Moros de España. Recordando un poco nuestra historia.
Hoy en día, en que desde varios sectores de este país, especialmente los de la ultraderecha, se reclama la salida de los “moros” de nuestra católica España, vendría bien recordar a esas juventudes que nada saben de nuestra historia y reclaman la vuelta de una dictadura militar que no vivieron, que si esa dictadura fue posible en España fue en gran parte gracias a esos “moros” a los que ahora rechazan, pero que entonces eran muy bien vistos por parte de los nacionales, porque servían a la patria, una patria que no era la de ellos. Incluso después de acabada la guerra civil Franco siguió conservando su guardia mora como escolta personal, hasta su definitiva licenciatura tras la independencia de Marruecos.


Muchos analistas históricos consideran que sin el apoyo del ejercito africano tal vez Franco no habría ganado la guerra o por lo menos habría tardado mucho mas en ganarla.
Uno de cada cinco soldados que lucho en la guerra civil del lado de los nacionales era africano. Incluso venían atados a las alas de los aviones para aprovechar y traer en cada viaje mas cantidad de tropas. Los moros siempre iban a la vanguardia del ejercito porque sus vidas no eran consideradas muy valiosas y además eran feroces guerreros, obedecían ciegamente a sus oficiales y no le temían a la muerte. Franco les prometió que si morían en España resucitarían en Marruecos, cosa que la mayoría creían al ser bastante ignorantes e incultos, y a los lisiados les prometió un bastón de oro, cosa que nunca cumplió, ya que no habría bastado todo el oro de España para tantos lisiados.
El 16 de agosto de 1938 un grupo de niñas marroquíes visitaron a Franco en los campamentos juveniles falangistas en España, acompañadas de sus profesores y el ministro del interior Serrano Súñer. Una niña habló con Franco en árabe y él respondió también en árabe afirmando: “El pueblo marroquí ha sido el pueblo de los guerreros mas bravos, pues saben morir de tan magnifica manera como lo están haciendo en fuerza a su amor hacia España” Luego añadió que al terminar la guerra mejorarían las condiciones de la vida de los marroquíes, considerados hermanos de los españoles.
En 1939 Franco concedió una larga entrevista a Aznar- El periodista mas importante de su España-y contra su costumbre no habló por radio, pues prefirió que su declaración de año nuevo la publicaran en el Diario Vasco, de San Sebastián, Franco aseguró que deseaba no solo vencer sino convencer, A la pregunta del periodista sobre África, se deshizo en elogios hacia los marroquíes, anuncio la creación de un gran centro de estudios islámicos en Córdoba y profetizó, que, en el futuro, los musulmanes vendrían a España de igual modo que tenían obligación de visitar la Meca. Terminó la declaración refiriéndose al norte de Africa donde todo había empezado hacia casi tres años diciendo “Sin Africa, yo apenas puedo explicarme a mi mismo”.


En el libro de Francisco Sánchez Ruano “Islam y guerra civil española” se habla de la trascendencia e importancia que tuvieron estos combatientes en nuestra guerra civil, no solo del lado nacional, sino también del lado republicano. Incluso el socialista Salvador de Madariaga llego a decir: “Marruecos es una prolongación de España allende el estrecho”, mientras que falangistas como Ernesto Jiménez Caballero decían: “Guarden otros pueblos el oro, nosotros el moro”.


