Re: La guerra en el cristianismo y las Cruzadas

Iniciado por
Reke_Ride
Si el católico, a lo largo de su historia se hubiera dedicado a poner la otra mejilla, hoy estaríamos rezando hacia la Meca desde Lisboa hasta Moscú, y aquéllos que tanto critican las Cruzadas, como la Reconquista, como cualquier otra guerra preventiva para frenar al Islam, que hasta día de hoy se han dedicado a mangonear, a pegarse la vida padre gracias al sufragio universal, e incluso a llenarse la boca con conceptos tan nefastos y diabólicos como Ilustración, Enciclopedismo, Humanismo, Constitucionalismo, Falsa Libertè, Egalitè y Fraternitè, probablemente carecerían de manos, narices, lenguas o mucho peor, habrían acabado colgados desde lo alto de alguna grua...ah! y eso de tomar el sol en pelotas en la playita, comer jamón serrano, cocerse con Riberas del Duero, y fumarse algún porrito en el despacho del Decanato, creo que se les iba a acabar.
Mas les valdría el sentirse profundamente agradecidos a esas guerras, y besar el suelo que pisaron aquéllos que las fomentaron, en lugar de ir paseando su baboso pacifismo de tarjeta de crédito.
Muy cierto el texto, y al respecto se me ocurren más cuestiones. Hace dos milenios alguien vino al mundo, predicó la Palabra, sacrificó su vida material por la salvación, era pacífico aunque diese muestra de que también hay violencia legítima (la expulsión de los mercaderes del templo), en fin, que todos conocemos los Evangelios. Y, sin embargo, su vida encarnada y su Palabra generan una violencia extrema en muchos individuos. En ocasiones he tenido la oportunidad de hacer esta pregunta: ¿Por qué insultas y te cabreas con alguien que dió su vida por tí? Puedo asegurar que deja descolocados a muchos. Y si la reacción negativa indica que es algo personal, suelo decir ¿Hay algún motivo por el cuál te moleste que yo sea católico, acaso te debo algo, o es que te consideras que estás en algún lugar por encima de mi?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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