Y si hasta aquí hemos venido presentando lo poco que sabemos de las sociedades secretas españolas (liberales y anticlericales) del siglo XIX (queda alguna que otra más por ser presentada), va siendo hora de presentar las sociedades secretas españolas del siglo XIX que combatieron, desde la ortodoxia de la fe, a estos enemigos conjurados contra el Trono y del Altar.
Para eso vamos a ir, primeramente, a la Roma de las postrimerías del siglo XVIII... Cuando, una vez descubierta la amenaza que supone la secta masónica -y los iluminatis de Baviera- las dignidades eclesiásticas, los príncipes,nobles y diplomáticos de Roma, sede del Dulce Cristo en la tierra, se aprestan para dar la batalla a las "fuerzas infernales", al Cuerpo Místico de Satánas -como bien decía el Beato Palau. Entre los prohombres de esta primera contraofensiva figuran el Duque de Módena y el Cardenal Consalvi... Se emplearán, precisamente, contra los carbonarios que, aunque todavía no han sido organizados por Maghella, ya están dando jaque a la Iglesia. Se crea así el SANFEDISMO.
Pero en España, en la primera mitad del siglo XIX, aparece ÁNGEL EXTERMINADOR, allá por 1827 según J. Felipe Alonso, en 1823 según Jaime Más Ferrer, en 1821 según Gerald Brenan.
J. Felipe Alonso toma como fecha de aparición la de 1827 por ser en este año cuando el Ángel Exterminador ejecuta a Cayetano Ripoll, maestro anticlerical y revolucionario que, después de ser secuestrado por los agentes de Ángel Exterminador, fue juzgado y condenado a arder en la hoguera por un tribunal secreto. A última hora se conmutó la hoguera por la horca, aunque debajo del patíbulo se colocaron calderos pintados con llamas. Su cadáver fue posteriormente descuartizado y quemado por el pueblo llano que aplaudió la ejecución de este maestro que viciaba a los niños en el descreimiento a la Ley de Dios.
Hemos de tener en cuenta que el Santo Tribunal de la Inquisición había sido abolido en estas fechas del siglo XIX, pese a que la ministra actual -creo que de Cultura- sostenga lo contrario. Gerald Brenan sostiene la fecha de 1821 como fecha de la fundación de esta sociedad secreta contrarrevolucionaria y dice que en 1834 será cuando despliegue una mayor actividad, bajo la presidencia del Obispo de Osma.
La otra noticia tangencial que he podido encontrar de la actividad de esta organización contrarrevolucionaria se encuentra en una historia novelada de la vida de Luis Candelas, "Luis Candelas. El bandido de Madrid" de Antonio Espina (1891-1972), pero las tendencias republicanas de este autor hacen pensar que su partidismo sesga forzosamente lo que del Ángel Exterminador nos cuenta.
Luis Candelas nació en Madrid el 9 de marzo de 1804 y fue ejecutado en 6 de noviembre de 1837, a las doce de la mañana, después de ser reconfortado por los Sacramentos y adjurar de su filiación masónica que tendremos ocasión de comentar siquiera levemente.
Según Antonio Espina, el lugarteniente de Luis Candelas, Francisco de Villena era agente de Ángel Exterminador. Francisco Villena (alias "Paco el Sastre" y, para las mozas, "el Marquesito") había nacido en Baeza (Reino de Jaén), pero residía desde joven en la villa y corte de Madrid. Con un abultado expediente delictivo, Paco el Sastre y Luis Candelas se conocen en la cárcel y deciden ayuntar esfuerzos con otros como Balseiro para salir airosos en sus robos.
Se sabe de Luis Candelas que desde muy joven simpatizó con las ideas liberales y, según Eduardo Comin Colomer, fue iniciado en la Logia Libertad número 6, obediente del Grande Oriente de España, con sede en plazuela del Biombo de Madrid. El alias que tomó Luis Candelas para militar en la masonería es sobradamente elocuente: "Temístocles", vencedor de los "persas" en Salamina... Ni que decir tiene qué significaba en Madrid, pues estaba bien reciente, el nombre de "persa": realista.
En la cárcel, Luis Candelas conocerá a quien más tarde será político liberal, el abogado Salustiano Olózaga. Candelas, alias Temístocles, ayudará al conspirador liberal desde que el demagogo ingresa a prisión el 17 de marzo de 1831. Incluso prepara su fuga. Salustiano Olózaga le pagará tantos favores de su hermano masón Candelas de muy mala manera. Años después en 1837 Olózaga será requerido por el jefe político para identificar a Luis Candelas, tras su detención y varios careos. La ingratitud de Olózaga puede descifrarse como cumplimiento de una consigna dada en el seno de la masonería, pues todo parece indicar que Luis Candelas había caído en desgracia entre sus hermanos masones.
Pero, estábamos con Ángel Exterminador y volvamos a Paco el Sastre. Según Antonio Espina, el bandido baezano ejerce como sicario del Ángel Exterminador, endosándole a Paco el Sastre la muerte de un caballero catalán en la Fonda de los Leones, siguiendo instrucciones de la sociedad secreta contrarrevolucionaria dado que, en este caso, la presunta víctima hacía las veces de correo para el Grande Oriente. Está por confirmar que esto fuera así y no simple invención de los folletones decimonónicos o de la imaginación de Antonio Espina.
Lo que sí es un hecho es que el Ángel Exterminador fue una de las sociedades secretas que tuvieron que organizarse para defender el Altar y el Trono, puestos en grave peligro dada la virulencia de las sociedades secretas extranjeras que habían "levantado sus columnas" en España.
Seguiremos...
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