Pero los españoles somos los "malos", los "exterminadores" de los inditos. Por eso escuchar a ciertos vocingleros, además de malo para la salud intelectual, es repugnante. Véanse ejemplos de los enjuagues de individuos como Hugo Chávez o Evo Morales, cuando pretenden "dar lecciones" de Historia, de Filosofía o de Sociología.

La diferencia entre quien sabe y quien hace demagogia, es que el primero suele decir la verdad, mientras que el segundo miente.