La inclusión del pdf obedeció a que la pregunta no tiene una respuesta sencilla precisamente. Buena muestra es el contenido del pdf, porque no hay una definición, sino que se trata de una idea expresada como conjunto de ideas:
"...el orden natural o tradicional en sentido clásico es universal. Como observó, por ejemplo, Aristóteles, lo que es justo por naturaleza no conoce ni tiempo ni región. La universalidad del orden tradicional viene dada por su naturaleza o, mejor, por la naturaleza de las cosas que expresa. No deriva de un proceso racionalista de universalización. No es un producto que se sobrepone a las cosas; al contrario es un “dato” que se impone a la inteligencia. Su fundamento realista le impide perseguir utopías, sean éstas proyectos de paz perpetua o las modernas declaraciones de los derechos del hombre."
El orden natural es la fuente del "iusnaturalismo" o Derecho natural, está directamente imbricado en el Derecho Divino (la autoridad de Dios sobre todas las cosas), representado por la Iglesia, y el Derecho Positivo o conjunto de normas de una sociedad. Es decir, "Las dos Espadas" y, por supuesto, el "universitas hominum", o naturaleza y sociedad en Santo Tomás de Aquino. Pero todo esto es muy complejo, al menos para resumirlo aquí, y no digamos definirlo. Hay ciertas expresiones en Filosofía, Derecho, Ciencias, etc., que, por si mismas resultan indefinibles y sólo un cierto grado de conocimiento de ellas permite usarlas como vocablo, por que su contenido es comprendido por los interlocutores sin tener necesidad de hacer una descripción completa.
Me viene al caso una palabra que hasta se puso de moda hace unos años, recuerdo que era cuando Maradona era jugador del "Barça" y lo recuerdo porque lo definían usando dicha palabra: "paradigma". Los periodistas al afirmar que Maradona era un paradigma estaban incurriendo en una simpleza monumental con la que demostraban su absoluta ignorancia sobre el término empleado. Pasaba lo mismo en relación con otras muchas cosas, enseguida aparecía el término dando a entender que aquello, lo que fuese, "era lo más moderno o lo mejor." Pero lo cierto es que no tenía nada que ver con aquellas tonterías. La "idea" de lo que es un paradigma dio lugar a la celebración de un simposio en Londres de filósofos de la Ciencia y epistemólogos para discutir sobre ello. Hubo publicaciones como La estructura de las revoluciones científicas (FCE) en el que un físico nuclear y epistemólogo, Thomas KHUNN dedicaba 320 páginas a explicar su significado y "sentido" y ampliar la exposición en Segundos pensamientos sobre paradigmas y aún alguna que otra nueva aportación.
No quiero extenderme demasiado en este ejemplo, pero considero que es una buena muestra de lo que es relativo a una idea imposible de encerrar en una definición. Y he destacado especialmente el término "sentido", palabra polisémica, porque se emplea con mucha alegría (no hablo de los sentidos corporales) y, sin embargo, es objeto de análisis desde la Filosofía y la Ciencia. Así pues, no se me ocurre nada mejor que quien esté interesado en profundizar en esta idea del orden tradicional se agencie una serie de libros y se ponga a leer y estudiar.
En esto no tengo discrepancia alguna, todo lo más alguna apreciación, o concreción o extensión y desarrollo. Pero si quiero añadir que en todo ello hay una especie de fatalismo aunque esperanzado. En realidad, no deja de ser lo mismo que ya sintieron los Apóstoles cuando Nuestro Señor los dejó acá: "No os toca a vosotros conocer los tiempos ni los momentos que el Padre ha fijado en virtud de su poder soberano..." (Hechos 1-7). Toda la Historia de la Iglesia (toda la comunidad de creyentes, no sólo las jerarquías) desde los primeros tiempos ha sido de espera, dentro de la sensación permanente de fragilidad e inseguridad.Pero a eso voy cuando digo que Ayuso es pragmático. Está bien, el modelo medieval es el ideal, pero ¿cómo hacer para reconstruirlo? ¿No es pura especulación? ¿No es una utopía? De eso habla raolbo... Y comparto lo que Ud. dice, de que no hay que desdeñar lo que dicen las profecías: "Al fin, mi Corazón Inmaculado triunfará, y habrá un tiempo de Paz". El Reino de Dios volverá en su plenitud, eso es innegable (y de paso aprovecho para reprochar, de forma deferente, a algunos foreros, que rechazan las perspectivas escatológicas en el análisis político, lo que me parece desacertado) pero... ¿de qué manera? Tal es la cuestión. ¿A través de Estados auténticamente soberanos, defensores del bien común y del interés nacional, como han surgido propuestas en los últimos tiempos? ¿O por intermedio de la globalización? El Estado tiene un nacimiento poco feliz, sí, mas, ¿no será un elemento de transición?
Adelanto mi opinión: veo más factible la restauración de la cultura cristiana por intermedio de los Estados (con Ayuso) que a través de la globalización: si el Estado es malo, la globalización es diabólica. Se dará un proceso a la inversa, quizá. Pero son puras especulaciones. Lo seguro es que Nuestro Señor triunfará, y hay que tener Fe en ello (posición parecida he tomado respecto al reconocimiento de la FSSPX). Rezar, rezar y rezar...
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