PARA UNA MEMORIA HISTÓRICA SIN CENSURAS
Representación alegórica de la II República.
Y FRATERNIDAD... ESO SÍ QUE LO CUMPLIERON.
Les presento a esta señora tan garrida y lozana, Madame República II, con gorro frigio, bandera tricolor (por cierto, que el “morado” les viene de la sociedad secreta y criminal de los Comuneros: léase para conocer la historia del siglo XIX los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós). Un buen amigo mío, profesor de Historia en ejercicio me mostró un libro de texto actual –para niños de 1º de Bachillerato. La interpretación que los redactores daban a este misma representación alegórica denotaba incultura y falta de datos (¡menudos historiadores de tres al cuarto hacen los libros de Historia!), cuando no sea una flagrante manipulación (así se explican los resultados del Informe Pisa). Haciendo hermenéutica de la escuadra que tiene esta Madame a sus pies -decían esos infatuados exegetas de la Historia para niños- que esa "escuadra" simbolizaba el impulso en las letras y en las artes, sí… Sobre todo, en el Arte Real de la Francmasonería (pero se ve que no saben lo que es eso... O lo saben demasiado bien.) El trilema -Libertad, Igualdad y Fraternidad-que he tratado en esta breve serie está al lado del león.
Hoy voy a prescindir de contar ninguna anécdota. Las reservaré para otro día. Pero sí que quisiera dejar una reflexión al hilo de esa palabra Fraternidad, tercer término del trilema revolucionario. En un sentido que explicitaré sucintamente, podemos decir que esta palabra del trilema es tal vez la única con la que no embaucan los revolucionarios.
Se concibe la fraternidad como esa unión y vínculo que une a las personas como hermanos. Y, como en toda familia, la condición para ser hermano es la de proceder de un mismo padre. En este caso, los revolucionarios proceden de un mismo padre que, a diferencia de los cristianos, no es Dios. No defraudan, en este caso, a nadie haciendo uso de esta palabra “fraternidad”. Pues todos esos “hijos” del mismo padre, preconizadores de la Revolución, forman en efecto una Fraternidad que ha dejado muy claro, desde 1789, que aman a los demás seres humanos como hermanos: con el mismo amor que profesaba Caín a Abel… También eran hermanos, ¿verdad?
Traer ejemplos de esa "fraternidad" cainita no creo que sea conveniente, pero si alguien quiere comprobarlo, acuda a una página muy recomendable para refrescar la memoria histórica:
http://www.causageneral.com/
La serie de PARA UNA MEMORIA HISTÓRICA SIN CENSURAS pertenece a nuestro colaborador Esteban F. Guardia.
Publicado por Maestro Gelimer
http://librodehorasyhoradelibros.blogspot.com/
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