Realmente creo que NO se trataba de una persona con mucho dinero, sin embargo sí una persona MUY trabajadora y SACRIFICADA.
Ahora casi cualquier propiedad inmiobiliaria en Vizcaya es carísima pero hace unos veinte años o quizás treinta, los caseríos y las torres por supuesto se vendían por cuatro perrras. Muchos "cuando no estaba de moda" aprovecharon la ocasión para invertir sus ahorros y sus fines de semana restaurando ellos los caseríos/ torres y ahora todas esas personas tienen un importante patrimonio inmobiliario. Además, en los años 80 los gobiernos del PNV fomentaron esto con leyes y subvenciones adhoc encaminadas a que las "familias arrendatarias" se hicieran con la propiedad de los caseríos que habían gestionado y vivido.
Respecto a las torres. Todavía es posible hacerlo en pueblos remotos de Castilla, Extremadura y Aragón. Sólo hace falta tener las ganas y el espíritu de sacrificio necesarios.
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