Hombre, en principio, la regla para predicar concordia es no reabrir heridas. Si dos enfadados quieren contentarse la regla es no retomar la discusión sobre quien tuvo más culpa, bajo pena de volver al enfrentamiento con una seguridad del 100%. ¿Qué país del mundo mantiene o reabre heridas de viejas contiendas? (¿Cuánto se habla en EE UU de su guerra civil (Norte/ Sur) aun con una infinidad mayor de muertos que la española? ¿Mantienen ellos acaso vivo el debate de "los motivos que la provocaron"?)
Por otra parte, no hay que olvidar que el bando rojo español (exiliados, República en el exilio, PCE, etc), parecía derrotado del todo y nunca fue en absoluto una amenaza real para el Régimen. Pero es que nadie entonces podía prever que la hecatombe que sobrevendría desde 1975 fuera de tal intensidad.
En cualquier caso, la reapertura de la polémica sobre la culpabilidad franquista en la Guerra Civil es un debate artificial basado en la pérdida de ideas del PSOE y recuperar una identidad: no pasa de ser un tema propagandístico ante su potencial electorado, travistiéndolo de tema nacional. Lo mismo hace su directiva con la supuesta federalización de España: son temas de ropaje interno que extrapolan al debate de conjunto como potencial caladero de votos.
Puede consultarse el manifiesto del PSOE felipista en 1986, sobre los 50 años de la Guerra Civil. Infinitamente más moderado que la memoria histórica que vino 20 años después con Zapatero:
Señalar como el felipismo entonces hablaba de "olvidar viejas heridas".DECLARACION DEL GOBIERNO DE LA NACIÓN CON OCASION DEL 50 ANIVERSARIO DEL COMIENZO DE LA GUERRA CIVIL . 18 DE JULIO DE 1986
El gobierno quiere recordar que hoy se cumplen 50 años de un acontecimiento trágicamente decisivo en la historia española: el comienzo de la guerra civil, un guerra que conmocionó la conciencia de sus contemporáneos y aún de las generaciones posteriores , y que desembocó en una dictadura que dirigió la vida del país por espacio de casi cuatro décadas.
Una declaración gubernamental no es el lugar para analizar las causas de un acontecimiento de la magnitud de la guerra civil, ni para valorar las consecuencias que de ella se derivaron. El gobierno quiere, sin embargo, llevar al ánimo de todos una doble convicción. Primero, que por su carácter fratricida, una guerra civil no es un acontecimiento a conmemorar , por más que para quienes la vivieron y sufrieron constituyera un episodio determinante en su propia trayectoria biográfica.
Segundo, que la guerra civil española es definitivamente historia , parte de la memoria de los españoles y de su experiencia colectiva . Pero no tiene ya – ni debe tenerla- presencia viva en la realidad de un país cuya conciencia moral última se basa en los principios de la libertad y la tolerancia.Un Gobierno democrático no puede menos que felicitarse porque España haya recobrado, con los años, las libertades que quedaron bruscamente interrumpidas en 1936.
Al hacerlo quiere honrar y enaltecer la memoria de los que, en todo tiempo, contribuyeron con su esfuerzo, y muchos de ellos con su vida, a la defensa de la libertad y la democracia en España.Pero un Gobierno ecuánime no puede renunciar a la historia de su pueblo, aunque no le guste, ni mucho menos asumirla de manera mezquina y rencorosa. Este Gobierno , por tanto, recuerda asimismo, con respeto a quienes, desde posiciones distintas a las de la España democrática, lucharon por una sociedad diferente a la que también muchos sacrificaron su propia existencia .
El Gobierna expresa su convicción de que España ha demostrado reiteradamente su voluntad de olvidar la heridas abiertas en el cuerpo nacional por la guerra civil , su voluntad de vivir en un orden político basado en la tolerancia y la convivencia, en el que la memoria de la guerra sea , en todo caso, un estimulo a la Paz y el entendimiento entre todos los españoles.Para que nunca más, por ninguna razón, por ninguna causa vuelva el espectro de la guerra civil y el odio a recorrer nuestro país, a ensombrecer nuestra conciencia y a destruir nuestra libertad.
Por todo ello el Gobierno expresa también su deseo de que el 50 aniversario de la guerra civil selle definitivamente la reconciliación de los españoles y su integración irreversible y permanente en el proyecto esperanzado que se inició a raíz del establecimiento de la democracia en la Monarquía encabezada por el Rey Don Juan Carlos , proyecto que fue recogido en la Constitución de 1978 y fue refrendado por el pueblo español para el que consagra definitivamente la Paz.
ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DEL VALLE DE LOS CAIDOS.
Pero ante el cambio brusco zapateril de 20 años más tarde, también cabría pensar que desde siempre el PSOE fue guerracivilista y la moderación en 1986 se debiera al riesgo latente de no provocar al estamento militar (pocos años antes había sido lo de Tejero y aun había "ruido de sables").
De todos modos, hay una postura clara en todo esto: que "La Paz Empieza Nunca"; la España nacional que declaró "la Guerra ha terminado" en 1939 y bajó los brazos, minusvaloró a un enemigo que solo se creía derrotado temporalmente, que aun continuaba en guerra y, además, sabedor de ganarla en el futuro.
Una buena manera de confundir a Pedro Sánchez y sus huestes zapateriles sería restregarles en la cara ese manifiesto pacifista del Felipismo.
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