España es mal llamada "monarquía", de monarquía solo le queda el nombre al gobierno español, mas bien es una república con un mal llamado rey.
En cuanto a la futura reina española, no es digna de llevar ese titulo, siendo una simple plebeya
Beati qui non viderum et crediderunt: ‘Bienaventurados los que no vieron y creyeron’
Viva la Sagrada Hispanidad
Última edición por Adriano; 17/05/2013 a las 20:06
El pueblo (la plebe, mejor dicho) te rechaza a ti tanto como a los tradicionalistas, o más. Ser facha no significa nada en concreto, para la plebe puedes serlo tú (por muy laico o republicano que seas) tanto como cualquier carlista, aunque en algunos casos ser tildado de facha para mi es casi un honor, habida cuenta de lo que algunos entienden por facha (por no hablar del término "reaccionario" que lo tengo por halago).
De lo que no cabe duda que el pueblo español rechaza, hoy más que nunca, y con razón, es esta falsa monarquía, porque no le encuentra ningún sentido a que esta mal llamada monarquía pueda ser hereditaria y al mismo tiempo sea una familia de a pie, plebeya (en el peor sentido de la palabra), campechana, desunida, laica y apolítica, como tantas otras en España, por desgracia. Para eso cualquier familia podría ser la familia real, ya que ésta para mi no es ni "familia" ni "real". Ya me dirás de qué sirve una institución que ha renunciado por propia voluntad a tener cualquier papel político y que en lo único que les queda, que es el terreno personal, solo hay divorciados, adúlteros, ladrones y por no haber, no hay ni siquiera clase, como lo demuestran el "duque empalmado" y la Leti divorciada, abortista y pro-gay.
Está claro que este panorama sí que nos lo pone muy difícil a los tradicionalistas, que defendemos que una Monarquía es exactamente todo lo opuesto a esta "familia" cuyo abuelo no es otra cosa que el presidente vitalicio (meramente representativo) de una república liberal y anticatólica. En efecto, con la estafa que les han hecho a todos los españoles durante casi 40 años, diciendo que esta basura es monarquía, es muy difícil convencerles de que la Monarquía (la real en ambos sentidos) es buena.
Última edición por Rodrigo; 18/05/2013 a las 03:24
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
Última edición por Michael; 19/05/2013 a las 03:59
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
Me parece respetable que alguien defienda la monarquía tradicionalista y no veo nada de malo en ello. Pero decir que X persona no va a ser buena reina, no por el hecho de ser una traidora o una abortista, sino por ser una "plebeya" pues que queréis que os diga... Palabra que por cierto no deberíamos ni utilizar, ya que si queremos decir que alguien no da la talla existen otras disponibles como "ignorante", "chabacano"... etc. Ignorante puede ser cualquiera sin importar su origen, en cambio "plebeyo" tiene una clara connotación de desprecio por razones clasistas socioeconómicas.
Y si, ya sé que para ellos yo también soy un "facha". Para los ultraizquierdistas que presumen de tolerancia, cualquiera que no piense como ellos es un "facha", eso ya lo sé. Y el pueblo con el cerebro lavado por ellos e influído por esas ideas desgraciadamente también puede opinar algo parecido. Pero eso no quita razón a que despreciar a alguien por ser "plebeyo" es cosa de los verdaderos derechones. De los que son derechones de verdad y no del tradicionalismo. No creo que el tradicionalismo por el conocimiento que tengo de él sea así. O eso quiero pensar.
Última edición por Adriano; 19/05/2013 a las 13:03
El término plebeyo puede ser despectivo o reflejar una realidad, todo depende del uso o acepción que se le quiera dar. Y dentro de un uso normal significa miembro de la plebe, que en la antigua Roma era la clase social extendida y diferenciada del patriciado. Y dicho término nada tiene que ver con derechonas que pueden ser más republicanas que Azaña, ni con lo que es el Tradicionalismo que compruebo sigues sin entender lo que significa. Y es que cuando Rodrigo la ha llamado plebeya es para significar que se ha dado un matrimonio morganático, o lo que es lo mismo: desigual, al ser él de sangre real (1) y ella no, y es que ni siquiera pertenecía a la nobleza titulada. ¿Eso es negativo? no necesariamente, y ha habido muchos casos a lo largo de la historia, lo que sucede en este caso concreto es que se suman otros aspectos al anterior.
