien distintos, hasta el extremo de que en este país durante dos años tuvimos una especie de "diarquía", o extraño fenómeno durante el cual habiendo "dos reyes" que reclamaban sus derechos, sólo uno fuera Jefe de Estado, mientras el otro fue llevado al "Pudridero" del Panteón de Reyes de S. Lorenzo de El Escorial. No sé cómo será su lápida, supongo que pondrán algo así como: Juan II, Rey de España, más no Jefe de Estado y las correspondientes fechas que se solaparán con las de su hijo cuando a éste le toque el mismo destino.
Es evidente que mientras el padre estaba "perdido" para la causa del 18 de Julio, el hijo era un tierno infante al que poder educar convenientemente, aunque tal como se demostró después, salió muy díscolo. De ahí el error de Franco al elegirlo. Y de ahí la respuesta a la pregunta formulada a la Señora por una delegación fuerzanovista de la que yo mismo era parte y que comenté unos mensajes arriba. Es decir, Franco fue consciente en vida de que se había equivocado en la elección, pero ya era tarde para cualquier cambio, lo que podría convertirse en un perfecto argumento demostrativo de que no tenía un poder omnímodo, como pretenden algunos.
Pero la respuesta a mis preguntas del mensaje anterior, no las veo: ¿cuál era la alternativa? Y no me sirven las ucronías, eso no son argumentos, sino las respuestas objetivamente razonadas. Es muy fácil criticar los actos de otros sin haber vivido sus circunstancias, sin contemplar los escenarios en los que se desarrollaron los hechos. También, por que no, podría haber renunciado a su régimen y haber dejado a los españoles que salieran adelante, nos hubiésemos ahorrado las transiciones y las traiciones, o tal vez andaríamos a leche limpia desde entonces, o convertidos en una pléyade de naciones independientes entre si en el concierto europeo.
Curioso lo que usted dice (y que yo comparto) sobre la tutela, porque eso limitaría la responsabilidad de Juan Carlos muchísimo (eliminando así el mito del "perjurio" o "traición" de Juan Carlos, pues éste se habría limitado, como un pupilo, a seguir obedientemente los pasos de sus tutores).
No, no limita sus responsabilidades en modo alguno a partir de su entronización. Dio muestras de lo que se venía encima en la forma en que encaró la cuestión del Sáhara, pero nada más. Una vez ascendido a la Jefatura del Estado hizo salir a su camarilla -no sólo Suárez-, e incurrió en lo que todos conocemos.
Ahora bien, todos esos tutores franquistas precisamente se limitaron a llevar hasta sus últimas consecuencias lo que se había realizado durante el franquismo. Por eso, los franquistas democristianos (en contraposición a los fuerzanovistas) llamaban continuidad o continuismo a lo que hicieron después de Franco. Éste el famoso : "después de mí las instituciones", que parece que no se han dado cuenta muchos de sus implicaciones.
Es evidente que el sector duro de lo que quedaba del franquismo ya no tenía los resortes esenciales del Poder. Éstos habían ido cayendo poco a poco en manos de los tecnócratas opusdeístas, que son quienes ayudaron a la ruptura, pero esos ya no eran franquistas. Habría que ver que habría pasado si Franco hubiese dejado como sucesor a Don Javier, el cual, a su vez, habría dejado a Don Carlos Hugo y éste de nuevo a su hijo Don Carlos-Javier. ¿Tradicionalistas? ¡ya!
Nuevamente la ucronía de por medio, pero también hubo la oportunidad de haber dado paso a la III República, ¡fantástico!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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