Por supuesto. Nadie ha dicho aquí que hablar esperanto sea pecado. Y nadie niega que pueda en algunos casos tener sus ventajas. Cada uno es libre de aprender cuantos idiomas quiera. Y cuantos más mejor, si tiene la capacidad para ello. Pero precisamente cuantos más idiomas de verdad conozco menos me gustan los artificiales y más pobres me parecen. Y como de todas formas lo entiendo no me he preocupado de estudiar el esperanto. En cuanto a Zamenhof, está claro que el hecho de haber sido masón en sí no es motivo para rechazar su invento. De guiarnos por ese criterio no podríamos disfrutar de la bellísima música de Mozart. ¿Y rechazaríamos la ayuda de la Cruz Roja en caso de accidente sólo porque Dunant también era masón? A lo que me refería al hablar del rechazo al esperanto era a la filosofía de Zamenhof, a su idea de crear una lengua universal para unir el mundo (ya estaba en germen la globalización) acabando con la variedad que enriquece culturalmente al mundo. La utilidad que pueda tener en algún momento el esperanto u otro sucedáneo de lengua es otra cosa.