Cita Iniciado por Mefistofeles Ver mensaje
Estimado Valmadian, poco que añadir en realidad a lo aportado por Hyeronimus y Reke, aun aportando mi visión. Veamos lo que yo entiendo, que seguramente esté equivocado, no obstante me la juego.

El "mundo" lo podemos entender de varias formas, principalmente de dos: la primera como creación física buena y la segunda como aquello mismo corrompido por el hombre. Bien, hasta aquí es sencillo, el problema radica en cuanto empleamos el adjetivo "moderno" para referirnos a lo que en las Escrituras se denomina como "del siglo"... es decir, como un adjetivo peyorativo --->«Los hijos del siglo», que forman el mundo, quedan contrapuestos a los «hijos de la luz» (Lc 16,8; +Rm 12,2; 1Cor 2,6; 3,18).

Si no me he vuelto medio loco, vengo a decir que el siglo, lo secularizado, lo mundanizado, el mundo moderno al fin y a la postre, es aquel sujeto a una subversión de los valores naturales del ser humano. El mundo moderno pretende cambiar el orden de las cosas.

No obstante sigue siendo difícil definirle por su misma complejidad, es en última instancia el ambiente anticristiano que se respira dentro de una sociedad cada vez más asfixiante que olvida a Dios y se entrega a las cosas de la tierra, donde se nos bombardea con falsas máximas en oposición a las verdades evangélicas sobre las que se construyó España.

Ese Mundo Moderno , siempre ha existido, no es el mundo como creación, más bien es el mundo que el hombre pretende "increar", y es incapaz de generar ningún sentimiento de amor real hacia él.

El Mundo Moderno es un ambiente, no un ser ,ni tan siquiera un objeto, y por lo tanto no es ilícito el odiarlo, es más, Alfonso Salmerón S.J. y demás padres de la Compañía (y de Trento) en el siglo XVI entendían el odio como la ausencia de amor y en este caso, la ausencia de amor hacia determinado ambiente no es contrario al cristianismo, de hecho esa ausencia de amor la veo necesaria para adoptar posturas defensivas frente a ese mundo moderno, cuyo Principe todos tenemos la deshonra de conocer.


Un abrazo amigo.
Bien entendido en mi opinión, y es algo clave que el mundo moderno siempre ha existido siendo más manifiesto en determinados momentos históricos. Hoy se asocia a la "tecnología" y es correcto que así se haga, pero cuando los judíos adoraron el "becerro de oro" hicieron lo equivalente. Del mismo modo podríamos afirmar que a finales del Imperio Romano, también hubo "mundo moderno" bien explícito en la "escuela cínica", la misma que siempre aparece en etapas críticas. Así se ve que nuestra sociedad es muy cínica, no hay valores, sólo hay intereses.

En todo eso que habéis comentado estoy de acuerdo, pero mi interés se ha centrado en el "odio" que, al igual que el amor es una fuerza primordial en del espíritu humano. Entiendo que se debe rechazar, reprobar, atacar, los fundamentos del mundo moderno actual, pero se puede proceder con la máxima firmeza, con el más intenso de los sentimientos y hacerlo sin odio. Ya sé que el autor del blog expresa una idea, una intención y es toda una declaración de guerra, pero la cuestión no es únicamente semántica, hay mucho más en ello y mucho más profundo. El odio es la negación del amor, pero no sólo hacia lo odiado, sino desde quien odia. Aun prescindiendo de las personas -que suelen ser las que reciben el odio de otros más que las cosas, hay que ser sinceros-, a las que se privaría de su valor propio como "persona", lo cierto es que quien odia se vacía de si mismo. El amor es creador de valores y el odio los mata, pero afectando a quien odia. Cuando alguien está inmerso en ese sentimiento negativo, acaba plasmándolo en lo que le rodea, sean personas o cosas, sea el mundo moderno, o lo que se quiera, porque de si no surge más que negatividad que nubla todo entendimiento. Si el odio embarga a alguien no es difícil colegir que es incapaz de amar. Por ello, yo lo definí en mi anterior mensaje como "vaciedad e inutilidad para el espíritu" y "frío de panteón para el alma". Quien odia de un modo real está muerto en vida. Pero, si se trata de una expresión lingüística es diferente, aunque no deja de ser fea y cuidado con el autoconvencimiento, porque empezando por la formulación de una idea, se puede acabar yendo por el sendero erróneo.

Un saludo en Xto a todos.