DOSSIER: Companys y las mil mujeres que martirizó en vida y las que permitió asesinar.
Lo que han escrito otros mejor que nosotros, no vale la pena intentar emularlo. Presentamos a modo de DOSSIER los artículos aparecidos en el Blog “La verdad ofende”, que ilustran perfectamente la Cataluña que gobernó Companys durante la Guerra Civil. Sobre su alma pesa la responsabilidad política de 8.000 asesinatos, y especialmente a las miles de mujeres que condenó al sufrimiento y la muerte
Agradecimiento y necesidad de memoria
Esta serie de capítulos que hoy concluyen han sido escritos en el año 2010. El ateismo domina hoy la sociedad española y la mentira histórica “roja” (Zapatero dixit) se ha apoderado de la televisión estatal y de la prensa diaria. El pueblo catalán necesita conocer la historia de centenares de abuelas, madres y hermanas catalanas, dignas de ser recordadas por su alto espíritu y sacrificio en defensa de la Fe cristiana, en los dolorosos años de la persecución religiosa. Sus nombres no pueden caer en el olvido ni ser borrados de la memoria. Nuestras mujeres catalanas son un reflejo de las mujeres del Evangelio. Jesús otorga una gran relevancia a las mujeres de Galilea. En primer lugar a su madre, la excelsa Virgen Maria a la que ha hecho Reina de cielos y tierra. El evangelio hace el elogio, entre otras, de la profetisa Ana; de Isabel, la esposa de Zacarías; de la hemorroisa y la viuda de Naín; la samaritana y la mujer que le ungió los pies; la mujer curvada que el Señor cura y la anciana que tira una pequeña moneda en el Templo, y especialmente Marta y María, que le acogen en casa resucitando más tarde a su hermano Lázaro. Consuela a las mujeres de Jerusalén que lo siguen por los caminos de la Pasión, que lo lloran en el Calvario, que observan el sepelio, que visitan el Sepulcro y, finalmente dan testimonio de su Resurrección, como María Magdalena. La gran victoria de la Vida sobre la Muerte.¡Oh las heroicas mujeres catalanas de los años de la persecución religiosa de 1936! ¡Oh sufridas mujeres judías y galileas de los años de la Pasión de Cristo! Toda la Cataluña cristiana del siglo XXI tendría que recordar con respeto a la mujer catalana, que fue una heroína en los años de la persecución religiosa desde 1936 a 1939. Seria muy interesante recoger y explicar en un libro las gestas de todas las mujeres valientes y pacíficas de la Cataluña de aquellos años de persecución religiosa para ejemplo y lección de estas generaciones contemporáneas. Aún son muchas las personas que recuerdan hechos e historias o las han oído contar a sus padres y abuelos. ¿Por qué no nos las explican? Seria lamentable que se perdiesen. La asociación Hispania Mártir compilará todas las vivencias. En todos los pueblos y ciudades hay historias dignas de ser recordadas y recogidas, ya que el azote de la persecución religiosa fustigó toda la tierra catalana. Al mismo tiempo sería muy interesante que si alguien guarda fotografías nos las haga llegar. Esperamos algún día poder llevar a Montserrat una corona de laurel o un ramo de flores al Monumento a la Mujer Cristiana que soñamos un día sea levantado en honor a la historia de la Cataluña mártir. Petición que elevamos al padre Abad. HISPANIA MARTIR C/ Aragón, 268 2º1ª
08007 BARCELONA
Tel. y FAX: 93.467.22.84La caridad de la mujer catalana en las cárceles.
