Cirujeda, creo que hay que entender la propuesta en su justo marco, esto es, un planteamiento teórico para mejorar la situación actual.
A mi me gustan muchos de sus principios, y creo que habría que hacer matizaciones respecto de otros.
Por ejemplo, el principio de "humanización de la economía" y de la multiplicación de oferentes reduciendo la dimensión de los mismos, es obvio que genererá pérdidas de competitividad en el corto plazo, pero por otra parte, generaría oportuniddaes de auténtica independencia económica para muchísimos millones de personas, a los sacaría de la condición de proletarios "dependientes" para convertirlos en "autónomos independientes generadores de riqueza".
Además, en el largo plazo y dado el actual ritmo de concentración empresarial, creo que es la única forma de garantizar la auténtica libre competencia.
Sobre si estos principios son trasladables a todos los mercados (transporte, telecomunicaciones...), pues, no lo veo viable, quizás la fórmula sea una economía dual con sectores "gigantes y globales" y otros "locales y de dimensión humana", no lo sé, lo que sé es que la situación actual NO es satisfactoria y tiende a emperorar y que nuestra obligación es la de buscar una tercera vía. Y esta puede venir de un mayor desarrollo de la teoría distributista.
Última edición por DON COSME; 22/05/2009 a las 10:31
Pero es que no veo la forma de llevarlo a cabo sin utilizar la coacción estatal.
¿Qué pasa con las grandes empresas actuales? ¿Hay que disolverlas por la fuerza de la Ley y utilizando la policía?
¿Una empresa de diez o cincuenta trabajadores empresarios va a poder fabricar aviones? ¿Y, además, a precios competitivos? Si los precios no son competitivos, ¿hay que obligar a las compañías aéreas a comprar esos productos aunque sean más caros o de peor calidad?
A más tamaño de la empresa, más división del trabajo, más especialización, más competitividad, más ahorro: Más riqueza, menos pobreza. No vaya a ser que por "humanizar la economía" la hagamos ineficiente y, finalmente, suframos más.
Lo de los recursos agotables o el beneficio a corto plazo no son consecuencia de la libertad económica sino de la inseguridad jurídica en cuanto a los derechos de propiedad. Si sabes que algo tuyo (un bosque, por ejemplo) no te lo va a quitar nadie, no te lo cargas con una sobre-explotación. Si sabes que en cualquier momento te lo pueden quitar, tratas de sacarle el mayor rendimiento posible cuanto antes. Los empresarios son aquellas personas que renuncian a un beneficio actual para obtener otro mayor en el futuro.
Por otra parte y por experiencia propia, sé que la mayor parte de la gente no quiere riesgos empresariales, sino que prefieren salirse de la incertidumbre del mercado siendo, sencilla y llanamente, empleados. Es más, buscando seguridad prefieren la gran empresa a la pequeña, y no digamos el ser funcionarios. La gente quiere seguridad, no riesgos. En su mayoría, no les interesa otra cosa. Prefieren ganar menos, pero seguro.
Y lo que buscan en su trabajo no es tanto "realización" como dinero. Quieren un medio de subsistencia ante todo.
"La Verdad os hará libres"
Cirujeda:
- El Distributismo parte de algo que ha existido, como es la economía en la Cristiandad, rota en especial por la expansión protestante. No se trata de volver al pasado, se trata de sentar unas bases sobre algo real, que se ha aplicado y que, con los cambios, puede volver a aplicarse en esencia, socialmente. ¿ Que todo iba a ser de maravilla ? No, para paraísos en la tierra tenemos a marxistas y liberales.
- Yo entiendo muchísimo menos de economía que tú ( Como de tantas otras cosas ), pero no me convence lo de la producción. Y no me convence en tanto y en cuanto a que a día de hoy la capacidad productiva es quizá mayor que nunca y sin embargo gran parte del mundo literalmente se muere de hambre. Creo que hay " demandas y ofertas " realmente inexistentes ( Eso de los intereses creados ), creo que hay que eliminar la usura y la especulación y creo en la justa distribución de la propiedad.
