Re: Cuba y Puerto Rico
bilidad del sistema español en las Antillas. Preocupaciones expuestasya en otras ocasiones,16 se encontraron ahora en una comunicación de7 de mayo: “juzgo de grave importancia la materia” refiriéndose a losposibles efectos del tratado de paz, pues “aquel desgraciado país se vepróximo a nuevas convulsiones, cuyo resultado puede conducirnosa la delicada posición [...] o a que nos pidan auxilios para defendersede la gente de color ...” para lo cual solicitaba instrucciones.17 Insistióante el gabinete de Madrid sobre los acontecimientos que vendrían
„[...] si con el tiempo y con eficacia no se dan a Puerto Rico los recursos que necesi-ta, la organización que reclama y la fuerza que ha de disponer, para que sostenida porella la moral pública, no vengamos a parar en el desfallecimiento de los trabajos quehay que impulsar, o en un trastorno peor que la miseria”.18
Luchar contra la penetración ideológica independentista sería uno delos objetivos de Mirasol. Por ello, analizó la situación político-socialde Venezuela en aquellos momentos, y la puso en contraposición conla que existía en la isla, ante el gobierno español. Afirmaba:
“Venezuela tiene declarado el principio de igualdad entre las castas de blancos yespañoles, americanos y extranjeros, indios independientes, indios sometidos, indioscivilizados, negros esclavos y demás individuos de las razas mixtas. En Venezuela,por la Constitución de 1811, se dieron a los indios los mismos derechos que a losotros ciudadanos, se prohibió la importación de esclavos y se abolieron las diferen-cias que se hicieron en la época colonial con los pardos, esta ley de oposición connuestro estado y necesidades, que principiará a regir en el año inmediato, tiene porapéndice para perjuicio de nuestra situación el decreto de 18 de febrero de 1834declarando no estar prohibida la libertad de cultos. Y es mi sentir que vuestra exce-lencia reflexione sobre las instigaciones e incidentes a que esto puede dar lugar, com-paradas ambas situaciones, la que va presentando Santo Domingo, y los intereses queexigen de la España mantener el estado actual de las islas cuyo progreso y ventajassociales son otro tanto motivo de empeño para los que se ven contrariados por losresultados en su sistema innovador y quisieran que se sepultase hasta el nombreespañol en medio de desastrosas desgracias”.19
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
Marcadores