Hno. Virgilio Lacunza (Trifón)
La mujer catalana manifestó de forma generosa su caridad para con los presos víctimas de la persecución anarco-marxista. También en localidades cerca de los frentes de guerra, procuró ayudar a los soldados castigados en batallones de trabajos forzados. En la España rojo-republicana, las cárceles estaban llenas de buena gente; y era tan grande el número de detenidos, que muchos conventos, locales sociales, escuelas y edificios oficiales fueron habilitados como presidios. Muchos detenidos lo estaban provisionalmente, en espera de su ejecución. Mientras tanta buena gente era encarcelada, la mala gente, armados hasta las orejas, eran los amos de la calle y del gobierno; Durruti, García Oliver, Aurelio Fernández, principales jefes de la FAI, junto con los del POUM y del PSUC y de otros partidos políticos, se distinguieron por sus crímenes en contubernio con el gobierno de la Generalitat. Nuestra mujeres de Barcelona, Gerona, Manresa y en general de todo el país, siempre que los guardias se lo permitían, iban a las prisiones y llevaban a los sacerdotes, religiosos y padres de familia encarcelados, mantas para dormir, aunque durmieran en el frío suelo, mudas, ropa de abrigo para el invierno, jerseys, camisas, zapatos, alpargatas, calcetines, pañuelos, jabón, toallas, todo ello bien limpio. En aquellos terribles años la escasez de alimentos para el abastecimiento era general y conocida; sin embargo nuestras mujeres hacían todo tipo de esfuerzos para llevar paquetes a los presos con alimentos nutritivos, como pan, leche, huevos, frutas, y también reconstituyentes como tisanas y medicinas para los enfermos. Procuraban que ningún preso fuera olvidado o abandonado. Las madres de los alumnos ponían un extraordinario interés asistiendo a los religiosos que habían sido profesores de sus hijos, y muchos feligreses intentaban ayudar con víveres y medicinas a sus párrocos y a sus coadjutores. Estas muestras de amor reconfortaban a los pobres detenidos represaliados por causa de su fe. Eran verdaderos cristianos que estaban dispuestos a morir, antes que renegar de Cristo. Las visitas les llevaban esperanza y consuelo. Los hombres, por lo general, no iban a las cárceles a llevar paquetes por miedo a ser detenidos. Iban señoras y chicas, así como también algún chaval de los que tenían al padre encarcelado, no mayor de 12 años. Conocemos centenares de ejemplos. En la cárcel Modelo de Barcelona, para llevar consuelo a los 63 maristas encarcelados, acudían entre otras, las madres de familia del Colegio de San José de Mataró, donde tenían algunos profesores de sus hijos. Hemos leído que la Sra. Pilar Comas iba cada día y pedía nombres de diferentes presos para darles un paquete de comida, animándoles en sus sufrimientos. Hemos recogido también un ejemplo de Figueras: Margarita Vives, que el año 1936 tenía 14 años. Decidida, subió al castillo de San Fernando que dista un kilómetro de la ciudad, para llevar un paquete de ropa y alimentos a Mn. Salvador Clota, detenido junto a un gran número de sacerdotes y ciudadanos ampurdaneses. Aquel castillo que hasta entonces era un cuartel militar, fue transformado por el Comité en cárcel donde se aplicaban duras torturas. El Dr. Pedro Arolas, párroco de Figueras, fue asesinado a pedradas en el cráneo. Cuando llegó la muchacha a la puerta del Castillo, una miliciana armada con pistola y pañuelo rojo al cuello, le dio el alto preguntándole a quien quería ver. La joven Margarita le contestó que “a mosén Salvador que está preso y le traigo ropa y pan”. La miliciana, con mucha mala baba, le contestó que los presos no se podían visitar. Le cogió la barra de pan, la hizo pedazos y con furia la tiró a la cuneta. Imaginémonos la pena de la pobre chiquilla que llorando se volvió a casa. Pasaron unos meses. Se acabó la guerra tras la entrada de las tropas nacionales. La miliciana de Figueras, cuyo historial intuimos no era demasiado limpio, no fue encarcelada. Ni la familia de Margarita ni nadie la denunció. Queremos imaginarnos que a la ex miliciana se le caería la cara de vergüenza al toparse en la calle con Margarita. Mosén Salvador Clota fue asesinado en el Castillo con un navajazo en el vientre, después de sufrir crueles torturas. Cuando la Iglesia recobró la libertad, después de treinta meses, su cuerpo fue exhumado para darle digna sepultura. En aquel momento, brotó de la herida un borbotón de sangre fresca que le manchó la camisa que endosaba. Un prodigio milagroso.Hemos hablado antes de los 62 maristas detenidos en la cárcel Modelo. Formaban parte de un contingente de 107 religiosos. La FAI propuso al hermano Trifón Lacunza que si pagaban 200.000 francos franceses, les dejarían salir de España. Una estafa abominable. Obtenido el dinero, en vez de acompañar a los maristas a la frontera o embarcarlos en un barco extranjero, los recluyeron en el navío español San Vicente en el puerto de Barcelona, después los llevaron a la checa de la calle San Elías formando allí tres grupos. En una noche fueron asesinados 46 maristas. Algunos de los cadáveres los enterraron en una fosa común, a otros los cargaron en un camión y los llevaron a la trituradora de la fábrica de cemento Asland de Montcada. La FAI quería que todos desaparecieran, pero no pudo asesinar a los restantes. 63 maristas fueron conducidos al Palacio de Justicia y después a la cárcel Modelo, a la espera de juicio. Pero ninguno fue puesto en libertad y conducido a Francia: una estafa detestable, una estafa criminal. Aquellos 200.000 francos fueron proporcionados por la Institución Marista francesa a solicitud de los maristas españoles, para evitar que fuesen asesinados. El marista de nacionalidad francesa, Émile Aragou, entró con el dinero a España y los entregó al patrullero anarquista Escorza. La FAI después quería deshacerse del testigo pero no se atrevieron a asesinarlo porque era francés. Le requisaron los francos, la documentación y lo encarcelaron. El consulado de Francia, en conocimiento de los hechos, buscó influencia y liberó al marista francés Émile Aragou, que pudo marchar a Francia.
