De acuerdo. Lo triste es que las opciones son dos: o pegarse a los norteamericanos o sumarse a la comparsa de gobiernos populistas, socialistas, indigenistas y antihispanistas que dominan hoy la región. Lamentablemente no existe la opción que todos queremos, sobre todo porque España, en lugar de liderar un bloque hispanoamericano, está ella misma en riesgo de desaparición. Y nosotros siquiera somos capaces de generar una alternativa. Un saludo.
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