Claro que impone. Si una marca impone un producto, con más razón la Santa Sede puede imponer por medio de la autoridad espiritual que ejerce. Roma locuta, causa finita. "Lo ha dicho el Papa, hay que hacerlo."
Claro que impone. Si una marca impone un producto, con más razón la Santa Sede puede imponer por medio de la autoridad espiritual que ejerce. Roma locuta, causa finita. "Lo ha dicho el Papa, hay que hacerlo."
¿Pero que encíclica o documento del VII habla de la aconfesionalidad de los estados? Vuelvo a repetir: la libertad o tolerancia religiosa es una cosa y la aconfesionalidad otra. Obviamente, el espíritu postconciliar no ayuda a mantener la confesionalidad, pero es que aquí de lo que se trata es de que el parlamento de Liechtenstein obliga a la Iglesia a negociar un nuevo concordato, y no a la inversa.
Última edición por Rodrigo; 23/11/2012 a las 15:46
La libertad religiosa que es referida y concedida a los particulares por el vaticano II NO equivale a la tolerancia religiosa (también introducida por documentos del Vaticano II) y que es impuesta a los Estados.
La aconfesionalidad de los Estados se refiere a la nueva condición acatólica en que quedan los Estados antes católicos tras la aplicación de las nuevas normas conciliares relativas a la tolerancia religiosa (de las falsas religiones). Esa “tolerancia religiosa” implica también (como consecuencia) la pérdida de lo que se pasan a llamar “antiguos privilegios” de la religión católica.
Por tanto, el Vaticano II sí impone la tolerancia religiosa (¡ojo! solo por lo que al catolicismo respecta, y con Estados de tradición católica con los que siempre ha tenido tradicionales vínculos (obviamente no con Noruega, Inglaterra, Suecia, Rusia, China etc, a los que el Vaticano les trae al fresco)
El caso de Liechtenstein lo supongo similar al de otros países católicos: un gobierno que a la vista de la finalización de un concordato entabla negociaciones para renovarlo y el Vaticano les dice: obligatorio libertad religiosa+tolerancia religiosa. A partir de ahí el gobierno redacta un nuevo proyecto que una vez recibido el visto bueno vaticano es aprobado por el parlamento y luego refrendado por el Vaticano.
El parlamento de Liechtenstein claro que podría proclamar la unidad católica de Liechtenstein o al catolicismo religión oficial; pero si va a resultar que sus obispos y sacerdotes se inhibirán por que deben obediencia al Vaticano ¿de qué sirve proclamar algo que la otra parte (obispos y sacerdotes) no va a admitir ni cumplir?
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
Estos artículos constitucionales (que he traducido al castellano) y que proclaman la libertad religiosa de los portugueses y la aconfesionalidad del estado portugués, son parte de la constitución portuguesa del Estado Novo... aprobada y publicada en 1933!!! Por el gobierno del Profesor Salazar!(...)
Art. 8.º - Constituyen derechos y garantías individuales de los ciudadanos portugueses:
(...)
.3 - A la libertad y inviolabilidad de creencias y practicas religiosas, no pudiendo nadie por causa de ellas ser perseguido, privado de un derecho, o exento de una obligación o deber cívico. Nadie será obligado a responder sobre la religión que profesa, no siendo por una encuesta estadística aprobada por ley;
(...)
Art.º 45.º - Es libre el culto público o particular de todas las religiones, pudiendo las mismas organizarse libremente de armonía con las normas de su hierarquía y regla, constituyendo por esa forma asociaciones o organizaciones a las cuales el Estado reconoce existencia civil y personalidad jurídica.
Art.º 46.º - Sin prejuicio del preceptuado por los concordatos en la esfera del Patronato, el Estado mantiene el régimen de separación con relación con la Iglesia Católica y con cualquier religión o culto practicados dentro del territorio portugués, y las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Portugal, con mutua representación.
(...)