- Y reitero: El Distributismo, como otras doctrinas de " signo corporativista ", viene al calor del Catolicismo Social.
En el actual contexto neopagano, no creo que pueda funcionar. Se cuenta, por lo visto, con una cierta bondad o, por lo menos, principios morales por parte de las personas. Eso sin entrar en economía pura.
No quiero opinar más sobre el distributismo hasta que pueda informarme algo mejor sobre qué es. Lo que he leído ha sido corto y superficial. La verdad es que no le veo una relación directa con el corporativismo que encontramos en la Rerum Novarum, que no habla en ningún momento de hogares autosuficientes.
Creo que hay autores que se olvidan de que la Doctrina Social Católica no es una tercera vía, sino que pertenece al campo de la teología. Concretamente, como decía Juan Pablo II, al campo de la teología moral.
Por esa razón, da criterios morales, pero no técnicas o sistemas económicos.
"La Verdad os hará libres"
Pero cómo que no los da hombre, claro que los da. De hecho ahí lo que se expone en todo caso es una introducción. Irmâo de Cá ha puesto un buen enlace, aunque está en inglés.
Bueno, vamos a exponer algunas cosillas:
G. K. Chesterton y Dorothy Day sobre la economia: distributismo en ...
Hispánitas - Distributismo - Diccionario Político - Glosario
Distributismo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Saltar a navegación, búsqueda
![]()
Granja distributista de Ontario fundada bajo los criterios distributistas
El distributismo, también conocido como distribucionismo, es una tercera vía económica, entre el socialismo y el capitalismo, formulada por pensadores tales como G. K. Chesterton y Hilaire Belloc para aplicar los principios de justicia social teóricamente articulados por la Iglesia Católica, especialmente por el Papa León XIII en su encíclica Rerum Novarum.
De acuerdo con el distributismo, la propiedad privada sobre los medios de producción debería estar distribuída lo más ampliamente posible entre la población, en vez de estar centralizada bajo el control de unos pocos burócratas del gobierno (como en muchas formas de socialismo) o en una minoría que comanda los recursos (como en muchas formas de capitalismo). Un resumen sobre el distributismo se encuentra en una declaración de G. K. Chesterton: "Mucho capitalismo no quiere decir muchos capitalistas, sino muy pocos capitalistas."[1]
Contenido
[ocultar]
- 1 Principios
- 2 Historia
- 3 Propiedad privada
- 4 Teoría geopolítica
- 5 Influencia
- 6 Textos fundamentales
- 7 Pensadores
- 8 Referencias
- 9 Enlaces externos
- 10 Enlaces externos en Inglés
Principios [editar]
Esencialmente, el distributismo se distingue por su promoción de la distribución de los bienes. Sostiene que, mientras que el socialismo no permite a las personas la propiedad de bienes de producción (todos están bajo el control del Estado, la comunidad, o de los trabajadores), y mientras que el capitalismo permite sólo a unos pocos la propiedad de estos, al contrario el distributismo trata de asegurar que la mayoría de las personas se convertirán en los propietarios de la propiedad productiva. Como Hilaire Belloc dijo, el Estado de distribución (es decir, el Estado que ha aplicado el distributismo) contiene "una aglomeración de las familias de diversos niveles de riqueza, pero, con mucho, el mayor número de propietarios de los medios de producción." Esto hace más amplia distribución. No se extenderá a todos los bienes, sino sólo a los bienes productivos, es decir, que los bienes que producen riqueza, es decir, las cosas que necesita el hombre para sobrevivir. Incluye la tierra, herramientas, etc.
A menudo se ha descrito como una tercera vía de orden económico, además de socialismo y capitalismo. Sin embargo, algunos lo han visto más como una aspiración, que ha sido realizada con algún éxito en el corto plazo por el compromiso con los principios de subsidiariedad y la solidaridad del cooperativismo (que se construye en estas cooperativas locales financieramente independientes, uniendo propiedad privada y mercado con trabajo colaborativo e igualdad de decisión).
