Cita Iniciado por raolbo Ver mensaje
Ya que se saca a relucir el tema, hay que recordar que tanto el franquismo como posteriormente FN se inspiraron en el falangismo especialmente en sus aspectos estéticos ignorando gran parte del núcleo doctrinal. Es decir, realmente ahí de falangismo había mucho menos de lo que comunmente se cree o de lo que pudiera parecer superficialmente. Eso no quita que alguien como yo pueda simpatizar y admirar a Franco y a Blas Piñar, pero las cosas hay que verlas como son, nada puedo decir a los que les critican desde posiciones falangistas, si lo hacen honestamente.
En la etapa de F/N había otros grupos, por ejemplo la Falange, de Raimundo Fernández Cuesta, que no es que fuera suya, es que así se la diferenciaba de la Falange Independiente, porque ya la llamada Falange Auténtica era archiconocida por su Hedillismo. Y de Fuerza Nueva ya se desgajaron en su día grupos como Frente de la Juventud, o el Movimiento Católico Español. El caso de la Confederación Nacional de Ex-combatientes, era un tema aparte porque englobaba a cualquiera que hubiese combatido en la guerra, independientemente de su adscripción personal.

La militancia en Fuerza Nueva era muy variopinta, desde falangistas que preferían estar allí, a carlistas que pensaban que la Comunión era muy "tranquila", pasando por un considerable grupo de conservadores y hasta algún que otro nazi hispano despistado. Además, había un núcleo duro que podemos definir como "piñarismo", que no era ninguno de los otros, compuesto por un sector femenino denominado internamente y de un modo totalmente irrespetuoso como " el imperio de la braga." Y que era el piñarismo más duro. Por supuesto, hubo tensiones, había gente que no tragaba a otra gente, y también hubo un sector aparte de carácter nacional-sindicalista muy inmerso en Fuerza Nacional del Trabajo, sobre todo en la etapa de Jaime Alonso como Jefe Nacional.

Como es lógico, y a pesar de que a las concentraciones de la Plaza de Oriente no faltaba nadie, las diferencias muchas veces eran manifiestas, aunque las peores no se dieron entre forzanovistas contra falangistas y carlistas, pues cada ámbito tenía sus espacios e identidad claras.

Tampoco creo que el fracaso de FN se debiera ni de lejos a las diferencias entre falangismo y tradicionalismo. Me parece bastante obvio que las "fuerzas nacionales" (en sus diferentes coaliciones que agrupaban patriotas de diferentes signos) fracasaron en la Transición por motivos muy distintos. No busquemos donde no hay.
Hay dos hechos distintos: el "fracaso" se demuestra en que después de su disolución nadie ha podido, recrearla, aunque algo se ha intentado, por ejemplo, BLAS PIÑAR – FUERZA NACIONAL – FUERZA JOVEN y habría que buscar razones políticas y sociológicas, del momento histórico en el que venimos viviendo, o de los cambios de mentalidad que se han producido. La gente joven no parece estar en esa línea, la gente mayor o se ha dedicado a votar al PP o ha ido desapareciendo. La misma ausencia de un líder carismático, o razones de tipo económico, o tal vez, todo junto.

El segundo hecho fue el de aquellas elecciones cuyos resultados "trampearon a pachas P$OE y UCD", además del Vº Bº de otros muchos más pequeños, en Madrid o en la "periferia". Ante eso, y hartos ya Blas Piñar como Ángel Ortuño de soltar dinero para no lograr nada, el proyecto se acabó. Ortuño fue una figura gris en la historia de F/N. Era un hombre de negocios, un inversionista, un importante socio capitalista de empresas muy importantes, que estuvo poniendo de su bolsillo grandes cantidades de dinero para hacer que Fuerza Nueva fuese un proyecto viable.

La desaparición del grupo"FN-FNT", dejamos a salvo la Editorial, fue traumática, y hubo intentos de sostener los restos para buscar una salida, pero fue inútil. Hacían falta unos medios que no se tenían y una unidad de dirección que tampoco se daba. Reflejo de la tensión que se vivió se produjo cuando Blas Piñar convocó a los cuadros de FNT en un salón de plenos para comunicar la noticia. El delegado de Santander, indignadísimo, le soltó un "¡traidor!" que casi le costó una apoplejía a Blas Piñar, y quien te dice esto estaba delante en aquella sala y aquél momento fui, pues, testigo presencial. Hubo que calmarlo, invitar al delegado de Santander a que se marchara, etc., triste y muy duro. Por entonces yo era muy joven, pero ya ejercía unas cuantas responsabilidades.


Por lo demás, recordar que tanto José Antonio como Ramiro (las dos figuras clave del nacionalsindicalismo) y Julio Ruiz de Alda -completando así el famoso "triunvirato"- mueren como mártires en el 36 después de confesarse, como muchos otros caídos falangistas, como dice ALACRAN, por Dios y por España. A la hora de la verdad no eran tan malos, me parece.
Nadie los ha llamado malos, ni siquiera han sido mencionados. Lo que escribí es que "en el ánimo, intención y/o circunstancia de cada uno de los caídos no necesariamente estuvieron Dios y la Patria", lo que es absolutamente cierto, pero la "fórmula" usada siempre era la de "Caídos por Dios y por España", considerando que la muerte iguala a todos los hombres.

Y quede claro que no pretendo que los tradicionalistas (ni nadie) "simpaticen" con la Falange más allá de sus convicciones ni quiero obligar a nadie a nada. Simplemente aporto mi punto de vista.
Pues como los demás, hay a quienes los carlistas no les gustamos nada, pero también aportamos nuestros puntos de vista. En cualquier caso, en mi etapa de FN nunca me sentí "falangista", lo que sucede es que mientras mi padre si lo era, mi abuelo materno en cambio era carlista. Mi padre nunca intentó imbuirme, o influenciarme en nada. Para mi abuelo yo era su primer nieto y además mi padrino, y él si me adoctrinó.

Saludos en Xto.