Re: El problema del lobo y nuestros ganaderos.

Iniciado por
Ennego Ximenis
Creo que el problema humano principal (y a posteriori también natural) no son los intereses económicos de los ganaderos sino la supervivencia de las comunidades rurales. Evidentemente no es el lobo la principal causa de esto, pero ayuda bastante a la extinción de estas. E incluso desde un punto de vista ecologista si desaparecen las comunidades rurales a ver quien evita todos los problemas naturales que se puedan generar. Pero yo no lo tomo desde este punto de vista sino desde el humano (el natural importa pero es secundario), por la pérdida del mundo en el que nació España y vivieron nuestras antepasados. Y si hay que cortar cabezas de lobos para ello, que sean cortadas, más cabezas de agarenos habrá que cortar dentro de no mucho, como nuestros antepasados hicieron (sobre todo cuando eran agarenos de bravo combate conocidos, puestas en pica sus cabezas para que todos reconocieran la fazaña de quien mató al temido moro, como un antepasado de Garcilaso de la Vega , de gloriosa memoria, que tomó como apellido "de la vega" "por haber hecho allí tanto daño a aquel pagano".)
Yo hasta hoy apoyaba sin miramientos la postura pastoril, mas se han aportado datos que me han llevado a tener en cuenta que puede aportar el lobo al sostenimiento natural. También es cierto que antaño, en el mundo orgánico de la Tradición el Lobo tenía mucho simbolismo mítico por la relación histórica de las comunidades humanas con el lobo, así por ejemplo era puesto como nombre de aquellos hijos de los que se esperaban fazañas guerreras: Lope. Aunque existió también la versión goda de "ulfo" y la vasca de "Otxoa". Así, temidos guerreros cristianos altomedievales fueron llamados "gresulfo" que en godo significa "lobo pavoroso".Aun así ni conservacionismo, ni simbolismo y vida tradicional (ya perdida), creo que lo primero son las comunidades rurales.
Apreciado paisano, a mi la afición de cortar cabezas no me entra en la misma. Cierto es que, en ocasiones, es una forma de expresión que suelo utilizar, pero siempre en sentido metafórico y nunca literal, algo similar a ese "es que es para matarte, no tienes una idea sana". En ella no hay intención alguna, salvo dar fuerza expresiva a un estado de ánimo. Así, esperemos que no haya que proceder con esos "agarenos". Y es deseable que no haya más lobos decapitados, no son culpables pues son irracionales y la culpa es siempre moral, pero sus verdugos demuestran que su inteligencia sólo es una suposición por su aspecto humanoide. De cualquier manera, flaco favor hacen a su propia causa con acciones como esas, son la mejor forma de echarse encima hasta aquellos que nunca se han interesado por el asunto. Si de mi dependiera estarían ya en la cárcel.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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