Historia [editar]
Mientras que las encíclicas papales eran un punto de partida, Belloc y Chesterton se basaron mucho en sus sugerencias sobre qué cambiar hoy día analizando lo que funcionó en el medioevo antes del desarrollo de la filosofía capitalista fuera articulada por primera vez por Jean Ouidort en la teoría de “homo economicus” en “De potestate regia et papali”
La articulación de las ideas del distributismo se basaron en las enseñanzas papales de los siglos XIX y XX, comenzando con el Papa León XIII y su encíclica “Rerum Novarum”. En Estados Unidos, corriendo los años 30 del siglo XX, el Distributismo fue tratado en numerosos ensayos por Chesterton, Belloc y otros en “The American Review”, publicada y editada por Seward Collins
El distributismo fue después adoptado por el Movimiento del Trabajador Católico, en conjunto con el pensamiento de Dorothy Day y Peter Maurin concerniendo a comunidades independientes y localizadas.
Dorothy lo describió en esta forma: "La meta del distributismo es la propiedad familiar de tierra, talleres, tiendas, transportes, comercios, profesiones, y así más. Propiedad familiar es el medio de producción tan ampliamente distribuido como para ser la marca de la vida económica de la comunidad - este es el deseo de la distribución. Es también el deseo del mundo (El Trabajador Católico, junio de 1948.)
Propiedad privada [editar]
En semejante sistema, la mayoría de la gente podría ganarse una forma de vivir sin tener que depender del uso de la propiedad por otros. El ejemplo de gente ganándose la vida de esta manera serían los granjeros que son propietarios de sus propias tierras y las maquinarias para explotarla. La idea es reconocer que semejante propiedad y equipo pueda ser de copropiedad de una comunidad local más grande que una familia, por ejemplo, socios en un negocio.
Teoría geopolítica [editar]
Orden politico [editar]
El distributismo no favorece un sistema político sobre otro, sea este la monarquía o la democracia. El distributismo no necesariamente apoya al anarquismo, aunque algunos distributistas, como Dorothy Day, eran anarquistas. El distributismo no apoya un orden político hacia el extremo individualismo o estatismo.
Partidos politicos [editar]
El distributismo no se afilia con ningún partido político. En Inglaterra hay algunos partidos políticos que exponen ideas distributistas.
Influencia [editar]
E.F. Schumacher [editar]
El distributismo es conocido por haber tenido una gran influencia sobre el economista E. F. Schumacher, autor del libro "Lo pequeño es bello" sobre economía en red, quien se convirtiera al catolicismo.
Textos fundamentales [editar]
- Rerum Novarum (1891) Encíclica Papal, León XIII
- Quadragesimo Anno (1931) Encíclica Papal, Pío XI
- Centesimus Annus (1991) Encíclica Papal, Juan Pablo II
- What's Wrong with the World (1910) por G. K. Chesterton
- The Outline of Sanity (1927) por G. K. Chesterton
- The Servile State (1912) por Hilaire Belloc
Véase también [editar]
- Renta básica
- Crédito social
- Cooperativismo
- Democracia económica
- Mutualismo (economía)
- Socialismo gremial, tendencia históricamente relacionada
- Personalismo comunitario
- Fiscalidad monetaria
Pensadores [editar]
- Hilaire Belloc
- Cecil Chesterton
- G. K. Chesterton
- Dorothy Day
- Eric Gill
- Padre Vincent McNabb O.P.
- Arthur Penty
- Peter Maurin
- E. F. Schumacher
Referencias [editar]
- ↑ G. K. Chesterton, "The Uses of Diversity", 1921.
