El ministro Montoro hace ya mucho que tendría que haber sido políticamente defenestrado. No ha tomado una sola medida favorable que sea sensata, salvo para mantener el insostenible status quo. Todos nosotros sabemos que los elementos esenciales del Estado son el territorio, la población y el gobierno (entiéndase que no me refiero sólo al consejo de ministros). O sea una estructura con tres pilares, y si uno de ellos se cae se viene abajo todo el entramado, y así desde los discursos de Pericles. Pues este sujeto todavía no ha aprendido esa básica lección.