El mismo gobierno que firmó un concordato con la Iglesia Católica en 1940 y que ha vigorado hasta 2004!! La única enmienda, de 1975, ha sido pedida por el gobierno portugués (salido de la revolución de los claveles) para regularizar el divorcio. El concordato de 2004, firmado por Durão Barroso (sí, él mismo) y el Cardenal Sodano, apenas ha alterado la versión enmendada anterior... Así que ni el CVII, ni la dignitatis humanae han venido a cuento, ni el Vaticano ha solicitado cualquier revisión del concordato con el estado portugués desde el CVII.
La tolerancia religiosa y la aconfesionalidad de los estados NO resultó del CVII!! Resultó de la Revolución francesa y del liberalismo! Porque los estados no necesitan del Vaticano para ser confesionales o aconfesionales. Como hay mucho tiempo que no existen gobiernos contrarrevolucionarios, hay mucho tiempo que no existen estados confesionales! Así de simple! Que la posición del Vaticano (estos días tan liberal como los otros) en pro de la libertad religiosa y sí, asiente en los principios conciliares, no ayuda a que se establezcan concordatos que promuevan la confesionalidad con los países católicos, claro que no ayuda... pero es que algún de esos países los han solicitado?
En definitiva, la Roma conciliar no ha impuesto nada a Portugal, luego, no sé porqué lo haría a Liechtenstein. Hay suficientes motivos reales para criticar el Vaticano conciliar, no es necesario crear motivos que no los creen ni sus creadores. Con eso el tradicionalismo católico sólo pierde: pierde credibilidad y el interese de los católicos que quieren acercarse de la Tradición.
Última edición por Irmão de Cá; 26/11/2012 a las 17:44
Es muy interesante el desglose del articulado de la actual constitución portuguesa que proclaman la aconfesionalidad del estado portugués. Parecería obra de cualquier gobierno actual de corte masónico-laicista, me ha impactado la información que Vd. nos relata. Sinceramente, disculpe mi ignorancia, me ha llamado muchísimo la atención y me ha dejado bastante perplejo que sean una copia literal de parte de la constitución portuguesa del Estado Novo del Profesor Salazar.
Concretamente el párrafo que dice: "...el Estado mantiene el régimen de separación con la Iglesia Católica y con cualquier religión o culto practicados dentro del territorio portugués", es definitorio del concepto clásico laicista, propio de los estados modernos de corte masónico, y también... por qué no decirlo, del modelo que impulsa el último concilio. Esa separación de "las iglesias" (situando a todas, las falsas y la verdadera, en un mismo plano de "supuesta veracidad") ante la imparcialidad y la equidistancia del Estado, es muy significativo. Sinceramente, desconocía que durante el gobierno de Salazar, Portugal se estuviera rigiendo por una constitución de corte tan aconfesional...
Se aprende muchísimo leyendo las aportaciones de personas muy bien informadas, que como Vd., escriben en este foro. De todas maneras, tambien es evidente que la actitud vaticana, desde hace unas cuantas décadas, también está promoviendo la aconfesionalidad de los estados de todo el mundo. Mas que "no ayudar a la confesionalidad", yo diría que están promoviéndola, e incluso imponiéndola de facto... ayudando a la propagación del virus del laicismo, que como Vd. nos demuestra, afectaba incluso a gobiernos tan admirados por algunos de nosotros, como es el caso del régimen del Estado Novo del Profesor Salazar.
Estoy de acuerdo con la frase que Vd. escribe: "Como hay mucho tiempo que no existen gobiernos contrarrevolucionarios, hay mucho tiempo que no existen estados confesionales! Así de simple!". Me parece una afirmación muy correcta. Lamentablemente, de seguir así los tiempos... quizás hubiere que incluir también en esa misma asertación al propio estado vaticano (y perdone el chascarrillo), porque la cuestión del ecumenismo postconciliar aderezado con las constantes reuniones en Asís, también podrían hacer pensar que pudieran acabar abrazando el ecumenismo como única religión "oficial" vaticana. y creo que ya van muy avanzados por ese camino...