Enlaces externos [editar]
- G. K. Chesterton y Dorothy Day sobre la economía Distributismo en lugar de neoliberalismo
- G. K. Chesterton y el distributismo
Enlaces externos en Inglés [editar]
- What's Wrong with the World (1910) por G. K. Chesterton
- The Outline of Sanity (1927) por G. K. Chesterton
- Temporarily Disabled
- distributism : Distributism Forum Distributism Yahoo! Group
- Temporarily Disabled
- A Distributist Page
- Distributism
- http://mdemarco.web.wesleyan.edu/gkc/distrib/
- The Distributist Review
- The ChesterBelloc Mandate
- La Espada y el Canon
- The New Distributist League
Obtenido de "Distributismo - Wikipedia, la enciclopedia libre"
Categorías: Sistemas económicos | Cristianismo y política | Economía alternativa
¿ Pero qué es libertad económica ? ¿ La usura y la especulación ? Muchos de esos países no tienen libertad económica porque son dominados directamente desde los que mandan en la globalización. Cirujeda: Podemos seguir pensando que hay libertad económica, pero no, a día de hoy no existe.
Imagínate, por ejemplo, que en España se encontrara petróleo. Imagínate que un dirigente medio decente dijera que no iba a poner el petróleo en las manos de yanquis, ingleses o franchutes, sino que lo iba a aprovechar como recurso natural para el motor económico de su país. Eso fue lo que quiso Salazar cuando se descubrió petróleo en Cabinda. Ni la Pérfida Albión, ni la Gringada, ni Franchutia, ni la URSS ni la Cuba de Castro se lo perdonaron. Si años antes había sido continuamente amenazado, ahora venía lo bueno. No es que Salazar fuera perfecto, pero lo que quiero decir es que hoy no existe libertad económica. Existen determinados " rols " de producción que o bien cumples o bien te hago una guerra preventiva. Te la hago mejor si eres débil, claro. No es lo mismo Irak que Rusia o China, o hasta Arabia Saudí, ya puestos.
En el mundo capitalista, heredado de la mentalidad calvinista ( Donde el dinero es una bendición determinista ), nunca ha habido esa supuesta libertad económica. Esa " ayuda exterior " va determinada a controlar esos " roles ", como está pasando con los minerales en África.
Es cierto que en otras épocas las carestías de alimentos y etc. podían producir serios baches alimentarios. Por eso mismo, si hoy hay más capacidad productiva que nunca, ¿ cómo es que algunas partes del mundo viven a cuerpo de rey mientras que otras muchas se hunden en la miseria ?
No me opongo a la libertad económica. Pero lo que sí me opongo es a la mentalidad calvinista, a la exaltación del egoísmo y la avaricia, a la planificación global, a la injusticia social, al caos en la propiedad, y por supuesto, al estatalismo; y a día de hoy, vemos que capitalismo y socialismo se van fusionando, no son tan excluyentes: China. ¿ Rusia ? Algo hay. ¿ Obama ? También.
Última edición por Ordóñez; 22/05/2009 a las 13:38
Ordóñez:
Es cierto que muchísimas personas se mueren de hambre, pero también lo es que, en otros tiempos, sólo unos pocos privilegiados comían decentemente todos los días. En la actualidad, nos encontramos con sociedades enteras que, casi al cien por cien, no pasan hambre.
Hay un denominador común en las naciones pobres, compuesto por La falta de libertad económica, la ausencia de instituciones fiables, la carencia de un sistema jurídico fuerte y capaz de hacerse respetar.
Hay otro elemento que se da en la mayoría de esas naciones: Reciben ayuda exterior. Esa ayuda tira por tierra las iniciativas empresariales locales, pues es más fácil consumir cereal regalado por los camiones de la FAO que ir a comprarlo a un productor local.
¿Cómo se puede ayudar desde los países más ricos? Pues, sinceramente, creo que eliminando los aranceles. Si les dejamos vender sus productos aquí, nosotros nos beneficiaremos de mejores precios y ellos podrán desarrollar sus economías, sin depender de limosnas.
Interrelación en vez de autosuficiencia. Humanización de la globalización, en lugar de anti-globalización. Todos nos servimos a todos.
En fin, esto tiene muchas implicaciones.
