Es que nadie dijo que eso iba a ser fácil. De hecho, no lo es y es una prueba de fuego para vencer una de las grandes tentaciones del mundo. Para estar con Dios y probarse digno de Cristo se debe superar al mundo, Él lo hizo. ¿Y no es acaso ser buen cristiano cuando imitamos la vida de Jesús?“Vivimos en un mundo libre y me doy cuenta de que muchos curas consideran muy difícil practicar el celibato”, ha declarado el cardenal Keith O’Brien, arzobispo de Edimburgo, de 74 años de edad, citado por la cadena BBC.
Lo que pasa es que las nuevas hornadas son cada vez más blandas, más modernistas, y si a eso le sumamos que las nuevas tecnologías se usan para fomentar ciertos aspectos digamos venenosos de la moral y que las rameras de Babilonia son mucho más escandalosas que antes, pues el nivel se complica. Pero yo eso lo veo como un reto a superar (humillar al Diablo con sus nuevos sofismas) y revalidarse como Ministro de Dios, no como una excusa para caer en las tentaciones.
Aquel que no se entrega totalmente a Dios porque tiene en la cabeza el fornicio (y esto lo ve como un obstáculo) entonces es que ni tiene el corazón limpio ni el sacrificio - entendido como la renuncia voluntaria de un bien menor para la obtención de un bien mayor - es válido ni genuino.
Así nos va.
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