A Benedicto XVI y a Juan Pablo II también los han llamado de todo los progres, los zurdos y los maricones. A quien persiguen en realidad es a la Iglesia. No me sorprende nada que haya gente que lo esté criticando y se burle de él. No niego que Francisco haya dicho la verdad sobre los homosexuales y sobre muchas otras cosas. Y lo seguirá haciendo. Pero tiene que ser coherente en todo. Hacer esto sin dejar de hacer aquello, como dijo Jesús a los fariseos. Y por supuesto que ha dicho cosas muy acertadas en su primera homilía, que suscribo totalmente, como lo de que sin la cruz somos mundanos y no somos discípulos de Cristo.
La verdad es que es muy significativo que no sólo los judíos, sino los masones, los teólogos heréticos (como Hans Kúng) y los propugnadores de la (a)teología de la liberación (Boff) le estén echando tanto incienso.
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