"La Verdad os hará libres"
No sé si es tan así, Cirujeda; por lo menos lo que he visto siempre por aquí es un deseo de la gente que trabaja en relación de dependencia de independizarse y poner su propio negocio; ésto se vio muy bien en los '90 con la implantación del modelo neoliberal que al cerrarse muchas fábricas los ex-empleados con la indemnización abrían remiserías, videoclubes, drugstores o maxikioscos. Por donde vivo (un área semirrural cercana a Buenos Aires) la mayoría de los vecinos tienen sus propios negocios o trabajan por su cuenta con algún oficio. Generalmente los que se emplean son jovencitos que recién ingresan al mercado laboral (habiendo muchos que trabajan con sus padres).
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
Unos apuntes prácticos.
Es cierto que hacen falta empresas con grandes medios para investigar y desarrollar artículos y tecnología que son necesarios. Pero eso no está reñido con que las haya medianas y pequeñas. El tradicionalismo siempre ha hablado de un sistema múltiple.
Servicios financieros: En un foro decía una persona ajena a esto que cuando queden sólo 3 o 4 cajas de ahorros el trato a los clientes va a ser todavía más despectivo y ladrón. Las cajas de ahorros, cuanto más pequeñas, mejor.
El problema de los oligopodios es que se mueven por los objetivos de proiductividad; y además ni siquiera se trata de, pongamos por caso, objetivos de fabricar muchas armas para ser una potencia militar, sino de vender mierdas, de la forma que sea, como los fondos subprime.
Aún en el mundo actual, al fín y al cabo el orden natural es para todos, sigue siendo evidente para personas sensatas que las pequeñas y medianas empresas dan mejor servicio.
Do Blogue Causa Nacional
O que é o Distributismo?
Por Thomas Storck
Grande parte da História do Ocidente, desde meados do século XIX, foi a história de dois sistemas económicos adversários. Desde o Manifesto do Partido Comunista de 1848, que declarava que “anda um espectro pela Europa”, que de facto, anda um espectro não só sobre a Europa, mas sobre todo o Mundo. Não se trata só do espectro do comunismo mas de sistemas económicos e sociais rivais, que por várias vezes lançaram a Humanidade em convulsões. Para muitos, estas rivalidades acabaram: o comunismo e o socialismo foram derrotados, logo, só resta ao capitalismo reinar triunfantemente sobre o mundo. No entanto, não é este o caso. Numa passagem negligenciada da encíclica Centesimus Annus, João Paulo II realça que as escolhas da humanidade não estão limitadas ao capitalismo e ao comunismo. “É inaceitável que a derrota do chamado “Socialismo Real” nos deixe o capitalismo como único modelo de organização económica” (no. 35). Sendo assim, é obrigação dos Católicos olhar para o Distributismo, um sistema económicos defendido por algumas das melhores mentes da Igreja, na primeira parte do século XX, homens como G. K. Chesterton, Hilaire Belloc, Fr. Vincent McNabb e muitos outros. Vejamos em que consiste o distributismo e porque é considerado por muitos Católicos como mais conforme ao pensamento Católico do que o capitalismo.
Em primeiro lugar, devemos fazer algumas definições dos principais termos que iremos utilizar, especialmente de capitalismo. Muito frequentemente esta palavra não é definida, e cada pessoa lhe dá um significado, bom ou mau, conforme as suas próprias crenças, nunca a definindo claramente. Então, o que é o capitalismo? O capitalismo não é a posse privada de propriedade, mesmo que se trate de propriedade produtiva, pois tal tipo de propriedade existe na maior parte do mundo desde tempos muito remotos, enquanto que o aparecimento do capitalismo é normalmente situado na Europa do final da Idade Média. Talvez a melhor maneira de proceder seja escolher a definição de uma autoridade, e depois analisaremos como é que se enquadra com os factos históricos. Viraremos a nossa atenção para a encíclica Quadragésimo Anno (1931), do Papa Pio XI, em que o capitalismo é definido, ou caracterizado, como “o sistema económico em que o trabalho e o capital necessários para a produção são fornecidos por pessoas diferentes” (no. 100). Por outras palavras, em sistema capitalista normalmente trabalha-se para outra pessoa. Alguém, o capitalista, paga a outros, os trabalhadores, para que trabalhem para si, e recebe os lucros do seu empreendimento, isto é, o que sobra depois de pagar o trabalho, as matérias-primas, amortizações, débitos, etc.
