LOTARINGIA Y EL PROTESTANTISMO
Los descendientes lotaringios de Carlomagno nunca podrían olvidar su coronación papal como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Esa unión al papado será una característica fundamental en el tradicionalismo europeo. El movimiento tomará diversos nombres (en el siglo XIX y en España se llamará Carlismo) pero nunca perderá su carácter inicial, "artúrico" de caballeros con el Toisón de Oro, respetando las peculiaridades de cada territorio, pero con la búsqueda perpetua del Santo Grial (que puede traducirse por "sangre real"). La unión entre el poder religioso y el temporal era algo natural e inseparable. De esa forma fueron vistos y percibidos por los pueblos de las Españas. La leyenda del Santo Grial se refería, integramente, a los reinos que constituyeron Lotaringia y más tarde el Gran Ducado del Borgoña. El último reducto era Flandes.
El protestantismo de Martín Lutero y de Calvino atentaba contra el mismo núcleo del Estado, contra la misma universalidad monárquica, socavando sus fundamentos.
EL CARLISMO: UNA ANTIGUA ORDEN DE CABALLERÍA: LOTARINGIA Y EL PROTESTANTISMO
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