Se podría hacer mil cosas, empezando por que el que dice ser rey de España dijera que no tolera que se pite la marcha real, no por ser el himno de la monarquía sino por ser el himno de la patria y es a ella a la que se insulta con todo el descaro y atrevimiento. Es al monarca, cuyo nombre lleva la competición, a quien correspondería hacer este tipo de declaraciones y no a la presidente de la Comunidad de Madrid, ya que pese a lo que ha dicho Valmadian (supongo que habrá sido un lapsus) no son los símbolos de Madrid los que se están insultando. Si la señora Aguirre tiene la potestad de hacer lo que ha dicho, que no lo diga: que lo haga. Pero claro, como siempre todo quedará en palabras huecas. No pasará nada, no se tomará ningún tipo de medida, ni prudente ni osada. Los separatistas seguirán insultando y riéndose de España, los peperos y sociatas seguirán pactando y fomentando el separatismo y antiespañolismo, igual que el monarca "progre" y mientras tanto el españolito adoctrinado de a pie seguirá diciento que lo más importante es el respeto y la libertad de expresión.
Lo gracioso es que aun haya españoles que se dicen patriotas dispuestos a votar a un desgraciado malnacido como Basagoiti que, en la línea de tantos otros en su partido, se atreve a decir que es lo mismo pitar el himno de España que portar una bandera nacional con el águila de San Juan.
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