El conseller Tarradellas
¿Dónde fueron a parar los 200.000 francos? A la consejería de la Generalitat que formaba parte del complot. El anarquista Aurelio Fernández los entregó a Josep Tarradellas, conseller de Hacienda. Tarradellas hizo llevar los francos a Suiza por una persona de confianza que los depositó en el Crédit Lyonnais. Años más tarde, en 1980, cuando en España se implantó un nuevo régimen, Tarradellas fue nombrado presidente de la Generalitat. Una vergüenza para Cataluña. El historiador Miquel Mir y el hermano marista Mariano Santamaría lo cuentan en un libro con pelos y señales. Pobres madres y hermanas de los religiosos y sacerdotes asesinados. Victimas morales de la persecución religiosa, sus lágrimas y oraciones subían al cielo impetrando la paz y la libertad religiosa.
El historiador Miquel Mir, autor de “El preu de la traició”
La Fonda de Cal Ros y las checas
Fonda de Cal Ros en el casco antiguo de Gerona
En Gerona era y aún es muy conocida una fonda o restaurante con el nombre de Cal Ros. Tenía por aquellos años los mejores clientes de la ciudad y comarca; comerciantes, autoridades, estudiantes y artesanos. Se comía muy bien y a buen precio y el trato era excelente, familiar y cordial. Llegó el 18 de julio de 1936 y la persecución religiosa fue muy dura también en Gerona. En la Fonda de Cal Ros, gracias a la bondad, simpatía y discreción del amo, se recogieron de manera alterna hasta siete sacerdotes, a los que tenían escondidos en una habitación fuera de uso muy bien disimulada, en el segundo piso. El señor Dalmau, un excelente gerundense, sincero y dispuesto a hacer el bien, no podía decir que no a los santos sacerdotes que el odio a la Fe quería exterminar, sin ninguna razón humana, a pesar de saber que se jugaba la vida. De esta manera, el sr. Dalmau organizó, secretamente y con mucha destreza, el paso hacia la frontera por la Junquera, de muchos sacerdotes, padres de familia y jóvenes que deseaban o necesitaban huir. Consiguió organizar la huida de 114 catalanes.Debemos agradecer a las criadas y trabajadoras de Cal Ros que con gran discreción y con caridad humana y cristiana, nunca delataron la presencia en el restaurante de disimulados sacerdotes y ciudadanos que huían de la persecución de los comités rojos. Huir de la zona roja era muy peligroso. Las fronteras y los puertos eran vigilados por elementos muy peligrosos. Si un joven en edad militar era detenido en la frontera se lo consideraba un desertor y se lo destinaba a un batallón de trabajos casi forzados o en primera línea del frente de guerra. Al poco tiempo era asesinado con un tiro por la espalda por el comisario político del ejército. Conocemos una gran lista de nombres. Un doloroso calvario para las madres, esposas y novias. Las buenas personas que organizaban expediciones de desertores lo hacían por ideal y altruismo. Pero necesitaban tener contactos con policías “amarillos” que cobraban un canon para extender salvoconductos. También los organizadores de las expediciones tenían contactos con personas del país, muchos de ellos contrabandistas de profesión, conocedores de los caminos de montaña, y que se ofrecían para acompañar a los fugitivos hasta la frontera a cambio de dinero. Ordinariamente viajaban de noche. Había un buen número de guías a lo largo de los Pirineos. Cobraban en joyas o en monedas de plata. Las familias tenían que