Re: Los Carlistas en la Guerra de Secesión Norteamericana

Iniciado por
raolbo
La verdad es que 4000-7000 es un número muy abultado. Digo yo que semejante número de efectivos hubiese podido causar serios problemas a los liberales aquí en España, como para irse hasta EEUU en una Guerra sin apenas catolicismo de por medio (no hablemos ya de legitismismo). Pero bueno, esto es labor para los que entienden de Historia y las maneras en las que debe trabajarse en este campo.
El número de tropas confederadas a lo largo de los cinco años de guerra alcanzó los 2'5 millones de hombres. La cifra de 4000 es el 0'16% y la de 7000 el 0'28%, lo que en ninguno de los casos representa ni siquiera el uno por ciento. Considerando que el manejo de documentos, registros, certificaciones, en fin, toda la documentación que se maneja alrededor de cualquier guerra, así como de tener un estricto control sobre los acontecimientos es imposible en cualquier guerra, mucho menos hemos de esperarlo en guerras que todavía eran primitivas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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