Há alguma coisa de errado com o capitalismo, com a separação da posse e do trabalho? Não há nada de errado em ter uma fábrica ou uma quinta e pagar a outros para as trabalharem, desde que lhes pague um salário justo. No entanto, o sistema capitalista é perigoso e insensato, os seus frutos foram nocivos para a humanidade, e o sumo pontífice tem apelado a mudanças que iriam eliminar, ou pelo menos diminuir, o âmbito e o poder do capitalismo.
Deixem-me explicar as afirmações que acabei de fazer. E para o fazer tenho de fazer primeiro um breve desvio para discutir o propósito da actividade económica. Por que é que Deus deu ao homem a necessidade e a possibilidade de criar e utilizar bens económicos? A resposta é óbvia: necessitamos desses bens e serviços para levarmos uma vida humana.
A actividade económica produz bens e serviços para servir toda a humanidade, e qualquer ordenamento económico deve ser avaliado pela capacidade de preencher este objectivo.
Quando a posse e o trabalho estão separados, tem necessariamente de existir uma classe de homens, os capitalistas, que estão afastados do processo de produção. Os accionistas, por exemplo, não querem saber o que é que a empresa, da qual eles são formalmente os donos, faz ou produz, mas só lhes interessa saber se as acções estão a subir ou quais os dividendos que daí vão retirar. De facto, na bolsa, as acções mudam de mãos milhares de vezes por dia, ou seja, diferentes indivíduos ou entidades, como fundos de pensões, são em parte donos de uma empresa durante alguns minutos ou horas ou dias, e depois vendem-na tornando-se donos de outra entidade qualquer. Naturalmente esta classe de capitalistas passa a encarar o sistema económico como um mecanismo pelo qual dinheiro, acções, títulos e outros equivalentes podem ser manipulados para enriquecimento pessoal, ao invés de servir a sociedade produzindo bens e serviços. Em resultado disto, têm-se feito fortunas através de takeovers hostis, fusões, encerramento de fábricas, etc., por outras palavras, aproveitam o direito de propriedade privada, não para se envolverem na actividade económica produtiva, mas para se enriquecerem independentemente dos efeitos nos consumidores e trabalhadores.
Os Papas justificaram a posse privada de bens, mas se analisarmos os motivos e os argumentos por que o fizeram constataremos que a sua lógica está muito longe da capitalista. Examinemos, por exemplo, a famosa passagem da encíclica Rerum Novarum (1891), do Papa Leão XIII.
Os homens trabalham mais e com mais prontidão quando trabalham naquilo que é seu; mais, aprendem a amar o solo que trabalham com as suas mãos, e lhes provê, não apenas comida para comer, mas uma abundância para ele e para os que lhe são queridos. (no. 35)
Mas, o que acontece sob o capitalismo? Os homens aprendem a amar os certificados das acções que lhes renderão dinheiro, em resultado do trabalho de outra pessoa? A justificação que os Papas sempre fizeram da propriedade privada está ligada, pelo menos idealmente, à unidade entre a propriedade e o trabalho. Acrescenta Leão XIII: “A lei, portanto, deve favorecer a propriedade privada, e o seu objectivo deve ser tornar o maior número possível em proprietários” (Rerum Novarum, no. 35), e este ensinamento é repetido por Pio XI na Quadragesimo Anno (nos. 59-62, 65), por João XXIII em Mater et Magistra (nos. 85-89, 91-93, 111-115), e por João Paulo II em Laborem Exercens (no. 14). Se “o maior número possível… se tornar proprietário”, então a separação fatal entre trabalho e posse, será, se não removida, pelo menos o seu âmbito e influência será diminuída. Já não será a característica fundamental do nosso sistema económico, mesmo que continue a existir.