El corresponsal más seguido por los afro americanos fue Langston Hughes, quien publicaba en The Afro-American, pero colaboraba también en el boletín de las Brigadas Internacionales, Volunteer for Liberty. Hughes se interesó especialmente por los marroquíes que peleaban al lado de Franco. Su poema Carta desde España muestra la perplejidad que le causaba el hecho de que un pueblo colonizado luchara junto a los insurgentes: "Hoy capturamos a un moro herido / Era tan oscuro como yo / Le dije, chico qué haces aquí / peleando contra gente libre?".
"Estaba muriéndose tumbado, en un pueblo que habíamos tomado, miré del otro lado hacia África y vi temblar fundaciones, pus si una España libre gana esta guerra, las colonias seran libres también, entonces algo maravilloso puede ocurrir a estos moros tan negros como yo, le dije ¡escucha amigo! Estoy seguro de que la vieja Inglaterra y que Italia también por esta razón tienen miedo de dejar que la España republicana sea buena para ti y para mi, porque ellas tienen esclavos en África y ellas no quieren que sean libres.
Escucha prisionero moro, estréchame pues la mano..
Me arrodille a su lado y tome su mano, pero el moro herido expiraba y no me entendió."
Rodimtsev, que combatió en primera línea en el frente de Madrid con la 14ª,
escribió estas líneas al observar con sus prismáticos como se acercaban las tropas moras a la línea de defensa: “El segundo moro de la izquierda, alto, a causa de la tensión se mordió el labio. En su rostro moreno clareaban los blancos de los ojos. El turbante de un gris sucios se balanceaba al compás de la marcha. El soldado se movía como un muñeco.¿Por qué marchaba? ¿Quién le enviaba aquí a la muerte?...Yo no quitaba el ojo al moro. Iba creciendo mas y mas, resultó que su nariz era aguileña y llevaba unos bigotes espléndidos, y en el cuello se balanceaba algo así como un talismán.
El moro alto se detuvo un momento, hincó lentamente una rodilla, el fusil cayó al suelo. Alzó la cara hacia el sol como si pidiese explicación de lo que ocurría, y luego se desplomó pesadamente boca arriba."


Por supuesto los moros mataron españoles y también a otros extranjeros, se les atribuyen también muchas atrocidades, lo cual está documentado en parte en el libro de Sánchez Ruano, pero no fueron los únicos, testimonios documentados en el libro demuestran que atrocidades se cometieron por ambos bandos, y no solo por los moros, y que muchas veces eran usados como arma psicológica ante el temor que producía solo la mención de las tropas moras, pero desde tiempos inmemorables la guerra es así, hasta que la humanidad no descubra el medio de terminar con la guerra y los ejércitos pasen a los museos de historia.
A los moros les costó aproximadamente un 10 por ciento de bajas dicha guerra., en la que los africanistas españoles pudieron aprovechar todo lo aprendido en Marruecos. Los conocimientos sobre la etnia, religión y costumbres contribuyeron al triunfo de Franco en arrastrar a los marroquíes a aquella guerra ¿pero que sabían del fascismo aquellos ignorantes soldados de regulares de la Mehala, de la Mezjanía o del Ifni? La mayoría no eran mas que ignorantes campesinos que se enrolaron por necesidad, muchos obligados y todos engañados por falsas promesas de que al acabar la guerra Marruecos sería independiente.
Al final Franco tuvo que dar la independencia a su “Marruecos feliz” cuando Francia se la dio a su zona, no por gusto sino por presiones internacionales.
Al visitar la casa de un ex combatiente de Asilah, dijo el mismo al autor del libro en su lecho de enfermo: “¿Dónde esta el bastón de oro que me prometió Franco?¿como mantengo a mi familia con mi pensión miserable?"
En Asilah, sede y hogar de los ex combatientes moros de 5 guerras, el autor se encontró un grupo de moros que se reunían para rememorar hazañas guerreras, entre ellos había un joven de 20 años al que el autor pregunto que hacia allí:
Este afirmó:
“Mi padre estuvo luchando con Franco y recibía una pequeña pensión por hacer una guerra en la que muchos compatriotas perdieron la vida, otros la salud y juventud. Pero aquí no se nos quiere al considerarnos traidores por hacer una guerra que no era la nuestra."
Su expresión y su tono de voz eran la expresión misma de la amarga verdad, de una realidad que lo supera, que supero a su padre y que también nos supera a todos mientras las guerras sean la expresión que los humanos tenemos para resolver los problemas.

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