Un abrazo en Cristo
Última edición por jasarhez; 26/11/2012 a las 19:31
Irmao de Cá: No estamos hablando de concordatos anteriores al Vaticano II, sino de después de 1965 (Dignitatis Humanae); ya sabemos que no se daba en todo el mundo católico la misma situación. Ahí está el caso de Francia (mayoritariamente católica y con el Estado francés como principal enemigo católico).
Estamos hablando sólo del Vaticano como parte de los concordatos celebrados desde 1965, que por lo que a él respecta es intransigente contra la confesionalidad católica e impone la libertad religiosa, (independientemente de que el Estado firmante del Concordato la quiera o no)
Lo que nos tendría Vd que traer, para desbaratar la tesis, es un concordato posterior a 1965 que reconozca la confesionalidad católica de algún Estado que tradicionalmente fue católico.
Mientras tanto sigue en pie la tesis de la Agencia Faro. Está bien claro por lo que a la Iglesia respecta, desde 1965:
"...la libertad religiosa se funda en la dignidad misma de la persona humana y ha de ser reconocida en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de forma que llegue a convertirse en un derecho civil”). (Dignitatis Humanae, 2)
http://www.vatican.va/archive/hist_c...umanae_sp.html
El caso de España en 1966 es clarísimo:
el-debate-sobre-la-libertad-religiosa-capitulo-6/
Última edición por ALACRAN; 26/11/2012 a las 19:22
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
Lo que sostiene el forista Alacrán es irrefutable.
No hace falta ser teólogo para constatar que el esquema del Concilio sobre la Libertad Religiosa, se opone a lo enseñado en forma constante por la Iglesia Católica en esa materia.
Basta con confrontar los textos, por ejemplo de Pío VI, Pío VII, Gregorio XVI, León XIII, Pío IX, San Pío X, Pío XII, etc.
Ver a solo titulo de ejemplo : Libertas Humanus Genus de León XIII, Quanta Cura de Pío IX, el Sylabus, etc.
De esa mito de la libertad religiosa impuesto por ese esquema, derivan los actuales concordatos.
Hacerlos de otra forma contravendrían lo emanado del V-II.
Fue el triunfo del esquema liberal-modernista- masónico.
Hay países en que los reformadores citan para la modificación de los concordatos a ese esquema conciliar.
Tambien lo aplican para socavar todo lo que huela a tradicionalismo.
Por otra parte si se quisiera volver a lo anterior, no se podría, pues vulnera el esquema sobre la libertad religiosa, que impide un estado confesional, o que se de prevalencia a una religión por sobre las otras.
Miren lo que paso con el Concordato entre Pío II y el Duce.
Comparen uno con otro y después me cuentan.
Los judíos, musulmanes, las logias, la global invasión, etc, aplauden a rabiar.
Mientras nosotros nos debatimos en la apostaría, el relativismo, la igualdad, la confusión, y cuanta tontería anda suelta por allí, ellos esperan el momento oportuno para dar el jaque mate.
No siendo el Prof. Salazar "santo de mi altar", aportaré sin embargo algunos matices que, creo yo, van a minorar la momentánea desilusión que a Vd. le he causado con mi mensaje anterior:
Oliveira Salazar es llamado, en 1928, para ministro de la hacienda y, más tarde, presidente del consejo de ministros, por el mando militar que ha arrancado Portugal a la anarquía republicana en 28 de mayo de 1926. La constitución promulgada en 1933 fue el primer paso para institucionalizar el Estado Novo y su propio poder personal; todavía, por ese tiempo, había que contar con el beneplácito de las cúpulas militares, en gran parte republicanos de derechas, conservadores pero masones o fuertemente anti-clericales. Pongo como ejemplo al Mariscal Carmona, presidente de la república portuguesa al tiempo; un perfil como el del General Queipo de Llano o del General Mola, para hacer un paralelismo con el caso español.
