Puesto que ustedes parecen creer en las bondades del sistema basado en la Constitución juancarlista de 1978, y parecen solo discrepar en el desarrollo de los principios linguisticos que "las autonomías" desde 1978, han venido generando en territorios con especificidad lingúistica, pues bien, la Constitución de 1978 arbitra vías para denunciar los abusos, recurriendo al Tribunal Constitucional. Anímense y recurran.
Y si no, pues dejen a sus niños criarse en el entorno de la hermosa y nunca bien ponderada lengua gallega, reflejo de arte, sabiduría y progreso. Lengua preciosa para un futuro inmenso de paz y solidaridad entre los pueblos ibéricos del estado español.
Marcadores