Rodrigo, no se si piensas que acaso en las escuelas privadas te enseñan el Magisterio de la Iglesia... De las privadas salen tantos demoliberales agnósticos como de las públicas y concertadas.No es cuestión de que sean públicas o privadas, es cuestión de la crisis que estamos pasando, tanto la Iglesia como España.Los valores no dependen de los fondos que reciben.Porque lo mismo da que las subvencione el Estado y hagan lo que le dé la gana a la oligarquía de turno que sean propiedad de empresarios privados que hagan lo que le dé la gana a la otra oligarquía de turno.
El problema que estás planteando es que el Estado es el enemigo.Y ahora mismo, lo es.Por tanto, la no interferencia de éste supuestamente facilitaría la enseñanza de la religión...Pero es que yo hablo de un Estado conquistado por nosotros, de un Estado tradicional y orgánico, no del Estado actual.Y entre entregarse a la educación pública corrupta y burocratizada y la educación privada también corrupta y mercantilista debe haber una tercera opción, pienso yo.
En el modelo finlandés del que hablaba, la educación no es una imposición estatalista, sino que la gestiona el municipio, y el papel de la familia y el maestro son fundamentales.De hecho, se ha llegado a decir que en Finlandia cada escuela funciona como si fuese privada, allí se autogestionan, igual que las universidades de Salamanca o Alcalá en nuestro Siglo de Oro, por ejemplo.Más subsidiario que eso...
Así que volvemos a lo mismo, estamos hablando entre pagar impuestos a la Iglesia Católica tradicional y el Estado actual... Y obviamente opto yo también por lo primero, pero es que el pozo sin fondo es el Estado actual, el que construyamos no debe serlo.
Saludos en Xto.
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