Pues me queda claro que la intransigencia es común a ALGUNOS -lean bien por favor: ALGUNOS- católicos de ambos lados del océano, a ALGUNOS ateos que no respetan el significado histórico de las religiones ni las creencias individuales, a ALGUNOS indigenistas a ultranza -entre los cuales yo no incluiría al compatriota Tapatio; creanme que yo sí los he visto- a ALGUNOS -más bien MUCHOS- angloamericanos puritanos y racistas. Y esto NO es relativo. Espero que reconozcan en mi comentario anterior los motivos por los que no creo que da igual ser católico que no serlo.
Después de 500 años la intransigencia, los prejuicios y la gente reaccionaria siguen allí, pero por fortuna, España y otras naciones han sabido legar al Nuevo Mundo mucho más que eso; por fortuna, el verdadero significado de su legado cultural -y le pese a quien le pese, en esto incluyo al catolicismo- está por encima de la gente intolerante y reaccionaria.
P.D. Yo SÍ estoy orgulloso de mi herencia hispana, y no creo que nadie deba callarselo si también se siente orgulloso de ella. Basta de eso.
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