San Martín tuvo amigos de muy dudosa procedencia, como por ejemplo Alejandro María de Aguado, mayor del Ejército Español y compañero de aquél cuando prestaba servicios en la península ibérica. Era el amigo de San Martín miembro de la Masonería y, por lo mismo, cultor de Hiram[1]. Mencionado en su tiempo como de ascendencia sefardí, Aguado se mantuvo leal al ejército de España hasta la vil invasión napoleónica de 1808, ocasión que le permitió traicionar a su patria para pasarse al bando francés, donde combatió como un encarnizado ateo y jacobino (no olvidemos que las campañas de Napoleón Bonaparte tuvieron como finalidad la consolidación e institucionalización de lo acontecido en julio de 1789). Pese a tan indignante pasado, José de San Martín nombrará a Alejandro María de Aguado, años más tarde, como su albacea y tutor de sus hijos, de acuerdo a su Testamento.




San Martin no designó a Aguado albacea testamentario. Es más, no designó albacea en ninguno de sus testamentos conocidos (1844 y 1850), los que además son todos posteriores a la muerte de aquel (1842). Por otro lado, mal pudo nombrarlo "tutor de sus hijos", cuando San Martín tuvo una sola hija, Mercedes, casada con Mariano. Balcarce. Es cierto que eran amigos, y fue por esa razón que fue Aguado quien nombró albacea a San Martín y tutor de sus hijos, cumpliendo cabalmente su misión que concluyó en 1845. Si en su momento apoyó a José Napoleón, luego de se arrepintió renunciando al grado de coronel que obtuvo en el ejercito Francés y también a la designación como gobernador de la isla de Martinica. En todo caso, su indignidad le fue perdonada y tanto es así que en agradecimiento a las inversiones que realizó en su patria, el rey le concedió el título de marqués de las Marismas del Guadalquivir. Si tenía algún antepasado sefardí, no hay prueba de ello y tal ascendencia debe ser adjudicada a un "presentimiento" de Gregorio Marañon, como el mismo así lo califica. En todo caso su padre era noble, conde de Montelirios y Caballero de la orden de San Juan, y su abuelo paterno capitán general, por lo que es más que dudosa su ascendencia judía. A mi criterio no se lo puede calificar de "indigno", ya que si cometió una felonía, supo luego enmendarla como hacen los hombres de bien.