Para el Profesor Salazar, la constitución de 33 ha sido un compromiso, un medio para asegurarse el poder; pero también (y esto apenas lo opino yo) un ultimo recurso para usar contra la propia Iglesia, en caso de que se rebelase contra él para apoyar, por ejemplo, un regreso de la monarquía al país. Mientras tanto, ha firmado el concordato con Roma en 1940 y ha introducido cambios a la constitución por los cuales sujetaba la libertad de culto a "la moral y los buenos costumbres" del país (católicos, por supuesto) y prohibiendose a las confesiones no católicas "difundir doctrinas contrarias al orden social establecido". En la revisión constitucional de 1951 pasa a designarse la religión católica como "religión de la nación portuguesa" aunque no del estado portugués. Y, claro, siempre que le parecía, al Profesor Salazar le importaba un pimiento la constitución por lo que, con o sin respaldo legal, la Iglesia Católica se progresivamente convertido en la religión del estado, por voluntad del propio Profesor Salazar y en cuanto esta fuese fiel a su régimen.
Gracias por su elogio, Sr. Jasarhez. Lo mismo digo de Vd. y del Señor Alacrán, pues documentáis sobradamente vuestros argumentos; no raro discrepamos, Vuestras Mercedes y yo, pero siempre aprendo algo. Sin embargo no puedo coincidir en que el Vaticano esté "imponiendo" la aconfesionalidad de los estados en los términos empleados en el despacho de la Agencia FARO. Sobretodo porque no garante, basado en fuentes periodísticas validas, que las autoridades del Principado han requerido del Vaticano la renovación de un concordato promotor de la confesionalidad del Estado y que lo mismo les ha sido negado por Roma.
Última edición por Irmão de Cá; 27/11/2012 a las 17:25
Sr. Alacrán:
Como se puede imponer algo a alguien que también lo quiere? Esto es lo que vengo diciendo desde mi primero comentario: Agencia FARO ataca al Vaticano como se hubiese negado un concordato promotor de la confesionalidad católica de un estado que lo haya solicitado. Esto sí es imponer aconfesionalidad; y sólo en una tal situación se podría aplicar tal expresión al caso de Liechtenstein. Lo ha requerido el Príncipe de Liechtenstein?(por señal, primo del Duque de Bragança, ojo!) Lo ha requerido su Gobierno o el Parlamento de Vaduz?
Dígame también Sr. Alacrán, le ruego, cuáles otros estados han solicitado concordatos confesionales que han sido negados por el Vaticano? Cuales tenían concordatos confesionales que han cambiado, por iniciativa del Vaticano y contra su voluntad soberana? Si un estado se imponer la obligatoriedad de que su soberano o jefe debe profesar la religión católica para serlo, para qué necesita de la aprobación del Vaticano?
Estamos echando en el Vaticano conciliar culpas que son nuestras, Sr. Alacrán. Si queremos estados confesionales, con unidad religiosa, tenemos de conquistarlo nosotros, en nuestros países, pasando de lo que diga el Vaticano. Además, no vale de mucho luchar contra el liberalismo en la Iglesia sin luchar contra el liberalismo fuera de ella; sin derrotar la revolución habrá un Vaticano III, un Vaticano V y un Vaticano XX si necesario fuere.
Última edición por Irmão de Cá; 27/11/2012 a las 17:37
Es que es de ley reconocerlo, sr. Irmão de Cá. Generalmente sus aportaciones son interesantísimas y muy bien documentadas. Tengo que reconocer también que ya conocía la forma en que el profesor D.Oliveira Salazar fué llamado a formar parte del gobierno de Portugal, primero como Ministro de Hacienda, y más tarde como Presidente del Consejo de Ministros. Pero, créame, desconocía los "encajes de bolillos" (expresión muy castiza, ésta...) que tuvo que realizar mi admiradísimo profesor para contar con el beneplácito de su cúpula militar portuguesa, en la que (como aquí en España, también, como Vd. muy bien ha dicho...) había muchos liberales, tanto de derechas como conservadores, y como nó... ¿cómo no iba a serlo?, porque es inevitable en todos los sitios... con algún que otro masón entre ellos.