(1) Es de sangre real por pertenecer a la familia en sentido general en la que, según las normas de la Monarquía Hispánica, recaen los derechos del Trono. Otra cuestión es la legitimidad de ejercicio.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Lo de "derechón" no iba por el tradicionalismo/carlismo, que conste.
Si se utiliza la palabra plebeya para designar que alguien no tiene sangre real, en ese caso ya le estamos dando una connotación clasista. Y no entiendo por qué se debe hacer esa diferenciación. Yo solo diferencio a nuestra gente por criterios meritocráticos y tener sangre real no lo veo un mérito añadido. Tampoco es un defecto, por supuesto. Pero no creo que le haga "mejor" o que le legitime más para algo.
Dices que casarse con una "plebeya" no es necesariamente algo malo y ya hubo otros casos en la historia. Sin embargo, aunque no lo utilizas para acusar parece que si que quieres utilizarlo para agravar y sumar a otros aspectos que si son verdaderamente graves. ¿Estoy en lo cierto? En caso afirmativo ¿Y por qué casarse con una "plebeya" ha de suponer un agravante? No le veo fundamento a decir: "Este príncipe es un traidor... y aún encima se casa con una plebeya" como si lo segundo agravase lo primero.
En fin, si opináis que esto excede el hilo (Y probablemente así es) creo que ya existen otros hilos sobre cuestiones sobre monarquía si o monarquía no y sobre qué tipo de monarquía o rey es conveniente. De hecho el amigo Michael ya ha abierto uno sobre la historia en los virreinatos.
Última edición por Adriano; 19/05/2013 a las 14:51
El usar "plebeyo" es completamente despectivo y no tiene nada que ver con Roma porque no se está usando históricamente, se está usando como un anacronismo que viene a decir "persona de bajo nacimiento". En política oímos constantemente otros anacronismos, como "barones regionales" y todo el mundo entiende que esas personas no son nobles titulados, sino políticos que gobiernan su provincia o comunidad.
Yo no creo en recuperar todo lo que ha sido nuestro pasado, sino en rescatar aquello que valga la pena porque sea positivo. Me parece lógica la existencia de una monarquía con una continuación dinástica, como un eje estable de gobierno, pero no que estas reales personas sean tan elitistas como para despreciar al resto de seres humanos, evitando mezclarse con los "plebeyos" (personas de clase baja y media, en la sociedad actual) por cuestiones de clase.
Si existe una monarquía, yo no quiero que sea una recreación de la era moderna, sino una monarquía cercana a todo el pueblo, esto es, a todos los hispanos, no solo a unas élites que controlan la mayoría de la riqueza. El hecho de que Leticia sea "plebeya" me parece un aspecto muy positivo, aunque ella deje que desear como persona, porque es un ejemplo que muestra que son los reyes de todos, y no solo los reyes de unos pocos privilegiados.
Ya conocemos la necedad histórica que supone la "sangre azul" y los problemas que ha traído en numerosas partes del mundo, siendo España un ejemplo claro de lo que ocurre cuando se casan los familiares entre sí. Suponiendo que hubiese un rey hipótetico, y que tiene que casarse, ¿con quién debería?, ¿con una princesa sueca, una rusa, una griega? ¿y quién dice que por tener el título de princesa esas señoras vayan a ser mejores que Leticia?, igual son todavía mas abortistas y homófilas. Una alta cuna no dice nada de una persona, salvo que ha tenido la suerte de nacer donde lo ha hecho.
Yo comprendo la utilidad de que haya una continuidad dinástica, pero para ello no es necesario restringir el matrimonio. El concepto del casamiento entre unos pocos, para mantener las propiedades en la familia, me parece algo del pasado y que no tiene validez en la actualidad. Creo que la monarquía debería interactuar y relacionarse con su propio pueblo, y no andar buscando "sangres reales" con las que mantener su pureza, eso me parece un concepto racista y anti-cristiano.
