Muy buen enlace, es más que recomendable. Además, el autor debe tener formación científica pues conoce muy bien ciertos procesos y su interpretación.
No obstante, hay que ser crítico con el evolucionismo como movimiento más filosófico que empírico, pero la evolución existe y no debe ser rechazada por sus mecanismos, sino por el mal uso ideológico que se hace de ella. Y ello ¿por qué?
[I]SUPERSTICIONES
En el diccionario de la RAE, edición electrónica de 1995, encontramos para la palabra <<Superstición>> los siguientes significados:
1. Creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón.
2. Fe desmedida o valoración excesiva respecto de una cosa. Superstición de la ciencia.
En los párrafos siguientes se verá que la segunda acepción puede ser útil y aplicable...
La selección natural.
En un documento de Alfred Russel Wallace, presentado a la Sociedad Linneana de Londres en 1.858 y en el libro de Charles Darwin Sobre el Origen de las Especies, impreso en 1.859, se sostiene que la vida progresa por dos causas:
* Constantemente se producen pequeños cambios que influyen en las propiedades de los seres vivientes y que son transmisibles hereditariamente.
* El mecanismo de selección natural, que consiste en la supervivencia del más apto en las situaciones de escasez previstas por la ley de Malthus, hace que de todos los pequeños cambios, sólo se conserven aquellos que mejoran la probabilidad de supervivencia de las criaturas.
Como consecuencia de los dos principios anteriores, la acumulación de pequeños cambios sucesivos conduciría a la aparición de nuevas especies, sin más influencia importante que el origen de los pequeños cambios y la selección natural. Darwin rechazaba la posibilidad de que se produjeran rápidamente grandes cambios, formulando el principio "Natura non facit saltum".
Darwin adoptó el concepto biológico de evolución que otros, como Lamarck y su propio abuelo Darwin, propusieron y defendieron antes que él, con la denominación de transformismo. La importancia de su contribución, reside principalmente en el descrubrimiento del citado mecanismo de la selección natural como motor de la evolución, que realizaron él y Russel Wallace independientemente. (...) Tiene, además, la virtud de que para comprenderla no se requiere una formación matemática o científica. Pero ¿es una teoría científica?, ¿es una teoría correcta?
El caso es que Darwin y Russel Wallace formularon la teoría de la selección natural sin soporte experimental ni justificación suficiente, ya que en su época se desconocían los mecanismos de la herencia, que todavía hoy guardan muchos secretos. Tampoco contaban con un soporte paleontológico adecuado. No se basaron en experimentos reproducibles, sino en su intuición. Por consiguiente se comprueba que no se elaboró una teoría científica, sino una hipótesis filosófica de tipo materialista. Además, Darwin tuvo un gran éxito en difundir y justificar la idea de la evolución, que aunque no era suya comúnmente se le atribuye(...)
La evolución biológica creo que no es discutible, ante la abrumadora colección de evidencias que la soportan. Lo que sí admite discusión en nuestra época son los procesos que intervienen en ella, y negar la evolución biológica sería tan arriesgado como negar la evolución geológica, aunque no exista parecido alguno entre ambas evoluciones; mientras que la geológica sigue el principio de la escala creciente ( entropía creciente <<aumento del caos>> y energía potencial decreciente, salvo los cataclismos provocados por fuerzas telúricas o meteoritos), la evolución biológica sigue justamente el camino opuesto. Para que pudieran compararse, la evolución geológica tendría que ser capaz de producir el Taj Majal.
Para explicar la evolución biológica Darwin propuso una combinación de cambios graduales y la supervivencia del más apto, que no ha resistido el paso del tiempo sin importantes rectificaciones. Ya la teoría se modificó entre 1.930 y 1.940 con el nacimiento de la llamada Teoría Sintética de la Evolución o Nueva Síntesis. Luego, ha experimentado notables transformaciones adicionales, llegando en la mano de Eldredge y Gould al concepto de Equilibrio Interrumpido, según el cual los grandes cambios evolutivos ocurren en el transcurso de muy pocas generaciones en un entorno virtualmente aislado. Estos nuevos planteamientos prácticamente arrinconan el principio Natura no facit saltum(...)
La aparición de la vida.