Pero lo cierto, es que Don Oliveira era un hombre profundamente católico. De ahí que, una vez ya mas consolidado su Estado Novo, pasara a considerarse a la religión católica como la religión de la nación portuguesa (interesante la distinción entre el término Nación y Estado, que hace referencia al conjunto de los órganos de gobierno de un país). Parece ser que, incluso en los años cincuenta... el profesor Oliveira conocía con certeza que los enemigos del catolicismo y de la nación portuguesa todavía no habían sido convenientemente neutralizados. Y por continuar con los mismos paralelismos que ha hecho Vd. con España, aquí, nuestro Caudillo, tampoco ocultó su temor y nos previno (desde el primer momento, incluso en el mismísimo desfile de la Victoria) de los peligros que todavía acechaban a España, incluso en aquellos días inmediatamente posteriores a la Victoria, como si el enemigo atávico ya estuviere instalado, cobardemente oculto entre las sombras, esperando su oportunidad desde el fondo de "muchas conciencias" (palabras textuales de Franco) y en algunos otros sitios mas prosaicos, como la historia nos ha revelado luego... De hecho, ya vemos lo que ha pasado tanto en Portugal como en España. Los paralelismos entre nuestras dos naciones hermanas, que proceden de un mismo empeño y de un mismo campo de batalla, son mas que evidentes como vemos.
Un abrazo en Cristo, amigo.
"La Victoria se malograría si no continuásemos con la tensión y la inquietud de los días heroicos, si dejásemos en libertad de acción a los eternos disidentes, a los rencorosos, a los egoístas, a los defensores de una economía liberal que facilitaba la explotación de los débiles por los mejor dotados. No nos hagamos ilusiones: el espíritu judaico que permitía la alianza del gran capital con el marxismo, que sabe tanto de pactos con la revolución antiespañola, no se extirpa en un dia y aletea todavía en el fondo de muchas conciencias"
(Francisco Franco Bahamonde, 19 de mayo de 1939)
..
Última edición por jasarhez; 27/11/2012 a las 21:23
"...la libertad religiosa se funda en la dignidad misma de la persona humana y ha de ser reconocida en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de forma que llegue a convertirse en un derecho civil”.
('Dignitatis Humanae', num 2) - Año 1965
http://www.vatican.va/archive/hist_c...umanae_sp.html
La expresión "...Ha de ser reconocida..." es imperativa; luego es es una obligación o imposición del Vaticano a TODAS las sociedades (naciones) católicas.
Y por ello, en España, los obispos pidieron que se cambiara el artículo del Fuero de los Españoles que declaraba al catolicismo religión oficial, en 1966. Y así se hizo.
Si Vd, Irmao de Cá no lo ve o no lo entiende, yo no puedo hacer más.
Me cansa el tema y lo dejo.
“España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los reyes de Taifas.
A este término vamos caminando: Todo lo malo, anárquico y desbocado de nuestro carácter se conserva ileso. No nos queda ni política nacional, ni ciencia, arte y literatura propias. Cuando nos ponemos a racionalistas lo hacemos sin originalidad, salvo en lo estrafalario y grotesco. Nuestros librepensadores son de la peor casta de impíos que se conoce, pues el español que deja de de ser católico es incapaz de creer en nada. De esta escuela utilitaria salen los aventureros políticos y salteadores literarios de la baja prensa, que, en España como en todas partes, es cenagal fétido y pestilente”. (Menéndez Pelayo)
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