
Iniciado por
Valmadian
Todo proyecto de ingeniería social que ha buscado una transformación rápida o brusca, ha concluido en sonoro y rotundo fracaso para sus promotores. Esa siniestra y pobre mujer que es Cristina CIFUENTES ahora ha promovido una de las leyes más absurdas e injustas que caben, pero se ha suicidado políticamente, con esta lamentable medida antidemocrática y manifiestamente ilegal -ya vendrá la respuesta vía judicial-, ha perdido el voto católico que ciegamente apoyaba al PP. Por supuesto, no se va a notar demasiado en un primer momento, ni va a ser extrapolable a toda España, ¡ojalá!, lo van a notar en Madrid cuando caigan en picado. Y es que hay algo en esta barbaridad que sirve de recordatorio permanente: cuando en los próximos tres cursos los niños más pequeños, por que a ellos está dirigido semejante disparate y lavado de mentes inocentes, lleguen cada día a casa y provoquen un soponcio a sus padres votantes peperos hasta el momento.
Marcadores