Respuesta: Acerca del Plan BOLONIA

Iniciado por
MonicaÑ
Pues a mi me "pilla" de lleno. Mi generación es la primera en entrar con el plan Bolonia a la universidad. Aunque si que me parece bien que mi titulacion sea valida para la Union Europea, es lo que se ha comentado anteriormente esto va a traer muchos problemas a nivel migratorio y como consecuencia se perdera mucho sentimiento nacional. Por lo que no puedo estar de acuerdo con estas medidas, claro que a mi no me servirá de escusa como a los de extrema izquierda para montar barullo.
Con Dios.
La pérdida del sentimiento nacional no sólo viene de la puesta en práctica de iniciativas y acuerdos como el Plan Bolonia. Por ejemplo, el acercamiento de las capitales más importantes entre sí, en mi opinión, es un factor aún más decisorio. Hace 40 ó 50 años recorrer la distancia entre dos pueblos de cualquier provincia, era un "viaje". Quince o veinte kilómetros representaban horas a pie o un desplazamiento monótono en una "camioneta", que era como popularmente se denominaban esos autobuses viejos y desvencijados que todavía se pueden ver en algunas películas.
Hoy, cualquiera se desplaza unos cientos de kilómetros en un "plis-plas". ¿Qué supone ir desde el centro de la península, por ejemplo Madrid, a Valencia para ir a "pasar el día en la playa"? Verdaderamente nada con el AVE. ¿Y qué decir del "puente aéreo"? Aún hay más, como por ejemplo, volar con RYAN Air por el precio de un billete de autobús.
Este es el "espanto" que les produce a ciertos elementos la llamada "Y griega vasca", porque va a dejar el País Vasco convertido en un "apeadero" en la línea de alta velocidad que va a unir, una parte sólo de momento, a la península con toda Centroeuropa.
Otra medida es la realidad práctica de la movilidad del mercado laboral entre todos los Estados miembros de la Unión. La prueba la tenemos en la situación que se está dando de hecho con los sanitarios españoles en Gran Bretaña. Como se descuiden los británicos, van a tener que aprender castellano para ir a visitar al médico. Estos son ejemplos que se me ocurren, pero lo cierto es que el sentimiento nacional es casi inexistente en el perfil común de las plebes europeas, excepto ante los eventos deportivos, pero es un sentimiento folklórico más que otra cosa. Desde mi punto de vista, el sentimiento nacional se da más entre los grupos cultos, por tener sus miembros conciencia de lo que supone, por conocer la propia Historia, por sentirse parte de algo, de un proyecto que se renueva continuamente generación tras generación. Dicho sentimiento es difícil de encontrar entre gentes que están satisfechas de sí mismas.
Entiendo que todavía es pronto para saber si va a cuajar un "europeismo" de mochila, discotequero y movilero, pero también cabe la posibilidad de que resurjan sentimientos nacionales centrípetos entorno a ideas seculares.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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