A ver... creo que estás equivocado. El jugo de la uva, si no está fermentado, no es vino. El jugo de la uva sin fermentar, es solo eso 'zumo de uva' (o mosto) pero en ningún caso 'vino'. Seamos serios y utilicemos el español correctamente...
Por lo tanto, para resumir nuevamente: para elaborar vino hay que dejar fermentar el jugo de uva, hasta que alcance la natural graduación alcohólica propia de los procesos de fermentación naturales. Ésta oscila entre los 8 grados el que menos y pueden llegar hasta los 24 ó 25 grados mediante procesos especiales. Y como te decía, en una botella de vino de misa, mas o menos, un 17% de su contenido es alcohol etílico puro. De modo que no nos liemos, si el zumo de uva no se fermenta, no obtenemos vino. Y no es solo una cuestión de terminologías relativistas. En mi tierra le llamamos (al menos antes así acostumbrábamos) al pan, pan y al vino, vino. Y no nos confundíamos... al menos, antes de que a los yanquis de mierda se les ocurriera invadir nuestras tiendas de productos 'sin' (sin alcohol, sin azucar, sin vergüenza...).
Resumiendo de nuevo: SIN FERMENTACIÓN NO HAY VINO.
Creo que tienes un problema con el uso del español. Al menos a la hora de distinguir el vino del simple zumo de uva recien exprimido. Confundes ambas palabras, quizás por tener (para vuestra desgracia) a los yanquis tan cerca. Por eso, ante la duda, siempre hay que recurrir al diccionario de la Real Academia de la Lengua ESPAÑOLA, que limpia, fija y da esplendor a nuestro idioma (incluso mejor que el MISTER PROPER, ese...).
Otro abrazo en Cristo para ti
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