A ver, yo entiendo el problema que supone hoy que las leyes de la monarquía (que son leyes vigentes, no lo olvidemos) impongan la prohibición de contraer matrimonio desigual al rey de España. Quizá habría que modificar esas leyes para asegurar una continuidad dinástica. Continuidad que, en cualquier caso, difícilmente podrá asegurar la rama borbónica ilegítima de origen, pues parte de una Isabel "II" usurpadora y de su hijo bastardo Alfonso.
Ya, ya sé que podréis decir que un bastardo en teoría podría ser un rey patriota y estupendo y todo eso. Juan de Austria, por ejemplo, aun siendo bastardo habría sido un soberano sublime, pero es que la monarquía hereditaria no tiene otro fundamento que la tradición y la legitimidad. Si lo que se quiere plantear es que hay que rechazar la tradición, al menos en lo concerniente a la monarquía española, habría que plantearlo así y no marear la perdiz.
Yo creo, además, que en los caso de la Leti y el Urdanga, el término plebeyo es totalmente pertinente, y no sólo por su sangre u origen sino por la vulgaridad y obscenidad o el feminismo radical y progre que demuestran cada uno. No es que no sean nobles de sangre, es que no tienen la clase ni el decoro que precisa la institución monárquica. Forman parte no del pueblo, sino del populacho, y no sé como se puede ver algún aspecto positivo en eso. ¿Os imagináis que la supuesta "heredera", la supuesta "infanta" Leonor se casara con un tal "Jonatan Pérez", de clase baja que apenas supiera expresarse? ¿Qué tiene eso de monarquía? Para que la monarquía sobreviva ha de tener un aire aristocrático, ha de estar orgullosa de su sangre, de su árbol genealógico, de su historia y de sus antepasados, guardando siempre las formas tanto el rey como su familia, sin olvidar que está por debajo de Dios, que es el supremo soberano, y que el monarca tiene la obligatoriedad de servir a su pueblo y ser el primero de los españoles, estando como buen caballero cristiano siempre en la primera línea del frente.
Última edición por Rodrigo; 19/05/2013 a las 22:23
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
La monarquía en caso de ser legítima, debe ser aristocrática pero no en un sentido clasista sino en un sentido meritocrático. Es decir, el gobierno de los mejores. No los mejores en el sentido de tener "sangre azul" o "sangre popular" sino en el sentido de haberlo ganado con méritos en vida. Si rechazamos al típico "Jonny" no es por ser del "populacho" sino por ser un inculto incapacitado para gobernar. El problema no es que sea de clase baja, el problema es ser un Jonny de la vida. Si fuera un tipo cualquiera de origen humilde pero con grandes méritos demostrados en vida, no veo motivo de rechazo. Así lo veo yo, por lo menos.
Y como tú mismo admites implícitamente, en la época actual si un rey legítimo solo pudiese casarse con gente de la realeza, una de dos: O se casa con uno de esos esperpentos de familias reales extranjeras o acaba en el incesto.
En Roma nació la plebe como "conjunto de ciudadanos que no pertenecían al patriciado" y plebeyo era todo ciudadano miembro de la plebe, que son conceptos sinónimos de vulgo y pueblo, así como populacho y populachero, y estos últimos si que son adjetivos calificativos despectivos.
Pero, en este caso, plebeyo tiene la acepción de "persona no perteneciente a la realeza". Luego, lo que a cada uno parezca no es más que una simple opinión particular.
Además, me parece que hay un evidente desconocimiento de los que es la monarquía como forma de Estado y ejercicio del gobierno. Nada tiene que ver con esa idea de couché de colorines a través de la cual se ha popularizado una imagen ridícula y frívola -propia de esta sociedad "tan actual del S XXI", que demuestra un total y absoluto desconocimiento de lo que tratan. No deja de resulta grotesco la permanente referencia al supuesto desfase en "pleno siglo XXI", cuando llevamos sólo 13 años del mismo, de una forma de Estado dejando en el tintero que un sólo individuo al frente de una república, uno sólo repito, mató a más gente que todos los reyes juntos a lo largo de toda la historia. Hablo de Stalin, pero igual habría que sumar todos los revolucionarios republicanos, y no tan revolucionarios, que arrancando de las revoluciones han bañado en sangre a la humanidad en los dos últimos siglos y medio. Y ello a partir de múltiples interpretaciones del Estado totalitario democrático que fue la "polis ateniense" ya desde hace más de 2.700 años, o sea, muy moderno y muy actual todo ello.
