Respuesta: Por un movimiento tradicionalista en España
Iniciado por
Paco
Te digo mi experiencia. La gente del pueblo pequeño puede ser todo la pasiva que quieras, pero en el momento en que vean que "forasteros" van a presentar una candidatura a la municipales, se van a movilizar en un movimento defensivo para anularla. Eso es así.....
Este aspecto sociológico va a depender del pueblo que se trate. Por ejemplo, en ese pueblo hipotético lucense que mencionas, con un censo de doscientos o trescientos lugareños, sí, se va a producir la reacción que dices. Pero si hablamos de pueblos en pleno proceso de transformación, que en pocos años han doblado, y hasta triplicado, la población con la llegada masiva de gente de otros lugares, incluso muchos con estudios, más, no nos olvidemos de ellos, un tanto por ciento de inmigrantes, a ese "forastero" ya no lo perciben como tal. Es más, en estos casos suelen haber perdido ya el control de las infraestructuras socioeconómicas locales. Es ya frecuente el matrimonio mixto entre "locales" y "forasteros", lo que abre todas las opciones. Además, está la cuestión del tiempo que se lleva residiendo en el lugar. Obviamente, no es igual la situación para el residente que lleva diez, quince, veinte años, que alguien que acaba de aterrizar en el sitio.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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