Estimados Liga Santa y Valmadián:
Aun estando de acuerdo en lo fundamental con ustedes, quiero hacer una matización sobre el particular tema que tratamos.
No se trata de valorar, enjuiciar, condenar o "lavar los trapos sucios" del componente humano de la Santa Iglesia católica. A lo largo de los siglos, desde San Pedro, (que negó tres veces a Jesús) pasando por obispos amancebados con barraganas, religiosas con hijos naturales en los conventos, curas codiciosos que rozaban la usura, incluso ejemplos hay de manos manchadas de sangre dentro del componente humano en la historia de la Iglesia. Todo ello es comprensible en su contexto histórico, pero con todo y con ello no se puede decir que los católicos o su iglesia "sean malos" o "sean hipócritas".
Este ataque, -que como decía en mi último post-, parece estar organizado, viene a tratar de hundir la moral de algunos fieles, justo ahora, que se presenta a las puertas de nuestro calendario la Semana Santa.
Por ello es importante recordar los abusos (sodomía, pedrastía, cohecho, malversación, asesinato...etc) que los representantes de la Democracia han cometido a lo largo de su historia (y siguen cometiendo) y no por ello ningún "canta mañanas" de estos masones que tenemos nos insinúan que renunciemos a su "sacrosanta democracia", ni piden perdón ni nada por el estilo.
Otro aspecto a tener en cuenta (y es lo que trataba de reflejar con las entradas de este hilo) es que algunos de los más reputados personajes del mundo en que vivimos -y alzados al altar de la fama- en sus respectivas artes a lo largo de los siglos han sido verdaderos degenerados o individuos dignos de ser arrojados a la fosa más osucra del planeta, y no obstante, sus "seguidores" los veneran y nos lo ponen como ejmplo a seguir incluoso como modelos para nuestra juventud. En algunos casos nos instan a reconocer su arte, su obra, su política, aunque por lo bajito reconocen que eran unos pervertidos o unos "pedrastras".
¿Perdonarán ellos los fallos con igual indulgencia de los sacerdotes católicos pillados en aberrantes faltas? ¿Porqué nos exigen a nosotros -los católicos- que seamos rigurosos con nuestros pecadores, pero al mismo tiempo nos meten con calzador a sus delincuentes en nuestras vidas?
Estimados Valmadián y Liga Santa, ese el problema y no otro.
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