A muchos ha defraudado el acuerdo entre VOX y PP en Andalucía como una "bajada de pantalones" y como cesión de sus principios valientes e intransigentes a cambio de casi nada, y sobre todo por las expectativas de repetir elecciones en que presumiblemente doblaría escaños.
A mí me defraudó esa fácil cesión, pero meditándolo bien, el hecho no es grave y puede ser positivo. En todo caso no ha habido renuncia a principios sino a su aplicación en el actual contexto político andaluz:
- En primer lugar, como partido nuevo, aprovechó su campaña más que para apoyar a sus candidatos, trataba de dar a conocer los 100 puntos de su programa con carácter general. Obviamente, muchos de ellos eran de máximos, que exigían modificaciones a nivel nacional, inabordables desde una simple autonomía. Eso es cuestión de lógica. Pronto habrá otras elecciones autonómicas en casi toda España y todo irá mas meditado y coordinado.
-Por otra parte, a nivel de competencias y ámbito andaluz eran solo 12 escaños los suyos sobre 47 de sus socios; muchas peticiones de VOX estaban blindadas por el Estatuto; tampoco puedes atrincherarte y exigir por exigir. ¿Podría en el órdago arriesgarse VOX acaso a forzar elecciones sabiendo que aun subiendo en escaños... volviera a ganar la izquierda? ¿En qué ridículo quedarían si eso sucediera? ¿Quién los volvería a votar en adelante? Su aventura, ¿a la basura en solo un mes por una cabezonería...?
Y es que con la suerte en las elecciones mejor no jugar.
- Independientemente de que ya habían estirado bastante la cuerda frente a las iras de los todopoderosos (quién sabe si estos ya preparaban alguna de las suyas para callarlos y frenarlos por las bravas...) Un poco de calma se iba haciendo ya necesaria.
En fin, debe mirarse el lado bueno del tema: todo esto era inimaginable hace solo mes y medio; se ha hablado de ellos y expuesto su programa hasta la saciedad, gratuitamente y en todo lugar, se han multiplicado sus expectativas de voto y son una fuerza para contar en un futuro gobierno central, que ahí es donde serán decisivas sus exigencias. En el peor de los casos siempre serán garantía contra cesiones de sus socios derechistas a la izquierda y a las autonomías (de las que jamás estuvimos a salvo en el actual régimen).
De momento, en Andalucia pese a las criticadas cesiones podrán fiscalizar y vetar lo que pretendan aprobar PP y Cs, que dependerán de sus votos inexorablemente. Alguna crítica he leído, en el sentido de que a lo que VOX se les opusiera, PP y Cs puntualmente podrían ser apoyados por el PSOE. Cierto, pero eso obligaría a retratarse a PP, Ciudadanos y al propio PSOE (que no estará por la labor) no sentando nada bien tal improbable cambalache a su respectivo electorado derechista, aumentando sus simpatías a VOX. En todo caso VOX ya ha dicho que no votará a favor nada que vaya en dirección contraria a sus 100 medidas (organismos, subvenciones, etc)
Lo imprescindible es no renunciar a NINGUNO de los 100 puntos de su Esquema, seguir insistiendo y dando la tabarra, que se acostumbren a oírlos y sus propuestas sigan en candelero, y que esa voluntad nunca se tuerza para la triste meta de conseguir poltronas. Parece que están en ello.
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