Tema: Derecho a decidir

No voy a estar repitiendo todos los topicazos al uso de los independentistas en España -me niego rotundamente a llamar españoles a quienes no tienen otra fijación que dejar de tener DNI-, y no lo voy a hacer porque de su bombardeo "informativo", delirante y machacón cualquiera sabe con qué intenciones onanistas, ya tenemos a diario sobredosis suficiente en eso que llaman medios de comunicación. Así, pues, quien quiera perder su tiempo leyendo las chorradas que ha soltado fulano del PNV, o mengano de AMAIUR, o zutano de ERC, no tiene más que enchufarse a dichos medios.

Lo que yo pretendo con este hilo es otra cosa. No quiero en modo alguno un grupo de delincuentes comunes mangoneando en Cataluña, ni una banda de criminales oprimiendo una "Euskadi" hipotéticamente independiente. Por tanto, se puede empezar a colegir que busco otra cosa muy diferente. Pero si estoy de acuerdo con condiciones con eso de derecho a decidir. Y es que lo justo, lo equitativo y lo que es legal y no de otros modos, es que si hay gente que quiere "construir" un país diferente, yo quiero decidir qué se hace con mi país. Eso es lo normal, porque yo quiero que mi Patria siga entera.

Si hablásemos de territorios colonizados, de territorios en algún rincón del planeta y separados por millas y millas oceánicas, pues con cierto sentido de la decencia a lo mejor tendría que admitir esa aspiración. Pero hablamos de una región española -Cataluña-, que jamás fue un Estado independiente, un territorio en el que el 60% es de origen foráneo de la tierra catalana. Hablamos de un País Vasco que jamás fueron otro Estado independiente que, sin absorber reinos que si fueron Estado como Navarra, no tienen entidad suficiente para llevar a cabo nada de nada. Hablo de unos territorios en los que se impone la voluntad por el miedo.

Pues no, yo exijo desde aquí al gobierno la convocatoria de un referéndum nacional para que todos los españoles decidamos qué y cómo queremos que sea España en un futuro, si entera como desde hace más de 5 siglos, o mellada por separarnos de Cataluña y de Euskadi. Entiéndase que tales territorios sólo comprenderían sus territorios actuales, nada de "paisos catalans", ni "Nafarroas". Pero que quede bien claro y sentado que somos todos quienes debemos decidir tal situación.

Y es muy fácil de entender, ellos piden separación, yo, al igual que una mayoría, pido unidad e integridad nacional. Con idénticos argumentos, con iguales derechos: UNIDAD e INTEGRIDAD de España.


¡¡¡ Referéndum nacional ya !!!

Las pretensiones independentistas tanto en Cataluña, como en el País Vasco, son engrosadas con el artificio del lenguaje que emplean. Por ejemplo, cuando hablan de Cataluña ésta es una nación y para referirse al resto de España lo hacen llamándola Estado. Pues, en base a esta lógica ilógica, podemos decir que Cataluña es una región de la nación española. Pero ellos, hábilmente adoctrinados, o sea, amaestrados, saben que con ello lo que hacen es privar a España de algo como es su propia esencia. España es una patria común; España es una nación en el doble sentido de ser un lugar en el que se nace -sentido latino o romano-, y el lugar común de los españoles donde éstos ejercen su soberanía -sentido revolucionario surgido a raíz de la revolución de 1789 en Francia-. Pero lo que hacen es limitar España en un intento de disminuirla precisamente en la pretensión a la que aspiran: su Estado.

Es decir, ellos se autoproclaman como nación, cuando jamás lo han sido; como patria, cuando no pasa de patria chica poblada por un sesenta por ciento de gentes españolas procedentes de todos los puntos cardinales y reclaman la estatalidad, mientras con un argumento contrario niegan al resto su realidad. De sobra saben lo que si es España, pero la cuestión no reside en que esto sea como un matrimonio mal avenido que busca un divorcio y, a causa de ello, no reconocen aspecto positivo o virtud alguna en la otra parte. En estos casos que, por puro interés, engordan con Galicia, el pretendido nacionalismo valencianista que cabe en un taxi, y otras astracanadas varias, lo cierto es que es una mano la que quiere independizarse o un pie o, si se me apura, el dedo gordo el que quiere ser independiente. Y no se cae en la cuenta de que un órgano seccionado del cuerpo va a la basura si o si en pocas horas. Y todo ello, además, en medio de un discurso engordado hablando en nombre del pueblo catalán o el pueblo vasco que, en cualquiera de ambos casos son mucho más numerosos y de opiniones diversas, que lo que dicen representar estos representantes de pacotilla.

Así las cosas, y ya que nosotros somos el pueblo español que habitamos en una patria común y formamos la nación española, tenemos el deber moral de exigir al gobierno que cumpla con el deber legal de convocar ese referéndum al que todos tenemos derecho.