DESCRIPCION DE LAS MONTAÑAS DE SANTANDER , DE LA CIUDAD,
DE SU PUERTO Y DE SU COMERCIO.
Oobre las costas del mar de Vizcaya, entre las Asturias de Santillana, Castilla la Vieja y la Vizcaya, hay un distrito ó pequeña provincia llamada las Montañas de Santander
y de Burgos , conocida generalmente con el único nombre de las Montañas. La ciudad de Santander es la capital; y su puerto está situado al E. de Santillana, en una península á 20 leguas al O. de Bilbao, y 35 al NO. de Burgos. Su obispado fue erigido en 1754 , haciéndolo sufragáneo de la metropolitana de
esta última ciudad.
Para dirigirse de Bilbao ú Santander por el camino mas recto, es preciso exponerse á muchos peligros en el espacio de 15 leguas largas, en caminos que se pueden llamar impracticables , donde solo se anda á pie ó á caballo.
Este distrito forma parte del pais, cuya conquista costd tan cara á los romanos, y fue después el baluarte de los cristianos contra los moros. Antiguamente gozaba de los mismos privilegios y franquicias que la Vizcaya conserva en el dia; pero prefirió después *er gobernado por las leyes que rigen en el restó de España. Las costas de la provincia de Santander son comprendidas en la costa de Cantabria , que se extiende desde el cabo Ortegal en Galicia, hasta el centro del golfo de Vizcaya; tienen algunos puertos muy útiles para las salidas del comercio, como son: San Vicente de la Barquera, San Martin de Arenas al N. y O., y Castrourdiales al E. de Santander. En esta última dirección está el puerto de Santoña , que podria ser uno de los mas importantes, y preferible sin duda alguna al de Pasages en Guipúzcoa, y es ademas muy propio para la formación de un establecimiento de la marina real. Su entrada es fácil, y de suficiente extensión para bordear; lo cual daria á los buques batidos por las tempestades, la certidumbre de arribar sin temor de chocar en la costa. La bahía es bastante profunda para recibir los navios de mayor porte, y ofrece desde su entrada la gran ventaja de poder anclar en un buen fondeadero llamado del Fraile, evitando asi las borrascas de NO., muy dañosas y frecuentes en aquellos mares. Sin embargo este puerto existe aun casi desconocido, como también su miserable villa, á la cual no llega ningún camino real; y en su hermosa bahía, qne parece formada expresamente para recibir las riquezas de las dos Indias, apenas se ven algunos barcos de pescadores.
El puerto de Santander se aprovecha de este abandono , y atrae á sí todo el comercio de que aquel podía participar ; este es bueno, grande, abrigado, y de un acceso fácil aun en los tiempos borrascosos , para los buques mercantes de todo porte, los que encuentran buen fondo hasta en las mareas bajas. Pero las fragatas de 40 cañones deben esperar el flujo para pasar la barra. El fondeadero está cerca de la ciudad, y los bastimentos que quieren entrar en la dársena interior, se amarran á un muelle de grande hermosura de 30 pies de ancho , que los separa de los almacenes; ventaja incalculable para la prontitud y economía del transporte de los fardos , la vigilancia de los emplearlos, y la certidumbre de embarcar en seco las mercadurías que pueden deteriorarse con la humedad,
Santander es una de las primeras plazas del comercio de España , porque su puerto es del número de los habilitados, es decir, autorizado para hacer toda especie de tráfico con las Aine'ricas , lo cual le proporciona una ventaja real sobre los puertos de Bilbao y San Sebastian; que no siendo de aquel número , pasan por el gravámen de que los buques que expiden á las Ame'ricas españolas, tengan que hacer descanso en Santander para que se registren sus cargamentos, bajo el nombre y consignación de uno de los 42 negociantes inscritos en la matrícula de comercio de esta plaza , y lo mismo deben hacer á su retorno. Estos negociantes se contentan con un interés módico que reciben por prestar su nombre , con lo cual cubren las especulaciones que hacen por su medio los negociantes de Vizcaya y de Guipúzcoa; lo mismo les sucede á los franceses é ingleses establecidos en Santander. Los habitantes de esta plaza, tí indolentes tí poco ambiciosos, dejan á los extrangeros el goce de las ventajas dé su situación y de su privilegio; sin embargo, mas patriotas que en las otras plazas de comercio de España, se dedican menos á la exportación de las manufacturas extrangeras, y sus especulaciones son mas lucrativas; pero como las fábricas españolas no bastan al consumo de las Ame'ricas, recurren á los artículos extrangeros solo para completar sus cargamentos.