Charles Darwin en una carta escrita en febrero de 1.882, pocos meses antes de su muerte, expresaba la esperanza en que en algún día se llegase a demostrar la posibilidad de la aparición de seres vivos a partir de la materia inorgánica, de forma natural. Evidentemente, no se trataba de una teoría científica, sino de una especulación filosófica acorde con su deseo de perfeccionar su marco teórico materialista.
Podemos afirmar sin lugar a dudas, que la probabilidad de que la vida emergiera de la materia inorgánica en un momento cualquiera, era nula previamente a dicho momento. Como explica J. Monod (un materialista ateo), , la justificación de esta afirmación deriva del concepto de probabilidad, al aplicarlo con carácter previo a un hecho singular( cuya repetición no se conoce que se haya producido nunca) , entre todos los sucesos del Universo. A pesar de sus convicciones materialistas, Monod consideraba la aparición de la vida como un enigma, ya que en el supuesto (altamente improbable) de haberse producido la síntesis de un gen, este no hubiera podido funcionar, porque el mecanismo de traducción del código genético requiere la presencia de al menos cincuenta componentes macromoleculares complejos, cuya especificación se encuentra a su vez codificada en el propio ADN.
El paso espontáneo de la materia desordenada a la vida ( que implica materia altamente ordenada), choca frontalmente con la Segunda Ley de la Termodinámica, que establece la regla del desorden creciente. De acuerdo con esa ley, el aumento del orden (disminución de la entropía), solo puede conseguirse SI ALGUIEN REALIZA UN TRABAJO. Se requiere UN SUJETO CON EL ADECUADO CONOCIMIENTO y CAPACIDAD DE ACCIÓN, que, además, del aumento del orden PRODUZCA UN AUMENTO MAYOR DEL DESORDEN EN OTRO PUNTO DEL UNIVERSO.
(...) La fe materialista no se preocupa demasiado por la teoría de las probabilidades, ni por la Segunda Lay de la Termodinámica, así que no es nada difícil encontrar personas que expresan solemnemente su convencimiento de que la materia generó la vida espontáneamente, y que además piensan que el criterio responde a una verdad demostrada científicamente: La superstición se manifiesta de nuevo..
(Atilio González Hernández, Ingeniero de Telecomunicaciones. En textos y artículos de www.unav.es/cryf "Comentarios sobre la nueva fe del materialismo".)
Quien quiera puede ampliar la lectura de este artículo y otros muchos en esa dirección de la Universidad de Navarra.
Decía al principio que no hay que rechazar la evolución porque sí. Quienes estamos frente al materialismo, es decir, la versión cientificista del ateísmo, debemos, y podemos demostrar, la falsedad de sus planteamientos. Pero si nos posicionamos directamente con una negación de la evolución no habrá posibilidad alguna de ser escuchados. Más aún, si se da la ocasión de un debate, tendrán a la audiencia de su parte "a priori" y establecerán inmediatamente una falacia inductiva de tipo general, afirmando que si se está contra la evolución es porque se está contra la ciencia, concluyendo que eres un creacionista y ahí se acabó el diálogo. A partir de ese instante la audiencia, la que sea, será suya. Por tanto, hay que dominar la temática para poder rebatirles y demostrar su superstición. La carga de la prueba nos corresponde a nosotros, lo que no excluye que se recurra a argumentos tomistas, por ejemplo.
Por otra parte, resulta absolutamente inadmisible que se identifique "Ciencia" sólo con las ciencias particulares de la naturaleza -física y biología--, pues de ese modo, cualquier otro vía de acceso al conocimiento tendrá vedada tal condición. Cuanto más, si dicho conocimiento es metafísico, es decir, la filosofía. Por ello, no se ha de asentir nunca a semejante falacia. No olvidemos que ellos no dudan en usar el argumento filosófico cada vez que les conviene, pero se lo niegan a quienes les rebaten sus posiciones materialistas.
Por último, resulta inconcebible que todavía los libros de texto den por científicamente válida una teoría que no lo es. Cuestión aparte son los planteamientos del autor reproducido, que sí corresponden a una realidad. Pero en los libros de texto se sostiene la asociación clara entre Darwin y la evolución. Ello indica un claro desconocimiento del tema en los autores de dichos textos y en buena parte del profesorado encargado de impartir la materia, con una clara ausencia de sentido crítico.
Un saludo en Xto.
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