Re: El milagro de la Virgen de Guadalupe
Iniciado por
Galeno Zalán
Mire usted don Valmadian
El enlace al que nos remite, “La ciencia ante el misterio de los ojos de Guadalupe” que recoge las infamantes mentiras que gente sin quehacer ha inventado ante la falta de documentos que demuestren las apariciones del Tepeyac. Esas groseras invenciones que avergonzarían a más de 1200 Millones de católicos, parecieran ser obra de enemigos de la catolicidad. Al respecto creo que la Iglesia está libre de toda culpa pues en nada la favorecen.
¿Quién en su sano juicio va a creer eso de las figuras en los ojos de la virgen; en los colores que flotan sin tocar la tela; en la temperatura constante de 36°C. en el lienzo; en los latidos del corazón del Niño Jesús que se escuchan al poner un estetoscopio en el vientre de la Virgen; quién que conserve su equilibrio mental puede creer que las pupilas de los ojos de la Guadalupana se dilatan y se cierren al estímulo de la luz? Y para rematarla involucran en su ominoso engaño a hombres de ciencia que ya no pueden defender su buen nombre.
Todos estos despropósitos quedan hechos polvo ante un hecho irrefutable que tiene su aval en un documento que se encuentra en los archivos históricos de la Curia Metropolitana y en el que se hace constar que la Imagen de la Virgen de Guadalupe de México fue pintada por el indio Marcos Cipac de Aquino.
Atentamente
Galeno Zalán
Creemos en los milagros los 1.200 millones de católicos, porque ya, desde un mismo comienzo, el propio Universo entero es un milagro en si mismo, su existencia y su finalidad. Pero ¿ quién en su sano juicio va a creer en la existencia de gravitones, con masa en reposo y carga nulas, hadrones y mesones o en el bosón de Higgs que si tiene masa para cederla a cualquier otra partícula cuántica? ¿Y que me dice usted de la presunta existencia de un multiverso que nadie ha visto ni, según las leyes de la física newtoniana, jamás verá? Y sin embargo, los relativistas, los materialistas, lo ateos, se tragan sin chistar los "cuentos tártaros" de la inventiva de unos cuantos cosmólogos y matemáticos aburridos, cuya actividad no puede rebasar el nivel de combinar metafísica con fórmulas en una pizarra.
No hay ni vergüenza, ni desdoro, en la creencia de la Voluntad de Dios para manifestarse como considere más oportuno, pero usted sigue sin entender en la clase de Foro en el que se ha registrado. Los argumentos que esgrime la gente como usted me aburren extraodinariamente, porque representan la incoherencia en estado químicamente puro.
Y ahora ¿qué pruebas aporta usted, pruebas físicas, no comentarios ni pareceres? Más aún, ¿en que grado de concreción se considera usted moralmente superior a esos científicos que si han aportado dichas pruebas empíricas dentro de lo que son sus propios campos de experimentación?, es decir, ¿qué aporta usted?
Última edición por Valmadian; 17/01/2011 a las 15:46
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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