E isto leva-nos directamente ao distributismo. Pois o distributismo não é mais do que um sistema económico em que a propriedade privada está bem distribuída, no qual “o maior número possível” é, de facto, proprietário. A melhor exposição do distributismo pode, provavelmente, ser encontrada no livro de Hilaire Belloc, The Restoration of Property (1936). Atente-se no título, O Restabelecimento da Propriedade. Os distributistas argumentaram que no regime capitalista, a propriedade produtiva era prerrogativa só dos ricos e que isto lhes dava um poder e influência sobre a sociedade muito maior do que aquilo a que tinham direito. Embora formalmente todos tenham o direito à propriedade privada, na prática esta está restrita aos ricos.
Outra característica do distributismo, que decorre desta, é que numa economia distributista, haverá limites colocados sobre grande parte da propriedade. Antes que nos acusem de que isto parece socialismo, devemos recordar o comentário de Chesterton (em What's Wrong With the World, cap. 6), de que a instituição propriedade privada não significa o direito ilimitado à propriedade, tal como a instituição casamento não significa o direito a ter mulheres ilimitadas.
Na Idade Média as corporações profissionais, exemplo perfeito das instituições católicas, frequentemente limitavam a quantidade de propriedade que cada dono/trabalhador podia ter (por exemplo, limitando o número de empregados), precisamente no interesse de evitar que alguém expandisse demasiado o seu negócio levando outros à falência. Porque se a propriedade privada tem um objectivo, como Aristóteles e São Tomás diriam, ele é assegurar que cada homem e a sua família possam levar uma vida digna, servindo a sociedade. Uma vida digna, e não duas ou três. Se o meu negócio me permite sustentar-me a mim e à minha família, então que direito tenho de o expandir, privando outros do meio de se sustentarem e às suas famílias? Pois os medievais viam aqueles que se dedicavam à mesma actividade, não como rivais ou competidores, mas como irmãos empenhados no importante trabalho de providenciar ao público bens e serviços necessários. E como irmãos uniam-se nas corporações, tinham padres para rezarem pelos seus mortos, apoiavam as viúvas e órfãos, e de modo geral olhavam pelo bem-estar uns dos outros. Quem é que não é capaz de admitir que esta concepção de sistema económico é mais conforme à fé Católica do que a ética selvagem do capitalismo?
O que é o Distributismo? -
Lo mejor para hacer un primer acercamiento al distrbutismo es entender a sus ideólogos, luego a quienes lo desarrollaron y lo desarrollan actualmente. Empezar con Chesterton en mi opinión es bastante acertado, cabe decir que este libro no lo he leido integramente , aunque si he estudiado determinadas partes en manuales de economía social hace unos años con motivo de mis estudios...curiosamente fue lo primero que leí de Chesterton en mi vida, como siempre, sublime.
Los límites de la cordura
El distributismo y la cuestión social
Autor: G. K. Chesterton
Trad.: María Raquel Bengolea
Editorial: El buey mudo
Colección: Ensayo
Precio: 21,50 €
Páginas: 232
"Cualquiera que haya de ser la última etapa de la historia, ningún hombre cuerdo duda ya de que estamos presenciando las primeras. Ya no hay diferencia de tono ni de clase entre el orden colectivista y el orden comercial ordinario; el comercio tiene su burocracia y el comunismo su organización. Las cosas privadas ya son públicas en el peor sentido de la palabra, es decir, son impersonales y deshumanizadas. Y las cosas públicas ya son privadas en el peor sentido de la palabra; esto es, son misteriosas y secretas, y están muy corrompidas. El nuevo tipo de Gobierno comercial combinará todo lo malo con todos los planes para un mundo mejor. No habrá excentricidad, ni buen humor, ni noble desdén del mundo. No habrá nada, salvo una cosa abominable llamada «servicio social», que significa esclavitud sin lealtad. Este servicio será uno de los ideales. Olvidé mencionar que habrá ideales. Los hombres más ricos del movimiento han manifestado muy claramente que poseen cierto número de estos pequeños consuelos. La gente siempre tiene ideales cuando ya no puede tener ideas".