hacer un gran esfuerzo entre parientes y amigos, y bajo un silencio sepulcral, para recoger la cantidad necesaria y además sin ninguna garantía. Muchas veces la expedición era interceptada por carabineros o milicianos. Unos morían en la montaña, otros podían huir y muchos quedaban detenidos. Hasta el mes de julio de 1936, en España era normal en el comercio la circulación de monedas de plata de cinco pesetas, llamadas “duros” o incluso de una peseta. (Hay que recordar estas cosas a los más jóvenes que desconocen este particular)
El Sr. Dalmau de Cal Ros
El Sr. Dalmau de Cal Ros
Al estallar la Revolución, el día 20 de julio de 1936, el gobierno retiró las monedas de plata, y la gente las escondió convencida de que eran más valiosas que el papel-moneda. También los que huyeron por mar tuvieron que pagar secretamente un canon en plata o alhajas. Una niña de 14 años recluida en una checa También iban a comer a Cal Ros, en tiempos de los rojos, milicianos armados con pistola ceñida a la cintura. Como sabemos eran unos caraduras y unos aprovechados pues comían gratis. Un día uno de ellos vio que el hijo del sr. Dalmau subía por las escaleras arriba unas bandejas de comida. ¿Quién vivía arriba?, sospecharon. Organizaron un registro y encontraron a 7 sacerdotes. Un joven que también estaba escondido intentó escapar y dio un golpe de codo al miliciano que lo detuvo. Con el golpe cayo el fusil al suelo. El joven, en defensa propia, cogió el arma y disparó al miliciano. La fonda y toda la casa fueron usurpadas y cerradas. El señor Dalmau tuvo que huir por un balcón de la parte posterior. Fueron detenidos un hijo, dos nueras y la hija de 14 años que se llamaba Clara.
Duro de plata con el escudo de la República
Los llevaron detenidos a las checas de Barcelona. Recordemos que las checas, invento ruso, eran prisiones de torturas que se hicieron muy famosas en Barcelona, Valencia y Madrid en tiempo de los rojos. Muchos de los que entraban detenidos dejaban la piel después de horripilantes torturas. El obispo Irurita fue detenido y llevado a la checa de la calle San Elias (un antiguo convento) y asesinado después en el cementerio de Montcada. Algunos libros explican detalladamente los tormentos en las checas. Muchos prisioneros asesinados servían de alimento a los cerdos que había en las checas. Otros eran quemados en la fabrica de cemento de Montcada.
Entrada a la checa de San Elias.
En el paseo de San Juan de Barcelona había una checa con la fama de que quien entraba no salía. Una de las pocas personas que salió de allí con vida fue Montserrat Mumany, una madre de familia cristiana. Ella, lo atribuye a una especial gracia de la Virgen de Montserrat. Como dijimos, la niña de 14 años, Clara Dalmau, por tanto menor de edad, fue encerrada en una checa. Hoy es la señora de Can Reig en el gerundense pueblo de L´Estanyol. Simpática y con buena salud, vive rodeada de magníficos campos de avellanos. Nos ha explicado inimaginables historias de los siniestros años de la Revolución anarcomarxista, y especialmente los episodios propios de una chiquilla de 14 años que después de ser liberada de la checa se dedicó con firmeza y decisión a la búsqueda de sus hermanos encarcelados. Su padre, tras grandes obstáculos, consiguió refugiarse en Francia y pasó a la España Nacional.
Parroquia de L´Estanyol en el municipio de Bescanó
Exilio, olvidos y coacciones.
Lola Anglada
Lola Anglada
Son interesantes las múltiples historias de mujeres casadas, catalanas, que desafiando las dificultades del lugar y los peligros, pasaron la frontera clandestinamente acompañando a su marido perseguido por la revolución anarcomarxista. Entre muchos matrimonios citemos a la familia del actual abogado y ex político de CiU Miquel Roca Junyent. Su padre era un destacado propagandista católico. Formaba parte del grupo que el obispo Irurita había organizado para dar conferencias en Barcelona y en diferentes poblaciones de Cataluña. Figuraba en las listas negras que confeccionaban los comités rojos y que querían asesinar. El matrimonio Roca pasó la frontera con dificultad, rezando e implorando a la Virgen de Montserrat. En Francia, cerca de Burdeos, les nació su hijo Miquel. Conocimos también al joven matrimonio Vilallonga, notario de Figueras, que pasaron a Francia a pie por la montaña, por la zona de Puigcerdá, con grandes sufrimientos.Conocemos también a la viuda de Antón Serra Riera, uno de los principales fabricantes de la industria textil del Llobregat. Com bien sabemos, la revolución anarcomarxista se apoderó de todas las fábricas y de las industrias catalanas, las colectivizó y persiguió a muerte a los fabricantes. La viuda Serra se refugió con sus hijos pequeños en San Sebastián esperando el triunfo de las tropas del General Franco para volver a Cataluña. Uno de sus hijos es el ex catedrático de Economía de la Empresa Antón Serra Ramoneda. (nota: ahora en las filas del “Nosaltres decidim: som una nació” ) En San Sebastián encontraron a muchos barceloneses refugiados que como ellos habían cruzado los Pirineos, vía Francia. Hagamos especial mención de la familia Godó, propietarios del diario “La Vanguardia”, escondidos primero en Barcelona y pasados después a Francia para evitar la detención y la muerte. Nunca hemos visto que La Vanguardia recordase aquellos calvarios. ¿Por qué? Al implantarse en Barcelona la Revolución ateomarxista, en julio de 1936, la Generalitat confiscó todos los periódicos y los dio en propiedad colectiva a los sindicatos y partidos políticos que se los repartieron en feroz competencia. Persiguieron a sus propietarios, a los directores y redactores más destacados. Franco, en 1939, devolvió los diarios a sus propietarios. Y continuaríamos añadiendo centenares de historias de matrimonios y señoras que consiguieron huir clandestinamente del terror que imperaba en Cataluña. Muchas personas que hoy quizá nos leen, conocen otras importantes y verdaderas historias. Seria de desear que las explicasen. La asociación Hispania Martyr recoge todas las biografías relacionadas con la historia martirial.
Antón Serra Ramoneda
Un número importante de señoras pudieron exiliarse por mar. La cruz blanca o socorro blanco, clandestinamente, organizaba en Barcelona pasaportes en complot con policías blancos que se hacían pasar por rojos. Era muy difícil y siempre con el peligro de ser descubiertos y detenidos. Conocemos un hecho. Un barco alemán, carbonero, arribó al puerto de Barcelona, y de acuerdo con los consulados y la policía, embarcaron un gran número de personalidades políticas, económicas, intelectuales y religiosas, entre ellas el padre abad de Montserrat. Pudieron embarcarse monjas y algunas señoras pobremente vestidas con alpargatas viejas, para disimular ante los guardias milicianos del puerto. Algunas llevaban joyas escondidas. El barco tuvo dificultades a la salida del puerto. Querían que regresase. Un crucero alemán les esperaba fuera del puerto y amenazó de disparar los cañones en dirección a Montjuich si intentaban parar el barco que emprendía la salida. Los ángeles de la guarda seguramente también debieron escoltar a aquella buena gente perseguida.
Coacciones y hechos reprobables Lola Anglada, residente en Tiana, exquisita dibujante infantil, bajo el terror de la pistola de Met Miravitlles, se vió “impulsada” a dibujar una alegoría a favor del ejercito republicano. A sus padres, la revolución anarcomarxista los había arruinado y eran mal vistos por el régimen rojo. En aquellos años muchas personas de “derechas” se vieron obligadas a colaborar, sin ganas, por miedo a represalias.Met Miravitlles , Comisario de Propaganda de la Gneralitat, acompañó a un grupo de voluntarios de las Brigadas Internacionales a Montserrat, huérfano el monasterio de monjes y escolanes. Entraron en la Basílica, puño en alto, cantando la Internacional comunista hasta el altar. Era el triunfo del ateismo sobre la Fe cristiana y montserratina. A la Virgen de Montserrat le debieron saltar lágrimas de pena, en su refugio. El abad Marcel, antes de huir del monasterio, perseguido, escondió la imagen de la Moreneta en un lugar secreto del cenobio. Era el mes de julio de 1936. La Moreneta sufrió cautiverio hasta la entrada del ejercito de Franco, que ocupó Montserrat sin ninguna acción de guerra. Las tropas republicanas huyeron a la frontera. Entonces, el padre Aurelio Maria Escarré, que seguía como capellán de las fuerzas nacionales, por indicación del padre Abad que estaba en Roma, devolvió la Moreneta a su Trono. Era el 23 de enero de 1939. A partir de aquel momento, el pueblo catalán pudo cantar de nuevo con voz fuerte : “Rosa d´Abril, Morena de la Serra”
Comisario Mel Miravitlles
El glorioso Tercio de Requetés de Ntra. Sra. de Montserrat rinde homenaje a la Virgen
DOSSIER: Companys y las mil mujeres que martirizó en vida y las que permitió asesinar. « SOMATEMPS
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