Otro fruto del posconcilio es sin duda el estilo excesivamente familiar adoptado en las versiones de la Biblia hechas en Hispanoamérica o en versiones hechas en España pero adaptadas para su distribución allende el Atlántico. No sé qué opinarán nuestros hermanos hispanoamericanos, pero esa onda de poner el texto bíblico en "ustedes" en vez de "vosotros" a mi juicio rebaja el estilo y la categoría de las Escrituras poniéndolas a un nivel muy vulgar. Una cosa es que, salvo en el lenguaje literario, en Hispanoamérica el vosotros haya quedado en desuso y en el habla cotidiana se prefiera el ustedes (cosa que no me parece mal ni nunca me ha molestado; de hecho, si estoy con hispanoamericanos me sale con más naturalidad el ustedes que el vosotros), y otra escribir la Biblia de forma que ya no parezca la Sagrada Escritura sino una novela. ¿Y qué decir de la versión "latinoamericana" de la Biblia de Ediciones Paulinas (recomiendo huir de los libros y las tiendas de esa cadena como de la peste), llena de fotos y notas a pie de página muy en sintonía con el indigenismo, la (a)teología de la liberación y otras aberraciones por el estilo? ¡Y tengo entendido que hasta existe una biblia (la minúscula es intencional, no un error de tipeo) en lunfardo!