Muy de acuerdo con tu comentario, raolbo. La gente cree que la sustitución de los robots sólo se da en tareas mecánicas repetitivas. Pero en realidad afecta por igual a todas las profesiones. Pongo algún ejemplo. Con los programas de CAD ya no son necesarios tantos arquitectos y aparejadores. Con sucesivas versiones se irá reduciendo la necesidad de arquitectos que supervisen. Tengo entendido que Google y compañía tienen pensado meterse también en este sector, con la declarada misión de prescindir de los arquitectos.
Fíjate si esta sustitución es transversal que también afecta a los informáticos. Para empezar, la labor del administrador de sistemas es perfectamente sustituible por inteligencia artificial. Se argumentará que siempre será necesario una persona que supervise. De acuerdo, pero cada vez serán menos personas necesarias para supervisar. Si antes tenía que haber un informático dedicado a administrar un servidor, ahora bastará con un informático para supervisar cincuenta servidores. Los programadores tampoco se salvan. Los lenguajes del alto nivel y las mejoras en los entornos de desarrollo hacen que para llevar a cabo un objetivo sean necesarios menos programadores.
No es raro, pues, que el empleo en el sector tecnológico haya descendido en los últimos años:
Este reciente vídeo de The Guardian ironiza sobre lo que pasará con el último puesto de trabajo de supervisor:
Los ordenadores no siempre nos libran de tareas repetitivas y molestas. En muchos casos sirven para vigilar que cumplamos esas tareas repetitivas con la eficiencia y dedicación que desea el jefe, como ocurre en los almacenes de Amazon. En otros muchos casos, los ordenadores nos ponen a hacer tareas repetitivas, sin aparente sentido final, gracias a la división en microtareas. Ésa es la filosofía del Taylorismo, que se traslada al trabajo intelectual con el "Turco Mecánico" de Amazon. Al ejecutar las microtareas del "Mechanical Turk", los trabajadores entrenan a la inteligencia artificial que permitirá sustituirles definitivamente. Mucha gente ignora que al rellenar CAPTCHAS, al poner "tags" o incluso al participar en Facebook está entrenando a la IA que un día le sustituirá. La ración de entretenimiento de baja calidad que, salvo contadas excepciones, nos proporciona Internet de momento nos mantiene al margen de estas preocupaciones.
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