Muy bueno como siempre Ordoñez, me pregunto si esto sería material para un poema:

Últimos días de Agualongo [editar]

Finalmente, Agualongo fue capturado por el antiguo militar realista José María Obando el 24 de junio de 1824 y es llevado prisionero a Popayán. Allí se le ofreció respetarle la vida, a condición de que jurara fidelidad a la Constitución de la República de Colombia, su respuesta fue un tajante ¡Nunca!. Entonces fue juzgado y condenado a morir por fusilamiento. Al ser condenado a muerte, pidió y se le concedió la gracia de vestir uniforme de Coronel realista. El 13 de julio de 1824, ante el pelotón de fusilamiento exclamo que:
Si tuviese veinte vidas, estaría dispuesto a inmolarlas por la Religión Católica y por el Rey de España.[7]
Exigió que no le vendaran, porque quería morir de cara al sol, mirando la muerte de frente, sin pestañear, siempre recio, como su suelo y su estirpe. Sus últimos momentos fueron de gran valor, como había sido su vida militar bravía, valerosa y constante, se enfrentó serenamente al pelotón y gritó:
“¡Viva el Rey!”[8]
Agualongo, murió sin enterarse de la Cédula Real, otorgada por Fernando VII confiriendole el grado de General de Brigada de los Ejércitos del Rey.

- Y ni después de muerto le dejaron descansar:

En 1987, sus restos fueron sacrílegamente sustraídos por una célula del grupo subersivo M-19, a cargo de Antonio Navarro Wolf y sólo devueltos en 1990


Por cierto bicheando en la red he leído varios comentarios de rojos venezolanos y hasta un blog en el que se ensalza la figura de Boves junto a la de Bolívar. No parece muy inteligente que digamos... Misión Boves