Bien, pero ¿el reconocimiento de un cuerpo social preexistente llevaba consigo también una posterior forma de absorción o control administrativo del mismo por parte del poder público? Esta pregunta no es baladí, pues nos permite saber si el poder público respeta el desarrollo de vida propia de dicho cuerpo o, por el contrario, hace una intromisión o injerencia parasitaria en el mismo. Desconozco, en este sentido, en detalle cuál pudiera ser en el terreno de los hechos la actuación del gobierno de Mussolini, pero las referencias que se dan, por ejemplo, sobre las escuelas católicas en Non abiamo bisogno, parecen indicar efectivamente la existencia de dicha injerencia (independientemente de que fuera por mediatización de un partido único o no; el resultado es el mismo). También habría que analizarse si se daba la posibilidad de creación de nuevos cuerpos al margen del Estado, el alcance que pudiera tener el concepto de "Estado totalitario" utilizado oficialmente por el régimen, y demás aspectos concomitantes.

De todas formas, Kontrapoder, para mí la existencia de una verdadera organización corporativa de la comunidad política no deja de ser una mera consecuencia, no una causa. Quiero decir, yo enfoco más la cuestión en el sistema financiero (con su triple vertiente: ingresos financieros, precios e impuestos) en tanto que condicionante de una hipotética organización corporativa (que, como digo, sería el resultado o producto de dicho sistema financiero). Dicho con otras palabras (y esto es lo que he tratado de transmitir siempre en el Foro): ¿De qué sirve abogar constantemente por la formación de un ordenamiento comunitario corporativo, si al final las decisiones principales van a estar condicionadas por aspectos puramente financieros que pueden dar al traste -y de hecho lo hacen- con cualquier proyecto "feliz" de organización corporativa (y me da igual que sea de tipo tradicionalista como el descrito más arriba de la O. N. C. o cualquier otro, pues todos adolecen de esa misma falta o fallo)? De nada sirve cualquier minuciosa descripción de cualquier proyecto que se pretenda ejecutar si la clave principal para hacerlo funcionar, el sistema financiero, se deja en manos de terceros que persiguen objetivos distintos a dicha comunidad política (y la cosa es más compleja aún, pues aunque el sistema financiero sí estuviera bajo control de dicha comunidad todavía el problema no estaría solucionado en sí mismo).