Los límites de la cordura muestra la afinada intuición de Chesterton sobre las relaciones entre la propiedad y la libertad social. Chesterton reflexiona con su perspicacia habitual sobre el sistema social, político y económico. Ninguno puede presentarse con legitimidad sin poner en primer plano, como principio y fundamento de todo, la dignidad de la persona.
Última edición por Mefistofeles; 15/06/2010 a las 01:55
Novidade
A Cigarrilha de Chesterton aparece em boa hora! Promete preencher uma grave lacuna na blogosfera portuguesa no que concerne à divulgação da teoria económica distributista. E digo que promete porque o leque de escribas é de alta categoria. Permitam-se distinguir dois que, com provas dadas, me garantem qualidade acima da media: o amigo JSarto, insigne defensor da Tradição Católica e da boa Doutrina Social da Igreja; o correligionário Manuel Pinto de Resende, importante representante do sempre jovial espírito integralista.
Vão lá, pois, passar os olhos, que vale muito a pena.
Temas: filosofia, política, religião
por Afonso Miguel às 13:42
´http://tribunaonline.blogs.sapo.pt/152568.html
O Distributismo – subordinação da actividade económica à vida humana integral.
Distributismo não quer dizer redistribuição de riqueza por quem nos governa, se assim fosse era socialismo. É a distribuição natural de riqueza, pela repartição ampla dos meios de produção pela sociedade. Isto traduz-se concretamente naquilo a que chamamos empresas familiares ou pertencentes aos empregados, pequenas e médias empresas que actuam dentro do seu espaço local ou regional, pequenos negócios e trabalhos independentes
Chesterton afirmava que “capitalismo demais não significa capitalistas demais, mas sim capitalistas de menos”. O objectivo era o aumento do número dos que possuem propriedade privada, pela aquisição ou criação dos seus próprios meios de produção, em detrimento da dependência de salários.
O distributismo vai contra a ordem económica globalizada e obscura, dependente do poder e de perigosa fragilidade a que hoje chamamos “livre iniciativa”.
A ”livre iniciativa” quer dizer multinacionais e cresceu imoralmente sobre as costas de inúmeros trabalhadores pagos com salários de escravos, sem poderem sustentar as famílias, ou sequer poderem tratar da sua saúde. Não se defende que o Estado deva confiscar a riqueza dos senhores dos monopólios, sugere-se que estes façam justiça aos seus trabalhadores.
O distributismo recusa liminarmente que as pessoas participem na cultura do capitalismo de massas. É um tipo de sociedade e nunca um programa de governo: procura romper com uma ordem económica dominada pelas multinacionais que se espalham pelo Mundo à procura de mão-de-obra escrava, devassam a moralidade pública e privada com os seus vícios, destroem a indústria nacional, usufruem de vantagens que lhes são dadas pelos governos.
O distributismo é uma reacção justa contra os desvios morais e os excessos materiais condenados pelas Encíclicas Papais “Rerum Novarum” de Leão XIII e “Quadragesimo Anno” de Pio XI.
Distributismo e socialismo são opostos, são antagónicos. O distributismo, em oposição ao socialismo, defende a distribuição da propriedade (não a redistribuição da riqueza), para atingir uma ampla partilha da propriedade e dos meios de produção, para conseguir uma verdadeira liberdade económica para o indivíduo e a família, as “células base” da sociedade.
Estamos perante uma “terceira via”, isto é, o distributismo não é capitalismo, nem socialismo. O capitalismo e o socialismo são produtos do Iluminismo, são forças de modernidade e anti tradicionais; o distributismo busca a subordinação da actividade económica à vida humana integral, ou seja, à nossa vida espiritual, intelectual e familiar, conforme a Doutrina Social da Igreja.
Prometheo Liberto: O Distributismo – subordinação da actividade económica à vida humana integral.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores