Vamos a diferenciar. Una cosa es que se desde algunos puntos de vista católicos se viera a Hitler como la gran esperanza blanca contra el comunismo y Hitler a su vez viera a los católicos como aliados poteciales contra ese enemigo común, aunque no tenía miramientos para con los católicos cuando éstos no le bailaban el agua, y otra que nazismo y catolicismo sean filosóficamente compatibles.
También Churchill elogió a Hitler en su día, para no mucho tiempo después aliarse con su bestia negra comunista contra Hitler y su admirado Mussolini. El interés común hace extraños compañeros de cama.
Marcadores