Re: El 25-M abstención y más abstención.

Iniciado por
jasarhez
Ja, ja, ja... ¡qué ingenioso el señor Tolkien!. ¿Y había pensado este escritor quien habría de ejercer esa forma de justicia necesaria?, ¿quizás Aragorn II o su hijo Eldarion?. ¿No será que al final a Tolkien le ocurrió un poco como a Saruman el Blanco?.
Lo que venía a decir es lo que dice el Carlismo: "Más sociedad, menos Estado", por tanto se trata de una forma metafórica de expresar lo que era el Estado antes de Hobbes. El Estado es ese Leviatán o sea un monstruo que deshumaniza todo, algo que parece ser que muchos olvidan con suma facilidad y al que rinden culto como si fuera un dios: comunismo, nacionalsocialismo, fascismo, liberalismo, y cualquier otra tendencia totalitarista. En resumen, todo aquello que propugna una continua injerencia en los asuntos particulares de los individuos que, son precisamente lo que sostienen el Estado, sin ellos no existiría éste en ninguna de sus formas. El Estado es a-moral y, por ello, in-moral. Pero lo que digo no significa que yo sea anarquista. El Estado como "solidarizador de la sociedad" es un "blufff", y yo en eso coincido con un señor llamado EASTON, que afirma:
La palabra debería abandonarse por completo... la palabra debería evitarse escrupulosamente y no resultará una privación de expresión grave. De hecho, la claridad de expresión exige esta abstinencia.
(Antropología Política textos compilados por Llobera, Barcelona 1985. Edit. ANAGRAMA) Frase que con la que Easton defiende las formas prerrenacentistas de "polis", "civitas", "Cristiandad", "Imperio". Y es que de facto, el Estado es ateo por su propia naturaleza.
Así que, Jasarhez, las palabras de Tolkien tienen menos gracia de lo que parece y, por el contrario, apuntan a una verdadera necesidad.
Ponte como quieras, pero es ilícito llevar la adoración por la propiedad privada hasta el extremo de permitir que se mantengan los pisos vacíos, mientras hay cientos de familias viviendo en la puta calle. No es de extrañar que, tras escuchar pensamientos como este, hayan cada vez más gentes que voten a PODEMOS sencillamente porque hablan en su programa de legalizar la barbaridad de la patada en la puerta y permitir la arbitrariedad de una ocupación ilegal de una vivienda. Con pensamientos como este, los extremismos de unos terminan alimentando los extremismos de los otros, y ese no es el mejor camino para evitar el odio de clases del que nos hablaba el marxismo.
Yo no me pongo como quiera, quien asegura la política social y en especial la "vivienda digna", es el Estado, no el individuo particular. Que haya individuos que practican la acumulación innecesaria, también es inmoral cuando hay necesidad a su alrededor, pero eso no exime al Estado (y a los poderes que emanan de él) del cumplimiento de sus propios términos, de las normas que de su organización han salido. Por tanto, a quien obligan tales normas es al Estado, pero no a costa de otros, sino de sí mismo.
Te pongas como te pongas,
hay bienes de primera necesidad que deben de ser protegidos y convenientemente apartados de las prácticas especulativas. Defendiendo de esa manera tan extremista el derecho a la propiedad privada de cualquier bien (incluyendo casa y comida) lo único que estás haciéndole es un claro favor a las teorías marxistas y a los oportunistas que buscan pescar en el río revuelto que han dejado los desmanes y las injusticias de los liberales que sacralizan el derecho a la propiedad, hasta entrar de lleno en la injusticia.
Cita una sola actividad que, teniendo un precio de producción y otro de venta libre, no tenga una finalidad especulativa. Desde la venta de camisetas aunque sea en los mercadillos de los pueblos, hasta todas las especulaciones inmobiliarias que quieras. Y no soy yo quien le hace el favor a ninguna teoría marxista, ni tampoco estoy haciendo una defensa de la propiedad extremista, sino un razonamiento de por qué no se puede hacer demagogia con estas cuestiones.
Quizás ahora estoy comprendiendo de una manera muy gráfica cual es la diferencia que existe entre tener un corazón de izquierdas o de derechas... Y ahora sigue acusándonos a Donoso o a mi de hacer apología del marxismo. No creo que nadie tome en serio tus críticas.
Déjate de sentimentalismos, yo no os he acusado de nada, sólo hago constar que a las claras los extremos se tocan, en este caso los discursos. La fotografía del hombre mayor acusando a las clases medias -¡y qué carajo es eso!-, de su propia situación particular; es el ejemplo del lacrimeo típico de la demagogia callejera que la ultraizquierda saca a la calle. Lo justo, lo equitativo, sería que el Estado analizase la situación de ese hombre -tómese como un modelo-, y lo amparase, que es lo que no hace.
Para la especulación "criminal" que la hay, existen reglas, leyes que las prohiben, pero ¿quién las aplica? Y la última pregunta es ¿qué culpa tiene el que "ahorra" para su futuro y el de sus hijos porque los bancos no dan los mismos intereses que cobran a quienes invierten? Y es que el discursito de Pablito Bla, Bla, no hace distinciones y, en cambio, amenaza con una hecatombe. Tu propia casa no valdría una "m..." ¿eso es lo que quieres?
P.D. Mi corazón no tiene nada que ver aquí, y no está ni en la izquierda, ni en la derecha, ni arriba, ni abajo, ni en el centro. Está con esa gente que son el 35 ó el 40 % de la población planetaria que no sabe si va a comer mañana. ¿Dónde están todos los teóricos Pablitos Bla, Bla y sus ladrones a la hora de asistir a toda esa gente? ¡En ninguna parte! bastante tienen con sus demagogias de taberna.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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