Ya lo he dicho más arriba, hay que saber de lo que se habla antes de soltar "perlas" como las que aquí se pueden leer. Y esto en un sitio tradicionalista y, por ende, monárquico en la mayor parte de los miembros...
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Ya supongo que no te referías al Tradicionalismo Carlista como "derechona", pero no estaba de más eliminar cualquier sospecha. Luego, "connotación clasista", en otros partes del tema se habla de los simpáticos y populares que han de ser los "reyes", etc. Todo esto suena a lenguaje revolucionario rancio y democrático al uso actual. Así es como se expresa la gente del PPSOE cuando afirman lo majo que es el rey que les lleva de excursión. A ello sumemos, amigos, aquí en Hispanismo.org si conviene o no una "república coronada" o "sin coronar" al estilo de la "simpática del 31", y en cualquier caso, nada, nada, a ver qué clase de monarquía nos interesa más. Pues "para ir abriendo boca", se pueden consultar, claro que leyendo con la debida atención, todos los fondos del sitio sobre el tema de la monarquía y que no me atrevo ni a cuantificar. Pero si a alguno no termina de convencerle lo que en ellos se expone, pues podrían echar un vistacillo así, a la "encuesta sobre la Monarquía de Maurrás, o leer con detalle a Burke, Maistre, Bonald, Chateaubriand, Chambord, Halévy, Peguy, Barrés, Lacroix, Lamennais, Villeneuve-Bargemont, Melun, Tour du Pin..., menos Burke, franceses todos que con mayor o menor acierto, desglosan y analizan la sociedad moderna antesala de la contemporánea al tiempo que son doctrinarios del tradicionalismo, teóricos del catolicismo social y defensores de la monarquía frente al republicanismo revolucionario.
¿Pero qué es la realeza para el Tradicionalismo Carlista?
"La realeza no es para el Carlismo una persona, ni tampoco siquiera una dinastía. La realeza es para el Carlismo la institución suprema de las Españas.
Como tal, le cumple un triple oficio, de cuyo deber se deriva su derecho a la supremacía:
a) Representar la unidad externa de los varios pueblos españoles.
b) Aunar en la lealtad al común monarca a todos los individuos, familias, provincias y regiones de España.
c) Gobernar al servicio de las libertades concretas forales, ordenándolas a la grandeza de la patria.
El Carlismo no pone el eje de la monarquía ni en la persona del rey ni en la dinastía real, porque las personas mueren y las dinastías se extinguen. Lo pone en La Corona, situada en la cumbre de la pirámide de las instituciones políticas, como motor que da actividad a todos los engranajes de cada una de las ramas de la administración estatal y de cada una de las administraciones regionales.
Tal motor, por eso mismo, no puede ser uno cualquiera, sino el más perfecto que quepa imaginar con la fuerza de la especulación apoyada en la secular experiencia histórica, único campo empírico válido en materias jurídico-políticas. De ambos presupuestos deduce el Carlismo la exigencia de que la monarquía que defiende sea:
a) Católica.
b) Histórica.
c) Social.
d) Responsable.
e) Foral.
f) Y hereditaria.
(¿Qué es el Carlismo? VVAA, Centro de Estudios Históricos y Políticos "General Zumalacárregui", ESLICER Madrid 1971, cáp., 11, pp 173-174)
O sea, lo mismo de lo que se está hablando en el tema de este hilo, igual, como digo. Y para responder a la pregunta ya formulada aquí y allá de con quién ha de casarse un rey en España, pues con quien designe el monarca y aprueben las Cortes reunidas a tal efecto. Otra cuestión es que hoy se admita cualquier cosa: Pues como no me dejéis casarme con "Carlotitatita" no me dejo nombrar rey, ¡hala! que es lo que parece pasar de puertas para adentro.
Última edición por Valmadian; 20/05/2013 a las 05:52
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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