Hombre, depende de las zonas, hay de todo. Yo hace años tuve relación con algunos ingleses que vivían aquí en Madrid y se encontraban perfectamente integrados en España, algunos incluso casados con españoles/as, con hijos en muchos casos. Hay que decir que todos contaban con estudios superiores, gente con nivel cultural alto y que se expresaban en castellano perfectamente. Había uno incluso que estaba totalmente enamorado de España y que no quería saber nada de regresar a Inglaterra, las inglesas le parecían horrorosas y las españolas, por el contrario, las mujeres más hermosas del mundo. En fin...
Bueno, no todos eran ingleses, conocí también a escoceses, irlandeses, alemanes, yankis, incluso a una sudafricana blanca. Lo que ocurre es que por la costa se concentra mucho “hooligans” de medio pelo, con poco o ningún conocimiento del castellano (sólo lo justo para pedir alcohol al camarero de turno) o jubilados de Yorkshire con también muy escaso conocimiento del idioma nativo, y que parece que todavía viven en sus países de origen, sólo que en este caso gozando de más sol, playita y en general buen tiempo. Claro, esta gente se concentra y producen sus ghettos. Yo he conocido algunos sitios así, en destinos playeros turísticos del Levante o de la Costa Brava, localidades llenas de alemanes, ingleses o daneses (la mayoría unos borrachos escandalosos de aupa). A mí nunca me prohibieron el paso a sus garitos de copas, por ejemplo, pero he de decir que al final no me sentía muy a gusto en esos locales.
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