El comercio de Santander es tan considerable con las colonias españolas , como con el norte de Europa; y la proximidad de la plaza de Bayona le facilita el paso de los géneros coloniales , por medio de un cabotage muy activo con esta plaza. Las carreteras reales que se comunican con el interior de la España, le facilitan también el transporte de granos, aceites y vinos, de que esta pequeña provincia tiene necesidad, y le suministra Castilla la Vieja. La comunicación con la Rioja, dragón y Navarra se ha establecido nuevamente; mas aun le faltan dos caminos necesarios para aumentar su prosperidad. El uno por la costa del E. hasta Bilbao , y el otro á lo largo de la costa del O. hacia las Asturias y Galicia; porque en el comercio, como en cualquier otra cosa , la prontitud y la seguridad en la expedición son ventajas conocidas.
Las lanas leonesas y sorianas se embarcan en el puerto de Santander; aprovechándose los comerciantes de su localidad , y de un 4 por ioo de rebaja, que disfrutan en la aduana de Burgos todas las lanas que se dirigen á aquel puerto: lo cual prueba que el gobierno ha querido animar las exportaciones por Santander, á quien también ha concedido el privilegio del 2 y medio por 100, sobre la plata moneda y en barras que le llega de la América , mientras paga el doble en los otros puertos del reino.
Por este puerto salen las harinas finas y de segunda clase para América y Europa, valuándose anualmente en 42,000 barricas.
A cuatro leguas de Santander, en la villa de Torrelavega, ha establecido el señor Duque del Infantado una fábrica de hilados de algodón, muy curiosa por su mecanismo, y otras para cardarlo , hilarlo y blanquearlo; de suerte que se fabrican muselinas y otros tegidos, que se aproximan á la perfección de las cotonías inglesas.
La ciudad de Santander está situada en una eminencia, y su puerto defendido por dos fuertes ó castillos. Tiene muchas iglesias, un convento de religiosos y otro de religiosas. Su territorio produce excelentes vinos. Su población es de cerca de 10,000 habitantes, y en su recinto se ven muchas fábricas que contribuyen á su prosperidad: entre estas hay tres de cerveza, de las cuales una sola da 200,000 botellas al año para el consumo de las colonias españolas, donde está muy en uso esta bebida; dos para refinar el azúcar; una de cables, muy acreditada por su calidad y longitud, que llegan á 150 brazas; muchas tenerías, destilaciones é infusiones de licores; una de velas, que produce hasta 1000 quintales cada año; 5 martinetes; 25 fraguas, en las que se trabajan 26,000 quintales de hierro macho: dos fundiciones de anclas para la marina real; cañones, bombas y balas por cuenta del Rey.
En dicha ciudad residen los cónsules extrangeros, á los que deben recurrir los individuos de sus respectivas naciones que están en los puertos de Vizcaya; porque uno de los privilegios de esta provincia , es el no admitir en su territorio ningún agente político ni comercial.
En dicha ciudad hay establecido un tribunal de consulado para los asuntos que tienen relación con el comercio, compuesto de un presidente , 2 cdnsules y 1 2 asesores , que juzgan y sentencian conforme á las ordenanzas de comercio de Bilbao.
Los habitantes de la provincia de Santander son generalmente
amables y muy sociales, y gozan como los vizcaínos del privilegio de nobles. La agricultura no ofrece aqui grandes ventajas, porque solo se cultiva el maiz, sirviendo sus hermosos prados y montañas para pasto de una gran cantidad de ganados de todas especies.
También se benefician algunas minas de hierro tan bueno como el de Vizcaya, y el que no se trabaja en el pais se envia en bruto á las colonias.
Por los estados del tribunal del consulado de Santander, se evidencia que en el arlo 1803 , su aduana cobró 3,000,000 de reale* vellón, solamente del derecho de uno por 100 de los objetos de entrada y salida; y si ;í esta suma se añade la producida por otros derechos, se puede graduar que en dicho año entraron en su puerto mas de 30,000,000 de pesos fuertes.
Itinerario descriptivo de la provincias de España, su situacion geográfica ... - Alexandre Laborde (comte de) - Google Libros
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