¿Soy yo o el texto tiene un aire gnóstico disimulado?
El análisis inicial sobre el mundo moderno parece acertado, pero luego se pierde en toda clase de vaguedades orientales que no se sabe ni de dónde viene ni a dónde quiere ir a parar, ampliando la crítica no ya al catolicismo modernista sino mucho más allá, haciéndola extensiva practicamente a la religión completa. No busca la solución en la vuelta al cumplimiento de la perfecta doctrina preconciliar (ojo, la iglesia preconciliar era imperfecta y pecadora también, pero la doctrina si era perfecta, esa es la diferencia), en cambio se pierde hablándonos de una cosa que llama el Conocimiento con mayúscula, que no sabemos qué es, pero que por visto los santones hindúes sí lo saben.
El autor dice que sabe mucho de hinduísmo y budismo, pero no lo parece. Para empezar hablar de ellos como si fuera cosas homogéneas y unánimes no sólo ahora, sino en todos los tiempos. Eso es lo que opina el que no tiene mucha idea, las cosas desde lejos siempre parecen todas iguales, pero cualquiera que se haya acercado a ambas sabe que precisamente homogeneidad es lo que más les falta. ¡¿Que el politeísmo y la realización personal ha hecho escapar al hinduísimo y el budismo de la violencia?! ¡Quizá en Hollywood, pero sólo ahí!
Y digo que el texto tiene un tufo gnóstico porque parece centra toda su crítica en la mundanidad y la atención a la materialidad del catolicismo, que es precisamente la crítica de todas las sectas gnósticas de todos los tiempos (como los cátaros). El catolicismo siempre ha mantenido una equilibrio perfecto entre lo espiritual y lo material, y eso le ha llevado a estar entre los dos fuegos de los hedonistas y de los espiritistas, uno más fuerte que otro según la época. Ambas posiciones erradas pues el hombre tiene las dos dimensiones, la espiritual y la corpórea. Tampoco es negativo que la Iglesia tenga, siempre lo ha hecho y la ha promovido, atención a la ciencia. Comprender mejor la creación es acercarse más a Dios. Y desde luego sirve mucha veces para definir mejor la moral, vaya un ejemplo con el aborto: solía diferenciarse entre los abortos cometidos contra fetos mayores de 40 días, considerados homicidios, y los menores de 40 días, pecados menores al considerarse que aún no tenían alma. Gracias a la ciencia sabemos que el alma debe estar desde la concepción, siendo por tanto homicidio desde ese momento, y por tanto pecado gravísimo. Igualmente la psicología ayuda a distinguir enfermedades mentales de posesiones. La colaboración es de todo punto positiva, sólo es negativa o imposible cuando se imponen la ideología cientificista, que no tiene nada que ver con la ciencia, es ideología.
En mi opinión sólo existe una coincidencia circunstancial con el texto, en su crítica a lo moderno, pero sólo es un paso previo para caer en la espiritualidad gnóstica y orientalizante, con la que nada tenemos que ver.
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